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Garamendi arrasa en las elecciones a la CEOE tras el fracaso del asalto de los críticos
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CON EL 86% DE LOS VOTOS

Garamendi arrasa en las elecciones a la CEOE tras el fracaso del asalto de los críticos

El actual presidente dirigirá la patronal hasta 2026 tras ganar unas elecciones con más abstención que nunca. La candidata de Sánchez Llibre no consigue movilizar al 'sector duro'

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Raquel Manzanares)
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Raquel Manzanares)

No se esperaban sorpresas y tampoco las ha habido. El empresario vasco Antonio Garamendi (Getxo, Vizcaya, 64 años) ha arrasado en las elecciones a la CEOE con el 86% de los votos, por lo que renovará durante cuatro años su mandato al frente de la patronal. La candidatura alternativa, encabezada por Virginia Guinda (Barcelona, 48 años), se ha quedado con un exiguo 14% de los sufragios. El intento de la patronal catalana Foment para evidenciar la fuerza de la oposición interna al actual presidente se ha saldado con un rotundo fracaso, incluso por debajo de las modestas expectativas que manejaban los críticos. Los resultados refuerzan la línea pactista actual de la CEOE, y allanan el camino para desbloquear nuevos acuerdos del diálogo social antes de que termine la legislatura.

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Pese a la abultada victoria, no todo son buenas noticias para el líder de la patronal. La erosión del liderazgo de Garamendi, al que el sector duro de los empresarios acusa de no defender sus intereses y plegarse al Gobierno y los sindicatos, se ha expresado en las urnas en forma de una abstención histórica. La participación solo ha alcanzado el 81,5%, muy por debajo de los últimos comicios con más de un candidato, que se celebraron en 2010 (88%) y 2014 (86%). Entonces, los resultados estuvieron más ajustados, lo que animó a los votantes a desplazarse a Madrid para ejercer su voto secreto en urna. Esta vez, todos daban por descontado el triunfo del actual presidente, especialmente después de que el presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, renunciase a presentarse.

El escaso ambiente electoral ha marcado la campaña, pese a los intentos del presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, por desgastar a Garamendi en el tramo final, a través de la candidatura de su vicepresidenta, que se presentó solo cinco días antes de la finalización del plazo. Frente al Auditorio Nacional, donde se produjeron las votaciones, solo un pequeño cartel permitía advertir que se celebraba la Asamblea Electoral de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales, que reúne a 224 patronales de todo el país.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Enric Fontcuberta)

La jornada ha transcurrido con normalidad, pese a la polémica protagonizada en las horas previas por la candidatura de Guinda, que acusó a la organización de vetar su discurso previo y disponer solo dos urnas para votar. Finalmente, Garamendi tampoco pronunció unas palabras para evitar cualquier suspicacia sobre la falta de neutralidad del proceso. Tanto el presidente de la patronal como la propia Guinda llegaron a primera hora, y las mesas se constituyeron sin incidencias, con la presencia de un interventor por cada candidatura. Los comicios empezaron puntualmente a las 10:30, con algunas colas debido al escaso tamaño del auditorio, que la empresaria catalana también criticó. Sin embargo, todos los electores —unos 700, que ostentan las 789 vocalías (votos) de la organización— pudieron ejercer su derecho con normalidad.

El ambiente en los pasillos se mantuvo durante las tres horas de votaciones, que terminaron a la 13:30, como estaba previsto. En los corrillos ya se advertía que Guinda no tenía ninguna posibilidad: la gran incógnita era hasta qué punto la desconocida empresaria catalana, que dirige una compañía papelera de unos 150 empleados, podría darle un susto al todopoderoso presidente de la patronal. "Estoy nervioso", ironizaba uno de los electores ante la previsibilidad de los resultados. Tras el cierre de las urnas y un vino español de excelente calidad, el recuento se prolongó durante unos 50 minutos. Poco después de las 14:20, Garamendi era proclamando como presidente electo de la patronal para un segundo mandato de cuatro años.

