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Deducciones fiscales y redirigir fondos de la UE: el plan de Bruselas para competir con Biden
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Flexibilización de las ayudas de estado

Deducciones fiscales y redirigir fondos de la UE: el plan de Bruselas para competir con Biden

La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para un “Plan Industrial Verde” con el que competir con los otros planes de inversiones en industrias

Foto: La presidenta de la Comisión Europea. (EFE)
La presidenta de la Comisión Europea. (EFE)

La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para un “Plan Industrial Verde” con el que competir con los otros planes de inversiones en industrias limpias por parte de sus competidores, pero especialmente respecto a la Ley de Reducción de la Inflación de la administración americana, que ha hecho saltar las alarmas al considerar que puede provocar la deslocalización de empresas clave europeas que quieran beneficiarse de la estrategia aprobada por Joe Biden. Se trata de un plan centrado en la relajación de las ayudas de estado, para facilitar la participación pública en proyectos estratégicos y subvenciones como deducciones fiscales, además de la oportunidad de redirigir parte de los 800.000 millones del Next Generation, el fondo creado en 2020 para reactivar la economía europea tras el coronavirus.

En un momento clave para la descarbonización, en el que la inversión en energías limpias tiene mucho que ver con la geopolítica, la competencia tecnológica con China y un mercado global con una presencia mucho más prominente de las subvenciones, todo se encuentra conectado. La Comisión Europea lo considera como una “oportunidad y un reto sísmico”. Si se aprovecha bien, puede ser muy positivo para la industria europea, si no se sabe aprovechar la situación los planes del resto de potencias pueden arrastrar a la industria de la Unión a sus mercados. "Tenemos una oportunidad única en una generación para mostrar el camino con velocidad, ambición y un sentido de propósito para asegurar el liderazgo industrial de la UE en el sector de tecnología neta cero de rápido crecimiento. Europa está decidida a liderar la revolución de las tecnologías limpias", ha explicado Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, en una comparecencia de prensa.

Foto: El presidente de EEUU, Joe Biden, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. (Reuters/K.L.)

La Agencia Internacional de la Energía calcula que en 2030 la industria de energías limpias tendrá un valor de cerca de 650.000 millones de dólares anuales y ese es un tren al que hay que subirse a tiempo. “Aquellos que inviertan primero y más rápido hoy asegurarán su lugar en esta nueva economía y crearán empleos para una fuerza laboral con nuevas cualidades, rejuvenecerán las bases de fabricación industrial, reducirán los costos para las personas y las empresas y estarán en una posición privilegiada para ayudar a otras partes del mundo a descarbonizar sus propias economías”, señala el documento de la Comisión Europea.

No hay ni mucho menos una visión única en Bruselas sobre este asunto. Ni siquiera dentro de la Comisión Europea, donde hay sectores que creen que había que responder con un plan como este y otros que defendían que lo mejor era no entrar en una carrera de subvenciones con Estados Unidos. También hay división entre los jefes de Estado y de Gobierno, que se reúnen el próximo 9 y 10 de febrero para discutir sobre este asunto en una cumbre extraordinaria. Un grupo de líderes, de los llamados “frugales”, han rechazado que se haga ninguna nueva emisión de deuda europea para financiar este plan, lo que se denomina como “dinero nuevo”. La flexibilización de las ayudas de estado que propone Bruselas no convencen a muchos Estados miembros, entre ellos a España, que temen que se traduzca en un tsunami de ayudas de Alemania y Francia a su industria.

Por ahora el plan presentado por la Comisión no incluye ese “dinero nuevo”, un debate que, en todo caso, tendrá que producirse de cara al verano, que es hacia donde ha apuntado la presidenta del Ejecutivo comunitario para la presentación de un posible Fondo Soberano Europeo.

placeholder Ursula Von der Leyen al concluir un discurso en la Comisión Europea. (Reuters)
Ursula Von der Leyen al concluir un discurso en la Comisión Europea. (Reuters)

Los detalles del plan

El plan de Bruselas se sujeta sobre cuatro pilares. El primero es lograr “un entorno regulatorio predecible y simplificado” para lo que propone simplificar procedimientos de autorización y de financiación público-privada, además de centrar la atención sobre las cadenas de suministro de interés estratégico.

El segundo pilar es seguramente el más relevante: la financiación. “La industria neta cero de la UE es competitiva, incluso en nuestro entorno de precios de la energía relativamente altos. Pero los subsidios en el extranjero - y esta es una referencia a China pero también a Estados Unidos - están desnivelando el campo de juego. Esto exige que se amplíe y acelere el acceso a la financiación para la industria neta cero”, señala el Ejecutivo comunitario en su documento publicado hoy.

