Las familias elevan su ahorro en verano y ya suman 38.000 M extra en depósitos en 2022

Los hogares españoles siguen apretándose el cinturón lo máximo posible y preparándose por si otra crisis está a la vuelta de la esquina. Así, su ahorro en depósitos ya acumula once meses consecutivos de subidas. Solo durante este año han sumado 38.000 millones de euros más y la cuantía ya avista la cota psicológica del billón de euros, puesto que se ha situado en los 997.400 millones de euros, un nuevo récord.

Este 'colchón extra' de las familias llama la atención, puesto que se ha desligado de la tendencia de las empresas que residen en nuestro país. Así, el saldo del tejido empresarial cerró julio en los 312.000 millones de euros, lo que supone alrededor de un 1,8% menos de las cifras registradas un mes antes. Es decir, está saliendo dinero del tejido empresarial hacia otras opciones de sacar un mayor rédito al dinero o también porque tengan mayores gastos y tiren del dinero de su 'caja fuerte'.

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El dato de las empresas también resulta curioso por un motivo. Los bancos han dejado de cobrar a las compañías por sus nuevos depósitos después de varios años, haciéndolo como consecuencia de la política de tipos bajos y negativos por parte del Banco Central Europeo (BCE). Así, y tras soportar ese coste, han decidido rebajar su montante, probablemente, para hacer frente al impacto de los precios energéticos y de la incertidumbre en sus negocios.

Las familias, no obstante, siguen apostando por tener más ahorros en depósitos, pese a la baja retribución de este tipo de productos financieros y la escalada de la inflación, que les merma su poder adquisitivo. Mientras la rentabilidad se sitúa en el 0,07%, la inflación se ha disparado hasta el 10,8% en julio, la mayor alza de precios desde 1984, lo que supone una diferencia de más de diez puntos porcentuales que afecta al bolsillo de los ciudadanos.

La rentabilidad subirá

Esta rentabilidad que ofrecen los depósitos irá a más ante el escenario de subidas de tipos por parte del BCE. De hecho, algunas entidades están optando por incentivar estos productos y ya hay señales de guerra del pasivo, que es la lucha por parte de los bancos por captar clientes con tipos de interés más atractivos que su competencia. Así, no resulta raro ver ahora como algunas remuneran hasta el 2% para nuevos clientes e, incluso, el 5% para pequeñas cuantías. El propio Banco de España reconocía hace poco que "es previsible que las entidades, compitiendo por la captación de fondos, comiencen a incrementar la remuneración de los depósitos en los próximos meses".

Así, y a tenor de los datos, la inflación no ha hecho mella en los ahorros que los españoles tienen en depósitos al paliar la inflación con un recorte de gasto. El propio Banco de España, en uno de sus últimos artículos analíticos titulado 'El impacto del repunte de la inflación y de la guerra sobre las perspectivas económicas de los hogares españoles', ya apuntaba que el repunte de la inflación esperada por los hogares se había trasladado a las perspectivas de gasto en términos nominales, que habían mostrado una tendencia alcista hasta la irrupción de la guerra. Lo han hecho al anticipar ahora una evolución menos favorable de sus rentas, de su posición patrimonial y de la situación económica general que antes de la guerra, lo que ha obligado a abrocharse el cinturón y buscar un refugio seguro, pero poco rentable, como son los depósitos.