Feijóo lanza una ofensiva contra el triunfalismo económico y Sánchez defiende los progresos

¿La economía española está estancada o va como una moto? Ambas cosas son ciertas: todo depende del marco en el que se inserte el debate. El candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha intentado evidenciar que las familias españolas no han mejorado durante esta legislatura; el del PSOE, Pedro Sánchez, que al país le va mucho mejor que a cualquiera de nuestros vecinos, pese a las penalidades de la pandemia y la guerra de Ucrania. El primero salió al ataque, mostrando un gráfico que marcó el ritmo del bloque económico: Feijóo a la ofensiva para intentar abrir brechas en el discurso del Gobierno y Sánchez a la defensiva, con una reivindicación de los progresos de la legislatura. Estos han sido los puntos de choque:

El gráfico del crecimiento

El Gobierno presume de que España es el país que más crece de la eurozona, pero Feijóo ha desactivado ese marco desde el primer momento para imponer el suyo. Nada más comenzar el debate, mostró una cartulina donde nuestro país estaba a la cabeza, pero enseguida le dio la vuelta. El truco sirvió para evidenciar que la economía nacional ha sido la última del euro en recuperar el PIB previo a la pandemia, solo por detrás de la República Checa. "Que nos diga que la economía va como una moto es una falta de respeto a los españoles", espetó el candidato del PP, ante un Sánchez que no supo reaccionar. Cuando lo hizo, se defendió obviando la primera parte de la legislatura, al destacar que España ha crecido un 5,5 % en los últimos dos años, desde que se levantó el Estado de alarma, y multiplica por cuatro el crecimiento de la zona euro. Posteriormente, Sánchez acabó cayendo en el marco de Feijóo al destacar como un éxito que España haya recuperado el PIB prepandemia, a pesar de ser el penúltimo en hacerlo.

¿Empleo de récord?

Este era uno de los puntos fuertes del candidato Sánchez en el debate, ya que ha conseguido que España se encuentre a un paso de los 21 millones de afiliados. Sin embargo, Feijóo ha pasado a la ofensiva también con este punto: “Es el tercer presidente que menos empleo ha creado”, ha criticado el candidato popular, “Aznar y Feijóo han creado más empleo”. Sánchez se ha defendido recordando que en los dos últimos años se han creado más de dos millones de empleos. Sin embargo, el problema de Sánchez es que España fue el país europeo que sufrió una recesión más profunda durante la pandemia, por lo tanto, el balance de la pandemia deja a España entre los últimos puestos del continente.

Sánchez ha defendido que el empleo creado es de más calidad tras la aprobación de la reforma laboral: “Hemos reducido la temporalidad al 14% y hemos aumentado en un 47% el salario mínimo interprofesional”. Feijóo ha conseguido trasladar dudas sobre los datos de empleo con la opacidad que existe con el indicador de fijos discontinuos, ya que el Ministerio de Trabajo se ha resistido a publicar el número de trabajadores con este tipo de contrato que está inactivo cada mes. “Lo primero que haré es decirle a los españoles cuántas personas están buscando empleo y figuran como empleadas”.

El IPC de las familias

El dato de inflación es uno de los que más beneficia al Gobierno, y fue Sánchez el que lo trajo a colación, pero lo macro no es lo mismo que lo micro. España tiene el IPC más bajo de Europa, un 1,9%, pero Feijóo intentó abrir una brecha en ese discurso apelando a la situación de las familias. "Los alimentos han subido un 30% y las hipotecas 300 euros al mes", le ha espetado el candidato popular. Y, acto seguido, ha destacado que España es el país europeo que más se ha empobrecido durante esta legislatura. No es exactamente así: según la OCDE, España es el país entre los cuatro grandes del euro (donde además están Italia, Alemania y Francia) donde los trabajadores han perdido más poder adquisitivo, pero otras economías más pequeñas vieron más erosionadas la capacidad de compra.

