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¿Se quedan las gasolineras parte de los 20 céntimos? Por qué Esade dice sí y CNMC no
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SUBVENCIÓN A LOS COMBUSTIBLES

¿Se quedan las gasolineras parte de los 20 céntimos? Por qué Esade dice sí y CNMC no

Los fallos en el diseño metodológico y la escasa transparencia siembran dudas sobre las conclusiones del regulador, que niega validez a datos recogidos en sus propios informes

Foto: La presidenta de la CNMC, Cani Fernández. (EFE/Román G. Aguilera)
La presidenta de la CNMC, Cani Fernández. (EFE/Román G. Aguilera)
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Este jueves ocurrió un acontecimiento inusual en el periodismo económico español: mientras las principales cabeceras recogían en posiciones muy destacadas las conclusiones de un 'think tank' sobre el descuento de 20 céntimos al combustible, relegaban a un segundo plano —si es que las publicaban— las del regulador encargado de velar por que las empresas no aprovechen la medida para incrementar sus márgenes. El primero, EsadeEcPol, dice que lo están haciendo; la segunda, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que no. ¿Quién tiene la razón?

Foto: Las gasolineras independientes están capturando mayor parte de la ayuda. (EFE/Emilio Naranjo)

Podría alegarse que los periodistas solo buscan las malas noticias para vender más, o porque forman parte de los 'poderes oscuros' que, según el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, pretenden derribar al Ejecutivo. Pero el argumento no parece convincente cuando el telediario de las tres no dedicó ni un solo minuto al trabajo de la CNMC, mientras se explayó en un amplio reportaje sobre el del laboratorio de ideas catalán, e, incluso, entrevistó a su autor.

Detrás de la disonancia hay sólidas razones, todas ellas técnicas —sin entrar en juicios de valor sobre la motivación a la que responden—, que ayudan a explicar por qué Esade deduce que las gasolineras se lo están llevando crudo gracias a la ingenuidad del Gobierno y la CNMC descarta que esto esté ocurriendo, al menos de forma generalizada. Y también dudas razonables acerca de los criterios seguidos por la CNMC, que justifican que se le otorgue más credibilidad a los expertos de un organismo privado que a los técnicos de una institución pública.

Foto: Una gasolinera en Oviedo. (EFE/J.L.Cereijido)

El estudio de Esade, que puede consultarse aquí, demuestra que la ayuda del Gobierno se ha acabado convirtiendo en una subvención encubierta a las gasolineras, de 3,5 céntimos para el gasóleo A y de 0,7 céntimos en el caso de la gasolina. Para llegar a este hallazgo, los investigadores, dirigidos por Manuel Hidalgo, compararon los datos diarios de 11.000 gasolineras que ofrece el geoportal del Ministerio de Transición Ecológica desde diciembre de 2021 hasta el 17 de junio de este año. En paralelo, establecieron un modelo econométrico para calcular cuál sería el precio que deberían haber marcado en ese mismo periodo, en función de numerosos factores que van desde la cotización de los combustibles en los mercados internacionales hasta la ubicación de una gasolinera a la derecha o a la izquierda del sentido de la circulación. La diferencia entre el precio real y el precio esperado constituye el aumento del margen de las compañías motivado por la medida.

La CNMC usa datos obtenidos en su mayoría antes del descuento para comprobar que las gasolineras no se lo están comiendo

Para establecer conclusiones hay que tener en cuenta una fecha clave: el 1 de abril. Ese día entró en vigor la rebaja de 20 céntimos aprobada por el Gobierno, y por eso los expertos del 'think tank' catalán hacen una comparación entre lo que estaba ocurriendo antes y lo que ocurre ahora. "El objetivo es conocer cómo ha afectado el cambio de política a los precios sin bonificación ofrecidos por el conjunto de estaciones de servicios", reza el documento. Y ahí está la gran diferencia con la metodología —y, por tanto, las conclusiones— de la CNMC.

El regulador se olvida de que existe un antes y un después, y hace una media anual para observar que, en los cinco primeros meses de 2022, no se ha producido un aumento de los márgenes de las compañías. Esto podría ser útil en un escenario normal, donde el objetivo consistiese en descubrir una tendencia a medio plazo, pero se antoja insuficiente para llegar a una aseveración como la que preside la nota de prensa enviada a los medios: "La CNMC concluye, que de forma general, las bonificaciones de los carburantes se están trasladando al consumidor". En otras palabras: la institución comandada por Cani Fernández usa datos obtenidos, en su mayoría, con anterioridad al descuento para comprobar que las gasolineras no se lo están comiendo. El efecto de la medida no se puede saber, ya que el antes y el después quedan diluidos en el global de enero a mayo.

Foto: El ministro de Economía francés, Bruno Le Maire. (Reuters/Benoit Tessier)

Fuentes de Competencia se escudan en la gran volatilidad de los mercados internacionales para justificar que sus conclusiones no tengan en cuenta el gran corte que se produjo entre marzo y abril, cuando empezó a funcionar la ayuda. Es más, consideran que esos meses son inhábiles para extraer cualquier tipo de conclusión. Es cierto que en aquellos momentos el mercado estaba patas arriba y los diferentes actores se trataban de adaptar a la nueva situación —'rally' de las materias primas, guerra comercial entre las empresas, real decreto del Gobierno— como buenamente podían. Pero también lo es que rechazar la comparación entre marzo y abril, y diluirla en el conjunto de lo que llevamos de año, equivale a una renuncia a descubrir si el punto de inflexión establecido por la Moncloa ha tenido un impacto o no en el comportamiento de las compañías, que es lo que se pregunta la ciudadanía.

