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La campaña de navidad resiste a la nueva ola: las grandes empresas logran récord de ventas
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La hostelería se lleva la peor parte

La campaña de navidad resiste a la nueva ola: las grandes empresas logran récord de ventas

A pesar de la explosión de casos, las compras navideñas se están manteniendo con normalidad, lo que confirma que esta ola es diferente a todas las demás, también en el plano económico

Foto: Imagen de la Calle Preciados de Madrid justo antes de la Navidad. (EFE/JuanJo Martín)
Imagen de la Calle Preciados de Madrid justo antes de la Navidad. (EFE/JuanJo Martín)
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Con más de 100.000 casos confirmados cada día, la nueva ola del virus debería haber puesto a la economía de rodillas. Sin embargo, los datos de la campaña navideña muestran que el comercio minorista está resistiendo el golpe de ómicron, lo que confirma que esta variante también es diferente para la economía. Estas cifras preliminares muestran que la recuperación se mantendrá mientras no vuelvan las restricciones a la movilidad o a la actividad económica. Una buena noticia que aleja los temores de una recaída económica por la nueva ola del coronavirus.

Los registros diarios de ventas que publica ahora la Agencia Tributaria correspondiente a las grandes empresas que participan en el sistema SII (suministro inmediato de información) del IVA se han convertido en uno de los indicadores de alta frecuencia más útiles para los economistas. Si bien es cierto que no incluyen a las pequeñas empresas, tienen una gran ventaja respecto a los registros de compras con tarjeta de crédito, y es que se evita el efecto desplazamiento del dinero en efectivo.

Foto: Una camarera trabaja en una cafetería de Toledo. (EFE/Ismael Herrero)

Sin embargo, sí que existe un efecto distorsionador que conviene tener en cuenta: la pandemia ha acelerado el desplazamiento del pequeño comercio por las grandes cadenas, con más recursos para adaptarse a la nueva situación de pandemia y para vender por Internet. En cualquier caso, estos datos son un buen indicador adelantado para medir la situación del comercio minorista ante esta campaña navideña.

Las cifras publicadas por el Ministerio de Hacienda este miércoles apuntan a una campaña de récord para el comercio minorista. En el mes que va desde el 23 de noviembre hasta el 21 de diciembre (último dato disponible), el comercio minorista registró un aumento de su facturación de casi el 12% respecto al año 2020 (se excluyen de todos los cálculos las ventas de combustibles, que se han disparado más de un 30% por el encarecimiento del petróleo). Este periodo, que cubre casi toda la campaña navideña, muestra un importante crecimiento de las ventas a pesar de la difícil situación económica que ha vivido el país, hasta el punto de situar los registros en cifras históricas.

Es cierto que una parte de esta facturación adicional se debe a la inflación, ya que los datos no están corregidos de la subida de precios. Sin embargo, la subida del IPC no es tan cuantiosa, ni muchísimo menos. El IPC subyacente (eliminado el efecto de la energía) ha subido un 2,1% en el último año, una cifra que no explicaría el 12% de incremento en la facturación declarada por las empresas.

Si se observan datos medios de siete días (para evitar el efecto fin de semana), el ritmo de crecimiento de las ventas minoristas fue muy intenso durante el puente de la Constitución, que es el que marca el verdadero ‘pistoletazo de salida’ de la campaña de ventas para la Navidad. Este año esa semana fue especialmente positiva, en parte porque los dos días festivos cayeron en lunes y miércoles, por lo que muchos trabajadores hicieron puente completo de cinco días. En esa semana del puente las ventas fueron un 15% superiores a las del mismo periodo de 2019 y 2020.

El crecimiento se ha moderado levemente a medida que se acercaba la navidad, aunque se ha mantenido por encima del 10%. Habitualmente las ventas se ralentizan a partir de la nochebuena y se produce un segundo pico de ventas en el inicio del año antes del día de los Reyes Magos. Esas cifras aún no están disponibles, pero con la tendencia registrada hasta la Navidad, es previsible que sean el broche de oro a una campaña de récord.

Si se compara la facturación declarada este año con la de 2019, la subida es muy similar a la registrada respecto a 2020, ya que las pasadas navidades ya fueron muy positivas para el comercio. De hecho, el crecimiento inesperado de las ventas en ese mes de diciembre permitió evitar que España cayera en recesión como hicieron otros países europeos durante esos meses.

La hostelería sí sufre

Las familias españolas no han querido renunciar a sus regalos de navidad este año, de modo que el impacto del virus ha sido imperceptible en la facturación de las empresas de comercio. No ocurre lo mismo con la hostelería, que sí ha sentido el golpe del virus. En su caso, la dependencia de la demanda exterior supone un gran condicionante, ya que los viajes son muy vulnerables a las nuevas oleadas del virus, incluso aunque no haya restricciones.

Foto: Cartel de coronavirus en el estadio del Dortmund. (Reuters/Wolfgang Rattay)

A finales del mes de noviembre el conjunto de la hostelería (alojamiento, restauración y bebidas) estaba duplicando la facturación conseguida en 2020 y se situaba en torno a un 20% por debajo de los niveles de 2019, previos a la pandemia (-6% bares y restaurantes y -31% alojamientos). Sin embargo, el estallido de la nueva ola del virus en Europa desde principios de diciembre truncó esta mejoría.

En la semana del 21 de diciembre, la facturación de la hostelería fue un 72% superior a la de la misma semana de 2020. Esto es, pasó de crecer a un ritmo superior al 100% a finales de noviembre, a situarse claramente por debajo. Si se compara con los registros de diciembre de 2019, la caída vuelve a agravarse, situándose un 23% por debajo. El peor revés se lo han llevado los establecimientos de comidas y bebidas (muchos de ellos afectados por restricciones, especialmente el ocio nocturno), que vuelven a situarse con una caída de facturación próxima al 20% respecto a los niveles prepandemia.

Se trata de la semana de las comidas y cenas de navidad de las empresas, días clave para el sector. En esta ocasión, el virus no paró la actividad como en 2020, pero sí provocó una importante recaída en la recuperación. La encuesta mensual que elabora Markit a las empresas confirma esta situación más complicada en el sector de la hostelería.

El informe de España, publicado el miércoles correspondiente al mes de diciembre señala que “las empresas de servicios en el sector de restauración y ocio observaron cancelaciones de reservas” como consecuencia de la nueva variante del virus. “Las empresas encuestadas comentaron que existe una mayor precaución entre el público debido a la variante ómicron”, explica Markit.

Esta encuesta confirma que la hostelería ha vuelto a sufrir el golpe del virus. Si bien es cierto que no lo ha hecho como en las anteriores olas, lo que parece indicar es que este sector volverá a la normalidad hasta que la situación sanitaria no se normalice. Un hándicap para la economía española que la mantendrá lastrada también durante el año 2022.

Con más de 100.000 casos confirmados cada día, la nueva ola del virus debería haber puesto a la economía de rodillas. Sin embargo, los datos de la campaña navideña muestran que el comercio minorista está resistiendo el golpe de ómicron, lo que confirma que esta variante también es diferente para la economía. Estas cifras preliminares muestran que la recuperación se mantendrá mientras no vuelvan las restricciones a la movilidad o a la actividad económica. Una buena noticia que aleja los temores de una recaída económica por la nueva ola del coronavirus.

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