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Toca bajar los impuestos

¿El Gobierno ha subido o ha bajado los impuestos? Este ha sido otro de los grandes choques entre los dos candidatos. Feijóo ha acusado al presidente de subir 42 veces los impuestos, provocando un incremento de la recaudación de 42.000 millones de euros. Estas subidas de impuestos se han concentrado en las empresas y las rentas medias y altas. Pero Sánchez ha preferido centrarse en los impuestos que ha bajado en los últimos años, que incluyen el IRPF de las rentas de hasta 21.000 euros o el IVA de varios productos de primera necesidad (alimentos, electricidad, gas, etc.). “Hemos rebajado los impuestos, no como ustedes que han dado amnistías fiscales para grandes defraudadores”, se ha defendido Sánchez.

El pago por los peajes

El ataque más concluyente de Feijóo se perpetró de la misma manera que el del crecimiento —a través de una cartulina—, pero con un asunto mucho más inesperado: los peajes. El líder del PP mostró un mapa de España con la red de autovías, y citó el plan de recuperación para recordar que el Gobierno se había comprometido ante Bruselas a establecer un sistema de pago a partir de 2024. "No le mienta usted a los españoles", espetó, en una de las frases más repetidas durante la campaña electoral. El presidente respondió que el Gobierno ha hecho justo lo contrario, liberando algunos peajes, entre ellos los gallegos. Es cierto: el Gobierno los ha bonificado como parte del decreto para paliar los efectos de la guerra. Pero también es cierto que el Gobierno se comprometió con Bruselas a establecer el pago por el uso, aunque ha ido retrasando la medida.

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Deuda

“Ha incrementado la deuda en 16 puntos sobre el PIB, su mandato nos cuesta 200 millones de euros cada día”. Con esta frase, el candidato popular ha resumido el gran incremento que se ha producido en la deuda pública durante la última legislatura. “Nos hemos endeudado para comprar vacunas, para proteger a los trabajadores, a los autónomos o pagar los ERTE”, se ha defendido Sánchez. Es cierto que la doble crisis económica de la legislatura ha obligado a poner en marcha la maquinaria del dinero público para contrarrestar el impacto de la pandemia y la inflación. Pero el punto débil del argumentario del presidente es que el incremento de la deuda pública en España es el doble que el de la media de la Unión Europea. En buena medida como consecuencia del peor comportamiento del PIB durante estos años. Sánchez ha acusado a Feijóo de triplicar la deuda de Galicia durante su mandato al frente de la comunidad, aunque el motivo de este incremento es que la base de deuda era muy baja.

Todos agasajan a los pensionistas

Uno de los puntos del debate económico fueron las pensiones, como no podía ser de otra manera. Más de diez millones de votantes están pendientes de qué ocurrirá con su prestación. Tanto Feijóo como Sánchez se comprometieron a indexarlas al IPC para garantizar el poder adquisitivo, pero se acusaron mutuamente de no querer hacerlo. Feijóo recordó que Sánchez era diputado cuando el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero congeló las pensiones, mientras que Sánchez le recordó que el PP votó en contra de la reforma que derogó el índice de revalorización que introdujo el expresidente Mariano Rajoy en 2013 para recuperar la indexación.

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¿Cuántas viviendas se construyen?

El tema de la vivienda no lo sacó el líder de la oposición, sino los presentadores. Y el presidente empezó recordando la propuesta electoral del PSOE que permitirá extender durante siete años el pago de las hipotecas para rebajarla en 300 euros al mes y prometió construir más vivienda pública, ya que el dato de España es muy bajo. Pero Feijóo le recordó quién ha gobernado durante esta legislatura: "Lleva cinco años en el Gobierno y solo hay un 3% de vivienda protegida, no es un buen balance". Y ridiculizó las promesas que hizo el Ejecutivo en las semanas previas a las elecciones municipales, cuando dio diferentes cifras sobre las viviendas públicas que construiría. "La vivienda es uno de sus fracasos", concluyó el candidato del PP. El presidente contraatacó recordando la gestión de Feijóo al frente de la Xunta de Galicia.