En enero, febrero y marzo, los márgenes estuvieron por debajo de la media, mientras que en abril y mayo se situaron muy por encima

Pese a que la CNMC no aporta en su comunicado datos desagregados por mes, fuentes del organismo reconocen que la variación de los márgenes no ha sido homogénea a lo largo de todo el periodo: en enero, febrero y marzo —es decir, antes de la medida—, se situaron por debajo de la media de los últimos años, mientras que en abril y mayo estuvieron muy por encima. Como ya publicó El Confidencial a partir de los datos que recoge el propio regulador en sus informes mensuales, el mayor incremento se produjo en abril (un 23,7%), justo cuando entró en vigor el plan estrella del Ejecutivo para combatir la inflación.

Competencia justifica el incremento por la progresiva incorporación de los biocarburantes —que se han disparado en los últimos meses— a la señal de precios, como marca la regulación actual. Pero, una vez más, ocurre lo mismo: el argumento sirve para establecer una tendencia en el conjunto del periodo, pero no para explicar el repunte de abril. ¿Por qué si los biocarburantes ya se estaban incluyendo en enero los márgenes eran entonces muy inferiores a los actuales, e, incluso, a los históricos? Los expertos de Esade ponen el dedo en la llaga: "Existe una parte no explicada que se sitúa en el 8% para el caso de la gasolina y un 5% para el gasóleo".

Foto: El presidente del Consejo Económico y Social, Antón Costas. (EFE/David Aguilar)

La subvención del Gobierno aparece como la respuesta más plausible, que el 'think tank' corrobora con su complejísimo modelo, aunque es cierto que resulta muy difícil de aislar para evitar el efecto de otras variables que actúan al mismo tiempo. Para hacerlo, los científicos suelen usar un grupo de control, es decir, un caso similar que permita corroborar o no la hipótesis. Por suerte, Francia ha aplicado una medida muy parecida a la de España, a través de un descuento de 18 céntimos sobre el precio final de los combustibles en el punto de venta. Si fuese cierto que, como dice la CNMC, las gasolineras nacionales no estuviesen incorporando a sus márgenes una parte de la bonificación, el incremento de los de las gasolineras francesas tendría que ser muy parecido, explicado en ambos casos por otro tipo de circunstancias. Pero no es así.

Para escarnio de los consumidores españoles, el margen de las distribuidoras galas sobre el gasóleo solo aumentó en 4,4 céntimos durante el primer mes de la medida, mientras que el de las españolas lo hizo en 19,2 céntimos. ¿Realmente las peculiaridades del mercado nacional pueden explicar una diferencia tan llamativa? ¿O quizá es que, ante factores muy similares, las empresas se han comportado de una forma distinta a un lado y al otro de los Pirineos? Surge una duda razonable, pero para Competencia no existe discusión posible.

Foto: Una gasolinera, en Madrid. (EFE/Miguel Oses)

Pese a que los datos salen de los propios informes de la CNMC, las mismas fuentes aseguran que carecen de toda validez. Para los técnicos que velan por la competencia en el mercado del combustible, no es posible establecer comparaciones entre países desde el pasado abril, cuando las principales naciones europeas —no solo Francia y España— se lanzaron a aprobar todo tipo de medidas para contener los récords de los carburantes. La CNMC obtiene las cifras del Boletín Petrolero de la Comisión Europea, un documento que Bruselas publica cada semana con los precios en los veintisiete Estados miembros, pero cada país está computando las medidas adoptadas de una manera. España se halla entre las perjudicadas, ya que incluye el montante final, mientras que muchos de sus socios, entre ellos Francia, aplican el descuento. "La estadística europea no sirve para nada", sentencian desde el regulador.

El problema es que no hay otra alternativa a la que atenerse. La CNMC niega validez a las informaciones periodísticas que se basan en los datos recogidos en sus propios informes. Tampoco ofrece detalles que permitan cuantificar sus conclusiones (un ejemplo: reconoce que algunas estaciones de servicio sí están siendo investigadas, pero no dice cuántas ni de qué tipo). Y ni siquiera ofrece un anexo metodológico para explicar qué proceso ha seguido exactamente para asegurar que aquí no pasa nada, como sí hace Esade.

Cada ciudadano puede elegir a quién creer, pero seguramente a pocos les importe cuando llenar el depósito cuesta cada vez más. Se deba a la voracidad de las empresas o a las circunstancias de los mercados, lo cierto es que la medida del Gobierno no ha servido para abaratar el precio de los combustibles. Por el camino quedan unos 1.800 millones de euros —que serán el triple de aquí a final de año— y un enfado que sigue recorriendo las carreteras españolas.

Este jueves ocurrió un acontecimiento inusual en el periodismo económico español: mientras las principales cabeceras recogían en posiciones muy destacadas las conclusiones de un 'think tank' sobre el descuento de 20 céntimos al combustible, relegaban a un segundo plano —si es que las publicaban— las del regulador encargado de velar por que las empresas no aprovechen la medida para incrementar sus márgenes. El primero, EsadeEcPol, dice que lo están haciendo; la segunda, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que no. ¿Quién tiene la razón?

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