¿Sube la gasolina por la rebaja del Gobierno? Los datos dicen que no

Desde este viernes, el combustible saldrá más barato en España. El litro de carburante tendrá un descuento de 20 céntimos. La medida, que fue aprobada por el Gobierno en el último Consejo de Ministros y estará en vigor hasta el 30 de junio, busca paliar las consecuencias de la guerra de Ucrania, que ha provocado un aumento de los precios.

Afectará a los principales carburantes (gasóleo y gasolina) y también a otros como el bioetanol o el biodiésel. Las estaciones de servicio tienen un margen de 15 días para incluir el descuento en la factura, aunque deben aplicarlo desde el primer día. Mientras esté en vigor el descuento, podrán solicitar de forma mensual a la Agencia Tributaria la devolución de ese importe.

La medida ha provocado críticas y sospechas. Las primeras, porque es regresiva: una subvención directa de los carburantes beneficia más a las rentas más altas. Las segundas, porque se acusa a las empresas de estar subiendo los precios aprovechando el descuento aprobado por el Gobierno, algo que ha negado la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

TE PUEDE INTERESAR

Subvención a los carburantes: solución de corto plazo a problemas de fondo

Valor Añadido

"Lo que nosotros leemos en prensa y lo que comprobamos no se compadece", dijo este jueves Cani Fernández, presidenta de la CNMC. Añadió que el regulador tiene como objetivo asegurar que las medidas gubernamentales "se trasladen plenamente a los consumidores y en ningún caso puedan ser absorbidas por la cadena en el suministro". La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) también ha anunciado el diseño de un sistema de vigilancia para garantizar que las ayudas del Ejecutivo resulten efectivas.

"Es imposible, desde el anuncio del Gobierno, intentar ganar esos 20 céntimos", asegura Jaime Vega de Seoane, director general de Desarrollo de Negocio de Petroprix, compañías 'low cost' con más de 100 gasolineras por todo el país. "Desde que ha empezado la guerra de Ucrania, el petróleo repunta de una manera superagresiva tanto al alza como a la baja, y las gasolineras en España nunca, tradicionalmente, han cambiado de manera tan drástica. No funciona así el mundo del carburante".

El efecto de la guerra

¿De verdad han subido los precios en la última semana? La respuesta es que sí, pero ya estaban subiendo antes de que el Gobierno aprobara el descuento y de que se conociera el plan el viernes anterior, cuando el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana (Mitma) ya incluyó la medida en su acuerdo con los transportistas. El lunes, el presidente del Gobierno anunció que se aplicaría a todos los consumidores.

Un análisis de los precios de los carburantes a partir de la información que publica el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico en el Geoportal de Gasolineras permite observar, sobre todo, el efecto de la guerra. Desde el inicio del ataque ruso hasta el 11 de marzo, el precio del litro de gasóleo se encareció un 24,3% y el de gasolina, un 16,4%. Ese día se llegó a los 1,84 € y 1,85 € de media, respectivamente.

A partir de ahí, los precios se moderaron. En una semana, el litro de gasóleo cayó seis céntimos, un 3%. Algo similar sucedió con la gasolina. Pero, a partir del 19 (gasóleo) y el 22 (gasolina), volvieron a subir. Y no han parado de hacerlo, hasta superar los precios del 11 de marzo.

Entre el 24 de marzo, un día antes de que el Mitma cerrara un acuerdo con los transportistas que ya preveía esa subvención de 20 céntimos, y el 29 de marzo, día en que el Gobierno la aprobó, el precio del litro de gasóleo subió en la mayoría de las estaciones. De las 10.599 con información publicada en ambos días, en el 83% subió el precio y en el 35% lo hizo al menos cinco céntimos. Con la gasolina, los datos son un poco diferentes: un 74% de las estaciones subió el precio y el 20% lo hizo al menos cinco céntimos. Solo nueve estaciones subieron el precio del gasóleo más de 20 céntimos y solo dos lo hicieron con la gasolina.

Esas subidas son consecuencia del precio del petróleo pagado hasta la semana pasada, cuando el mercado comenzó a estabilizarse. Si la bajada que empieza a atisbarse se confirma, es posible que la semana que viene haya un descenso de los precios, explica Vega de Seoane. "La gente cree que, como hay descuento, los precios no van a bajar aunque haya bajada del petróleo. No, no es así. Nosotros ya estamos llegando al punto de estabilización. Y, si la semana que viene hay que bajar, bajaremos", dice.

El análisis según la compañía durante el mes de marzo revela que Alcampo es la que más ha subido el precio del gasóleo en la última semana: 0,056 euros, un 3,2% con respecto al 24 de marzo. Pero sus estaciones de servicio siguen estando entre las más baratas de la red nacional, junto Plenoil, Petroprix y Ballenoil, dominadoras del mercado 'low cost', que tienen también más problema para trasladar con rapidez al consumidor la variación de los precios del petróleo. "Si a mí el lunes me dicen desde Compras que ha subido el precio 10 céntimos, pues hoy palmo ocho céntimos, mañana serán seis y pasado cuatro. A los cuatro o cinco días de esa subida agresiva es cuando llego a ponerme al nivel al que tengo que estar", dice Jaime Vega de Seoane.

En Francia tampoco se ha notado

Las medidas aprobadas por el Gobierno son similares a las de otras naciones de nuestro entorno, como Italia, Portugal y, especialmente, Francia. De hecho, este último modelo es el que ha utilizado el Ejecutivo para inspirar su rebaja. En el caso francés, el descuento asciende a 15 céntimos por litro de combustible y ya fue anunciado el segundo fin de semana de marzo, dos semanas antes que en España, aunque ha entrado en vigor al mismo tiempo que en nuestro país.

Si las gasolineras francesas hubiesen aumentado sus márgenes al conocer la medida, los precios habrían evolucionado peor que en España, al menos mientras Madrid no anunció la suya. Paradójicamente, el Boletín Petrolero de la Unión Europea muestra todo lo contrario, y hace pensar que el factor determinante es la cotización del petróleo, con matices nacionales en función de las características de cada mercado y las cargas impositivas. El posible descenso de la demanda antes de que entrase en vigor la bonificación también podría haber contribuido a este fenómeno. En otras palabras: cuantos más franceses hayan esperado al 1 de abril para que les descuenten 15 céntimos en el repostaje, más habrán presionado los precios a la baja. Para conocer el efecto real de la medida en ambas naciones habrá que aguardar, por tanto, a tener datos desde su entrada en vigor.

De momento, mientras al norte de los Pirineos el diésel bajó menos de un 1% y la gasolina casi un 4% en la primera quincena tras el anuncio del Elíseo, al sur ambos se mantuvieron estables, cuando nadie sospechaba que Moncloa fuese a aprobar una ayuda generalizada para todos los consumidores. La diferencia de precios, eso sí, resulta muy sustancial: el gasóleo se paga en Francia 30 céntimos más caro que en España. Nuestro país es uno de los que tiene las combustibles más baratos en la Unión Europea, porque también está entre los que establece impuestos más bajos para estos bienes. De ahí, entre otras razones, que el Gobierno haya preferido emprender bonificaciones en lugar de una rebaja impositiva para la que contaba con un margen muy estrecho.