La Comisión Europea propone una flexibilización de las ayudas de estado en algunos campos clave de la transición ecológica, cubriendo todas las energías renovables, el almacenamiento de hidrógeno, la eliminación de licitaciones públicas para “tecnologías menos maduras” y la ampliación de plazos para la finalización de proyectos. En cuanto a las ayudas a la industria, se propone ayudas dependiendo del coste de la inversión en el uso de hidrógeno, en mejorar la eficiencia energética o la electrificación, y aumentando el límite máximo de ayuda pública para los proyectos más pequeños.

Foto: Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea. (EFE/Dumitru Doru)

Para ello también se podrán ofrecer deducciones fiscales que deberán ser “limitadas en el tiempo” y “dirigidas a aquellos sectores en los que se ha identificado riesgo de deslocalización”, todo acompañado de un “aumento significativo de los umbrales de notificación de las ayudas estatales en estos campos”, es decir, que habrá muchas ayudas que los Estados miembros no tendrán que notificar a la Comisión Europea, lo que hará los procedimientos más rápidos y ágiles.

Además, la Comisión propone simplificar y hacer más rápidos los procesos de aprobación de los Planes Europeos de Interés Estratégico (IPCEI, por sus siglas en inglés), que tienen la posibilidad de recibir financiación europea. También pretenden impulsar este modelo hacia proyectos más pequeños, no únicamente a los grandes como por ejemplo la idea de una tubería que conecte Portugal, España y Francia para el transporte de hidrógeno verde acordado recientemente por Madrid, Lisboa y París.

placeholder Banderas europeas en la sede de la Comisión en Bruselas. (EFE)
Banderas europeas en la sede de la Comisión en Bruselas. (EFE)

Fondos europeos

El Ejecutivo comunitario también propone utilizar parte de los 800.000 millones de los Next Generation EU. En los planes ya notificados unos 250.000 millones se dedican ya a la transición energética. Ahora Bruselas ofrece una mayor flexibilización para adaptar los planes nacionales, con el que España tiene acceso a más de 140.000 millones de euros (a precios de 2019). El Gobierno lleva tiempo pidiendo que se flexibilicen los criterios de ayuda de estado para la ejecución de esos fondos.

Para ello permitirá financiar sistemas para simplificar los procedimientos administrativos, deducciones fiscales o subsidios vinculados a las inversiones verdes e inversiones en la adaptación del personal a la nueva industria limpia. Además, Bruselas pretende implicar aquí los distintos planes y programas que tiene ya en marcha con sus distintas siglas y nombres, como REPowerEU, o el InvestEU, además de enmarcar aquí su plan de un Fondo Soberano Europeo con la revisión del presupuesto multianual de la Unión Europea que debe hacerse este próximo verano.

Foto: Calviño charla con la vicepresidenta de la Comisión Europea. (EFE/Olivier Hoslet)

El tercer pilar del plan es la mejora de las habilidades de la fuerza laboral, para facilitar así la implementación de la transición ecológica, una industria en la que la productividad es un 20% superior a la de la media del resto de la economía. La Comisión menciona la necesidad de atraer al talento STEM, es decir, del mundo de las ciencias, la tecnología, matemáticas y la ingeniería, como hace Estados Unidos ante una China que está invirtiendo mucho en producir y atraer a jóvenes talentos de este campo.

El último pilar es mantener una economía abierta y unas cadenas de suministro fiables, sin caer en otras dependencias estratégicas como la que existía respecto a la energía rusa. Para eso la Comisión propone seguir apoyando a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y cooperando con Estados Unidos en el recientemente creado Consejo de Seguridad y Comercio, pero también haciendo uso de las herramientas comerciales defensivas. El Ejecutivo comunitario también recuerda que los Estados miembros cuentan con herramientas para vigilar las inversiones extranjeras que puedan afectar a industrias clave. La Regulación en Subsidios Extranjeros también permitirá chequear posibles subsidios de países terceros que afecten a la igualdad de condiciones en el mercado interior, como el que puedan recibir empresas chinas en sus actividades en Europa.

La Comisión Europea ha presentado este miércoles su propuesta para un “Plan Industrial Verde” con el que competir con los otros planes de inversiones en industrias limpias por parte de sus competidores, pero especialmente respecto a la Ley de Reducción de la Inflación de la administración americana, que ha hecho saltar las alarmas al considerar que puede provocar la deslocalización de empresas clave europeas que quieran beneficiarse de la estrategia aprobada por Joe Biden. Se trata de un plan centrado en la relajación de las ayudas de estado, para facilitar la participación pública en proyectos estratégicos y subvenciones como deducciones fiscales, además de la oportunidad de redirigir parte de los 800.000 millones del Next Generation, el fondo creado en 2020 para reactivar la economía europea tras el coronavirus.

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