Deutsche Bank, en la mirilla: Bruselas lo acusa de manipular el mercado de deuda pública

Deutsche Bank y Rabobank habrían manipulado en connivencia partes del mercado de bonos, entre ellas el mercado secundario de deuda pública, infringiendo las normas antimonopolio de la Unión Europea. Ese es el análisis preliminar de la Comisión Europea del que ha informado este martes el Departamento de Competencia a ambas entidades. En un comunicado, el Ejecutivo comunitario señala que en un principio intentó “explorar la posibilidad de llegar a un acuerdo”, pero que finalmente esas negociaciones se interrumpieron “debido a la falta de progreso”, por lo que retomó el procedimiento habitual.

Bruselas cree que “entre 2005 y 2016 los dos bancos, a través de algunos de sus operadores, intercambiaron información comercial confidencial y coordinaron sus estrategias de fijación de precios y negociación”. “Estos intercambios habrían tenido lugar principalmente a través de correos electrónicos y comunicaciones en chats en línea”, señala la Comisión Europea. Deutsche Bank ha defendido que ha cooperado con el Departamento de Competencia del Ejecutivo comunitario.

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Ambos bancos, el alemán y el holandés, se arriesgan a una multa que podría ascender hasta el 10% de los ingresos globales de la entidades, que ahora tienen derecho a defenderse y rechazar las acusaciones. “Los ciudadanos deben poder confiar en que las instituciones financieras no implementan prácticas que restrinjan la competencia en los mercados de negociación de bonos. Ahora corresponde a Deutsche Bank y Rabobank responder a nuestras inquietudes”, ha señalado en un comunicado Margrethe Vestager, vicepresidenta ejecutiva de la Comisión Europea a cargo de Competencia.

En 2018, Bruselas ya abrió una investigación por un cártel en el mercado secundario de bonos soberanos que involucraba a Bank of America Merrill Lynch, Crédit Agricole, Credit Suisse y Deutsche Bank. En abril de 2021, concluyó que las entidades habían participado efectivamente en prácticas anticompetitivas y estableció una multa de 28,5 millones de euros. Pero de esa sanción se libró el Deutsche porque fue el que informó al Ejecutivo comunitario de la existencia del cártel, y la práctica de la Comisión Europea es librar de la multa al que informe de la existencia de uno. Poco después, Bruselas impuso una multa mucho mayor, de 371 millones de euros, por prácticas similares.

Se trata de un nuevo clavo en la cruz de los escándalos permanentes que persiguen a Deutsche Bank. La entidad alemana lleva en el foco desde hace años, golpeada por escándalos, multas y turbulencias, como el haber sido utilizada como lavadora de dinero negro ruso. En 2018, Christian Sewing fue nombrado director ejecutivo con el objetivo de poner freno a la situación, pero la entidad con sede en Fráncfort vuelve a verse golpeada en los últimos tiempos. En mayo, por ejemplo, su sede fue registrada por las autoridades bajo la sospecha de que la entidad habían estado engañando a los inversores sobre las “inversiones verdes”, y de nuevo hace poco más de un mes en el marco de las investigaciones de la Fiscalía de Colonia en relación con el escándalo de fraude fiscal llamado cum-ex.