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La CEOE se aleja del estándar europeo y abre el debate regional sobre el límite de mandatos
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VUELVEN LOS TIEMPOS DE CUEVAS

La CEOE se aleja del estándar europeo y abre el debate regional sobre el límite de mandatos

Garamendi dice que el fin de la norma que le impedía estar más de ocho años homologará a todos los socios de la patronal, pero la mayoría de territoriales solo permiten dos 'legislaturas'

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Luis Tejido)
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Luis Tejido)

El poder de Antonio Garamendi siempre ha tenido fecha de caducidad. A lo largo de su carrera, el presidente de la patronal española ha ocupado el puesto más relevante en cuatro de las principales organizaciones empresariales del país, con un denominador común: sabía que, al finalizar su segundo mandato, se tendría que ir a casa. Así lo estipulan los estatutos de la confederación de jóvenes empresarios (Ceaje), la patronal del sector metalúrgico (Confemetal), la de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme) y la propia Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que dirige desde 2018. Hasta ahora, Garamendi sabía que en las elecciones de 2026 no se podría presentar por tercera vez. Pero un cambio en los estatutos de la patronal está a punto de borrar el horizonte temporal que siempre ha acompañado al dirigente vasco.

Este miércoles, el Comité Ejecutivo de la CEOE avaló introducir en el orden del día de la asamblea del próximo 19 de julio una votación para eliminar la limitación de mandatos en la organización. Este precepto, que rige desde abril de 2014, impedía al máximo dirigente empresarial revalidar su puesto tras dos legislaturas es decir, ocho años— en el cargo. Desde la patronal justifican la decisión como una manera de homologar el funcionamiento de la CEOE al de sus 225 integrantes, y el propio Garamendi ha defendido en público el mismo argumento: "La mayoría de organizaciones de CEOE no lo tienen [limitación de mandatos], los sectores prácticamente no lo tienen y los territorios la mayoría no lo tienen". Pero lo cierto es que se trata de una verdad a medias.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Borja Sánchez Trillo)

La decisión que prepara la patronal no solo constituye una anomalía que aleja a España del estándar comunitario, sino que tampoco sirve para establecer un patrón más coherente en nuestro país. Es cierto que la inmensa mayoría de las organizaciones sectoriales —desde las energéticas Aelec o Sedigas hasta Unespa, de seguros, pasando por la CECA, de cajas de ahorros, que dirige Isidro Fainé desde hace más de una década— no tienen limitación de mandatos, pero esta sí es la regla más común entre las hermanas europeas de la patronal dirigida por Garamendi. También en las propias organizaciones territoriales integradas en la CEOE, que aguardan con atención el presumible cambio a escala nacional para ver si replican el mismo modelo en las regiones. El debate está abierto.

El Confidencial se ha puesto en contacto con las patronales de todas las comunidades autónomas y los resultados son los siguientes: de 17, solo siete (Andalucía, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Extremadura, Galicia, Navarra y La Rioja) permiten a sus presidentes presentarse a la reelección tantas veces como quieran. Todas las demás impiden, de una forma u otra, perpetuarse en el cargo.

Algunas de ellas, como Cataluña, Madrid o Asturias, lo hacen desde 2014, cuando reprodujeron la limitación establecida por el entonces presidente de la CEOE Juan Rosell. En un momento de máxima ebullición de la opinión pública, que tenía en los abusos de políticos, empresarios y sindicatos una de sus principales preocupaciones, el líder de los empresarios decidió reintroducir esta cláusula, que ya había estado en vigor hasta 1984, durante los primeros años de la patronal. El eterno José María Cuevas la había eliminado, pero la ocasión obligaba a hacer un gesto populista para lavar la imagen: solo un año y medio antes, el antecesor de Rosell, Gerardo Díaz Ferrán, había sido detenido y acusado de alzamiento de bienes y blanqueo de capitales.

Fuentes empresariales próximas a la cúpula de la patronal en aquella época matizan que la limitación de mandatos ya estaba en el programa electoral del propio Rosell en 2010, y que el factor que verdaderamente impulsó el cambio fue la voluntad de llevar al mundo empresarial una práctica más propia de la política, especialmente en los sistemas presidencialistas. El propio Rosell nunca ocultó su admiración —que le valió algún que otro disgusto— por José María Aznar, y consideraba una referencia la renuncia del expresidente del Gobierno a aspirar a un tercer mandato en 2004.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Raquel Manzanares)

Lo más curioso de esta historia es que el propio Antonio Garamendi fue uno de los defensores de la medida —según confirman las mismas fuentes—, de la que se acabaría beneficiando en 2018: Rosell no se pudo volver a presentar y el empresario vizcaíno accedió a la presidencia al ser el único candidato.

