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La preocupación crece dentro del BCE ante una retirada prematura de los estímulos
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En sus actas de la reunión

La preocupación crece dentro del BCE ante una retirada prematura de los estímulos

El diferente momento de la recuperación en el que se encuentran las economías justifica que el BCE no responda con la misma rapidez a la aceleración de la inflación

Foto: Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Ronald Wittek)
Christine Lagarde, presidenta del BCE. (EFE/Ronald Wittek)

El Banco Central Europeo (BCE) contempla un escenario de "inflación más elevada durante más tiempo", pero algunos miembros del Consejo de Gobierno también están preocupados por retirar los estímulos monetarios de forma prematura. Así se desprende de las actas de la reunión de política monetaria del 16 de diciembre, que el BCE ha publicado este jueves, en las que muestra que algunos miembros dijeron entonces que "no se podía descartar un escenario de inflación más elevada durante más tiempo".

Los responsables del BCE pronostican que la inflación de la zona del euro se situará cerca del 2% en 2023 y en 2024 y que podría superar este nivel fácilmente. Por ello algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE consideraron que era importante "preservar la flexibilidad para actuar decididamente para mantener las expectativas de inflación ancladas en ambas direcciones y, por consiguiente, preservar también la credibilidad". Además, añadieron que el Consejo de Gobierno debería comunicar claramente que estaba preparado para actuar si las presiones sobre los precios son más persistentes y la inflación supera el objetivo durante más tiempo del previsto. Pero otros miembros mostraron su preocupación por una "retirada prematura de los estímulos monetarios y las compras de activos".

Las previsiones parecen cumplirse y el Banco Central Europeo será uno de los últimos en subir tipos y lo hará, previsiblemente, después de la Fed o el Banco de Inglaterra. El diferente momento de la recuperación económica en el que se encuentran las economías de la zona euro y de Estados Unidos justifica que el BCE no responda con la misma rapidez que pueda hacerlo la Reserva Federal estadounidense a la aceleración de la inflación, según ha indicado la presidenta de la institución, Christine Lagarde.

Foto: La presidenta del BCE, Christine Lagarde. (Reuters)

"El ciclo de la recuperación económica en EEUU está por delante del de Europa. Por lo tanto, tenemos todas las razones para no actuar tan rápidamente como uno puede imaginar que lo haría la Fed", ha señalado Lagarde durante una entrevista con la emisora France Inter.

"No podemos actuar de inmediato. Si subo las tasas de interés, esto tendrá un efecto dentro de 6 a 9 meses. El tiempo que se tarda en descender por la cadena de financiación. Pero estamos ralentizando el crecimiento", ha explicado. No obstante, la presidenta del BCE ha subrayado que la entidad ha comenzado a reaccionar y está lista para adoptar medidas de política monetaria "si las cifras, los datos, los hechos lo exigen".

Por otro lado, en relación con la política económica a implementar frente a la crisis, la francesa considera que "no es necesario un nuevo plan de recuperación", ya que el nivel de actividad es sólido, con un crecimiento importante "Tenemos una buena recuperación y no debemos reducir la velocidad", ha afirmado Lagarde, para quien el "cueste lo que cueste" ha servido bien a su cometido evitando una crisis mucho más grave, profunda y duradera, "pero ahora tenemos que salir".

La tasa de inflación de la zona euro marcó un máximo histórico del 5% el pasado mes de diciembre y, según los pronósticos del propio BCE, se espera que continúe por encima del objetivo de estabilidad de precios del 2% durante este año, aunque Lagarde ha reiterado su confianza en que las presiones inflacionistas se aliviarán gradualmente durante el curso de 2022.

El Banco Central Europeo (BCE) contempla un escenario de "inflación más elevada durante más tiempo", pero algunos miembros del Consejo de Gobierno también están preocupados por retirar los estímulos monetarios de forma prematura. Así se desprende de las actas de la reunión de política monetaria del 16 de diciembre, que el BCE ha publicado este jueves, en las que muestra que algunos miembros dijeron entonces que "no se podía descartar un escenario de inflación más elevada durante más tiempo".

Los responsables del BCE pronostican que la inflación de la zona del euro se situará cerca del 2% en 2023 y en 2024 y que podría superar este nivel fácilmente. Por ello algunos miembros del Consejo de Gobierno del BCE consideraron que era importante "preservar la flexibilidad para actuar decididamente para mantener las expectativas de inflación ancladas en ambas direcciones y, por consiguiente, preservar también la credibilidad". Además, añadieron que el Consejo de Gobierno debería comunicar claramente que estaba preparado para actuar si las presiones sobre los precios son más persistentes y la inflación supera el objetivo durante más tiempo del previsto. Pero otros miembros mostraron su preocupación por una "retirada prematura de los estímulos monetarios y las compras de activos".

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