Garamendi: "Tenemos que decir sí cuando toque sí y no cuando toque no. Si no llegamos a acuerdos, ¿para qué estamos?"

En su discurso, el líder de los empresarios ha celebrado la que, considera, ha sido una elevada participación, y ha reivindicado su gestión frente a las acusaciones de personalismo y falta de transparencia. "Os prometo que siempre hemos trabajado para unir, para sumar. De aquí tenemos que salir unidos", ha destacado. En un guiño a los críticos, el vizcaíno ha reivindicado el papel de las patronales sectoriales y territoriales: "Sois esenciales". Sin embargo, ha reiterado su voluntad pactista, que le ha valido furibundas críticas dentro de la organización: "Tenemos que decir sí cuando toque sí y no cuando toque no, pero siempre razonado. Si no llegamos a acuerdos, ¿para qué estamos?".

Guinda ni siquiera ha sido capaz de sumar todos los votos que, de una forma u otra, se vinculan a la patronal catalana

Entre los hitos de estos años, el presidente electo ha obviado la polémica reforma laboral, que abrió un cisma con la patronal catalana, y se ha centrado en los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), los créditos ICO o el teletrabajo. Además, ha lanzado alguna crítica velada al Gobierno. Ante un auditorio lleno, Garamendi ha reclamado "seguridad jurídica, estabilidad regulatoria y calidad de la norma", en referencia a la polémica por la llamada ley del solo sí es sí, que ha abierto la puerta a la rebaja de penas para algunos violadores. Y, por si quedaba alguna duda, también ha apelado a la Constitución, a la monarquía y a la unidad de España. "Los empresarios son la solución, no el problema, como piensan algunos", ha dicho posteriormente ante los medios.

Integrará a Foment en la dirección

Más que una victoria del empresario vasco, el resultado supone un notable fracaso para los críticos. Con 87 sufragios frente a los 534 de su contrincante, Guinda ni siquiera ha sido capaz de sumar todos los votos que, de una forma u otra, se vinculan a la patronal catalana. De forma directa, Foment controla 45, pero, según fuentes con una dilatada experiencia en estos procesos electorales, el número total asciende a un centenar, al sumar la importante presencia de otras empresas de esa comunidad en algunas sectoriales, como la de Farmaindustria o la CECA, que reúne a las cajas de ahorros.

Foto: El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. (EFE/Raúl Caro)

Sánchez Llibre, que se dejó ver durante toda la mañana y presenció la proclamación de los resultados en primera fila, ha jugado mal sus cartas. Sin embargo, Garamendi no aprovechará la situación para pasar el rodillo. "Plantear que Foment quede fuera de la dirección no está en mi mente", ha dicho el empresario vasco. La junta directiva del próximo 21 de diciembre determinará el equipo del que se rodee el presidente durante su segundo mandato.

Una reforma laboral y 13 acuerdos con el Gobierno "sociocomunista" —así lo califican muchos empresarios, en público o en privado— después, Garamendi ha obtenido un plus de legitimidad para seguir negociando con el Ejecutivo las reformas pendientes, como el Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva o la reforma de las pensiones. Con este, o con el que venga después. Ya lo decía Phil Collins en la canción que ha sonado por megafonía para despedir al presidente: times are changing.

No se esperaban sorpresas y tampoco las ha habido. El empresario vasco Antonio Garamendi (Getxo, Vizcaya, 64 años) ha arrasado en las elecciones a la CEOE con el 86% de los votos, por lo que renovará durante cuatro años su mandato al frente de la patronal. La candidatura alternativa, encabezada por Virginia Guinda (Barcelona, 48 años), se ha quedado con un exiguo 14% de los sufragios. El intento de la patronal catalana Foment para evidenciar la fuerza de la oposición interna al actual presidente se ha saldado con un rotundo fracaso, incluso por debajo de las modestas expectativas que manejaban los críticos. Los resultados refuerzan la línea pactista actual de la CEOE, y allanan el camino para desbloquear nuevos acuerdos del diálogo social antes de que termine la legislatura.

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