¿Por qué ha cambiado de opinión Garamendi? Desde la patronal aseguran que la idea ya se llevaba pergeñando muchos meses, y que diversas confederaciones que integran la CEOE se la habían transmitido al presidente incluso durante el último proceso electoral, que tuvo lugar en noviembre del año pasado. "Es una propuesta de abajo arriba", destacan, y que en ningún caso está pilotada por la actual dirección, que se habría limitado a recoger el debate y llevarlo a los órganos correspondientes para que los asociados decidan.

La iniciativa, planteada formalmente por la Comisión de Régimen Interior, recabó un apoyo amplísimo en el Comité Ejecutivo —después también la refrendó la Junta Directiva— celebrado este miércoles. Según la agencia EFE, solo contó con un voto negativo (la patronal del sector digital Ametic) y una abstención (la patronal de oficinas de farmacia FEFE), y recibió el apoyo entusiasta incluso de las territoriales más críticas con el empresario vasco, como la catalana Foment del Treball. Su presidente, Josep Sánchez-Llibre, se llegó a fundir en un abrazo con el propio Garamendi.

Pero lo cierro es que Foment no se plantea reformar sus estatutos, y Sánchez-Llibre, la némesis de Garamendi durante estos años, deberá abandonar la presidencia en 2026, cuando el líder de la CEOE optará —si así lo desea— a su tercer mandato. "No hay ningún interés y se descarta rotundamente. Somos independientes de Diego de León", enfatizan desde Barcelona, en referencia a la calle madrileña que acoge la sede de la confederación nacional.

El esquema de Foment es calcado al que ha seguido hasta ahora la CEOE, y que siguen la mayoría de organizaciones territoriales: un máximo de dos mandatos de cuatro años cada uno. Las respuestas de muchas de ellas ante el cambio a escala estatal también coinciden con la de la organización catalana. FADE, de Asturias, descarta eliminar la limitación de mandatos; la CEOE de Aragón tampoco cambiará sus estatutos, y lo mismo aseguran las fuentes consultadas en la balear CAEB —donde su presidenta, Carmen Planas, afronta la última de sus tres legislaturas— o en Confebask, que no alterará la tradición de que la presidencia vaya rotando cada cuatro años entre los tres territorios históricos de Euskadi.

De momento, la única territorial que eliminará la limitación de mandatos es la valenciana

De momento, este asunto no se ha planteado en Canarias ni en Cantabria, donde es posible presentarse intermitentemente tras completar dos mandatos consecutivos y optar a un tercero si se cuenta con el 60% de apoyo en la Junta Directiva, respectivamente. Tampoco se ha abordado en Cepyme, la mayor de las organizaciones dentro de la CEOE, que sigue el mismo modelo que esta. En el caso de la patronal madrileña, las fuentes consultadas desmienten la información de El Economista que apuntaba a una modificación de los estatutos en línea con la nacional: "No se ha debatido nada". Este periódico no ha podido recabar la opinión de la patronal murciana Croem, que mantiene las mismas reglas que la organización presidida por Garamendi.

La única que, de momento, sí dará el paso es la CEV, de la Comunidad Valenciana, que actualmente dirige el vicepresidente de la CEOE Salvador Navarro, hombre de la máxima confianza del empresario vasco. "Nosotros también plantearemos a nuestros órganos de gobierno un cambio similar en nuestros estatutos", aseguran fuentes de la organización. Pero lo más probable es que no sea la única. "Muchas van a renovar en el mismo sentido, lo harán por emulación", recuerda un veterano de la patronal, que pone como ejemplo lo ocurrido en 2014.

Foto: Antonio Garamendi posa para El Confidencial. (I. B.)
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La gallega CEG, que no tiene limitación de mandatos, ya pidió en el Comité Ejecutivo de este miércoles que la CEOE remita a sus miembros una pauta para que asuman el nuevo modelo y ajusten sus estatutos. "Es democrático. Cada cuatro años te tendrás que presentar con los avales correspondientes, pero sin limitaciones", aseguró el presidente, Juan Manuel Vieites. La propia CEG vivió durante toda la década pasada un intensísimo debate sobre esta cuestión, en paralelo con una lucha de poder interna que le dejó sin cabeza visible durante más de dos años.

Una anomalía en Europa

A la espera de los ajustes en las autonomías, lo cierto es que el giro de la CEOE aleja a España de los estándares europeos. De entre las principales patronales del continente, solo dos, la alemana BDA y la holandesa VNO-NCW, pueden elegir a sus presidentes de manera indefinida. El resto aplica limitaciones de mandatos, en la mayoría de los casos mucho más estrictas que las que se contemplan en España.

La referencia comunitaria es Business Europe, la confederación a la que pertenecen las grandes organizaciones empresariales europeas, entre ellas la propia CEOE. El lobby comunitario establece un periodo de dos años renovable una sola vez. Es decir, un total de cuatro años, algo que al sur de los Pirineos solo impone el País Vasco. Sin embargo, no se trata de un modelo excepcional: desde la alemana BDI, que representa al sector industrial, aseguran que siguen la misma fórmula. Los estatutos de la italiana Confindustria también contemplan un máximo de cuatro años, aunque en este caso en un único mandato, mientras que los de la polaca Lewiatan recogen dos legislaturas de tres.

La patronal portuguesa permite dos mandatos de cuatro años, mientras que la francesa apuesta por uno de cinco, pero prorrogable por otros tres

El tiempo máximo que los presidentes pueden permanecer en el poder es más elevado en nuestros vecinos. La portuguesa CIP permite hasta dos mandatos de cuatro años, mientras que la francesa Medef apuesta por un único período de cinco, pero prorrogable por otros tres. En definitiva, un total de ocho años.

Mención aparte merecen los casos de las patronales belga y británica, que establecen una suerte de bicefalia. Desde la primera, VBO-FEB, aseguran a El Confidencial que los mandatos del presidente son de solo tres años, aunque esta figura se complementa con la de un consejero delegado (CEO) que lleva más de una década en el puesto. En el Reino Unido, la mítica CBI, que afronta sus horas más bajas en medio de una tormenta escándalos sexuales, encomienda al CEO un único mandato de cinco años, mientras que permite al presidente hasta tres legislaturas, pero de solo 12 meses cada una. En estos casos, aseguran fuentes empresariales, la figura presidencial suele limitarse a un papel más institucional o representativo, algo que no ocurre en España, donde Garamendi ostenta un amplio poder ejecutivo.

Las otras reformas

El de la limitación de mandatos, sin embargo, no es el único cambio aprobado este miércoles por los órganos de la patronal. También se decidió someter a la asamblea un endurecimiento de los requisitos para poder presentarse a las elecciones: a partir de ahora, se requerirán más avales y anunciar la candidatura con 40 días de antelación, frente a los 15 actuales que permitieron el movimiento in extremis de Virginia Guinda —apadrinada por Sánchez-Llibre— para competir con Garamendi en los últimos comicios.

Fuentes de la CEOE aseguran que estas modificaciones permitirán flexibilizar el proceso, y reconocen que la posibilidad de recuperar los nombramientos por aclamación cuando solo hay un contendiente también está sobre la mesa. Los críticos con esta opción argumentan que impedirá conocer el grado de disconformidad con las políticas del presidente si este es el único que se presenta. "Con José María Cuevas siempre hubo urnas", asegura un veterano. Y eso que no existió rival que se atreviese con él en los 23 años que estuvo al frente de la patronal.

El poder de Antonio Garamendi siempre ha tenido fecha de caducidad. A lo largo de su carrera, el presidente de la patronal española ha ocupado el puesto más relevante en cuatro de las principales organizaciones empresariales del país, con un denominador común: sabía que, al finalizar su segundo mandato, se tendría que ir a casa. Así lo estipulan los estatutos de la confederación de jóvenes empresarios (Ceaje), la patronal del sector metalúrgico (Confemetal), la de las pequeñas y medianas empresas (Cepyme) y la propia Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), que dirige desde 2018. Hasta ahora, Garamendi sabía que en las elecciones de 2026 no se podría presentar por tercera vez. Pero un cambio en los estatutos de la patronal está a punto de borrar el horizonte temporal que siempre ha acompañado al dirigente vasco.

CEOE Antonio Garamendi
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