Es noticia
La crisis energética ya amenaza con alargarse a todo 2022 y pone en jaque la recuperación
  1. Economía
Tras la pugna entre EEUU y Rusia

La crisis energética ya amenaza con alargarse a todo 2022 y pone en jaque la recuperación

El mercado de futuros apunta a que también la próxima primavera se mantendrán unos precios muy por encima de lo normal, un hándicap para la esperada recuperación económica poscovid

Foto: Llama de gas en una cocina. (Reuters/Thomas Peter)
Llama de gas en una cocina. (Reuters/Thomas Peter)

El escenario de vuelta a la normalidad energética en primavera de 2022 cada vez se aleja más. Los precios que se negocian en los mercados de futuros se han disparado tras la crisis diplomática entre EEUU y Rusia por la lucha alrededor de Ucrania.

La tensión geopolítica se traslada instantáneamente al mercado energético español. Según los datos de futuros del operador ibérico, OMIP, el precio de la luz en el mercado mayorista subirá en enero a una media de 269 euros por MWH, lo que supondría profundizar de nuevo en un máximo histórico para este suministro de primera necesidad. Para el primer trimestre del año, la estimación es de 257 euros MWh.

Para abril, el coste de la electricidad se modera solo hasta los 158,43 euros MWh. Hasta hace pocos días, se esperaba que la luz entonces estuviera alrededor de 100 euros/MWh, sin embargo, las previsiones actualizadas lo llevan a un precio que triplica los 50 euros MWh que, por ejemplo, se dieron en abril de 2019. El futuro para el 2022 completo está en 184,25 euros MWh. Es decir, que el mercado prevé, a día de hoy, que 2022 sea el año con la luz más cara de la historia.

placeholder Tubos para la instalación del gasoducto Nord Stream 2 que va de Rusia a Alemania. (Reuters)
Tubos para la instalación del gasoducto Nord Stream 2 que va de Rusia a Alemania. (Reuters)

En el caso del gas, la situación es igual de alarmante. Tras un invierno récord superando los 100 euros MWh, se espera que de cara a la temporada de primavera verano, cuando la demanda baja con fuerza por el menor uso de calefacciones, aún estaría en los 69,67 euros MWh. En suma, la previsión de OMIP es que el gas cueste de media 78,28 euros MWh en 2022, de nuevo un récord histórico con un precio casi cuatro veces superior a los 20 euros MWh que se negociaban habitualmente antes de la pandemia.

Con este panorama, los principales responsables en materia energética empiezan a rebajar el optimismo que preveían tras el invierno. La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, ya mira más a largo plazo. Según advirtió en una reciente entrevista en 'El Correo' "la luz se estabilizaría en 2022 y volvería a ser competitiva al año siguiente".

También las empresas empiezan a ver que la crisis energética no terminará en el corto plazo. No en vano, uno de los mayores conocedores del mercado gasista a nivel mundial como es Naturgy ha emplazado a sus grandes clientes industriales a renegociar sus contratos de cara a enero de 2022, ya que, según justifica, no puede suministrar a precios precrisis con el aumento de costes de aprovisionamiento que está experimentando por parte de los productores.

En este punto, cabe destacar que Argelia, principal proveedor de gas natural para España, está renegociando sus contratos con Naturgy para subirle los precios. Otras grandes gasistas como Unión Fenosa Gas (ENI) o Endesa también han roto contratos y acuerdos de suministro de cara al próximo año.

Foto: Cámara térmica de un tanque de gas. (Reuters/James Turitto)

Los expertos analizan de cerca dos factores para hacer sus vaticinios. Por un lado, que el invierno fuera suave, para así destensar la demanda y no tener que recurrir a las reservas, lo que permitiría evitar nuevos aprovisionamientos estratégicos en las regasificadoras en primavera y verano y así lograr una bajada de precios. Por otro lado, consideraban clave que en Europa se pusiera en marcha cuanto antes el gasoducto Nord Stream 2, que aumentara el aprovisionamiento y evitara episodios de escasez y, por tanto, alzas de precio.

Ambos factores, por ahora, se mueven en el escenario más negativo. Sin que aún haya arrancado el invierno, las bajas temperaturas están disparando la demanda. Además, la crisis entre EEUU y Rusia por Ucrania está planteando serias dudas sobre la rápida puesta en marcha del gasoducto que atraviesa el Mar Báltico y cuya entrada en funcionamiento se podría retrasar más allá de lo previsto tras la imposición de sanciones por parte de la Administración Biden a empresas que trabajan en la infraestructura.

"Esta quincena se ha caracterizado por las bajas temperaturas experimentadas en Europa que han provocado el incremento en la demanda; por las sanciones impuestas por EEUU a una empresa vinculada a Rusia e involucrada en la finalización del Nord Stream 2", señalaba esta semana Gas Industrial, la agrupación de empresas españolas exportadoras que consumen grandes cantidades de gas en sus procesos productivos.

"El temor a un faltante de gas es ahora más alto que hace un mes y eso se traslada a los precios"

Javier Revuelta, principal senior de la consultora Afry, señala que "el temor a un faltante de gas es ahora más alto que hace un mes y eso se traslada a los precios". "El hecho de que no se vaya a contar ya con el Nord Stream hasta el verano y los problemas con Bielorrusia o Ucrania están contribuyendo a que aumente el miedo, y eso se traduce en alzas de precios", añade. "Con los niveles de almacenamiento bajos, y una previsión de invierno incluso más frío que otros años, es probable que haya una fuerte demanda de aprovisionamiento en primavera y verano para el año siguiente, lo que puede mantener la tensión de precios al alza más allá de marzo", concluye este experto.

Por otro lado, Revuelta no olvida los niveles récord del CO₂, en más de 80 euros cada tonelada. "El diseño de los derechos de emisión de CO₂ no hace sino contribuir a que la especulación infle aún más el precio de la electricidad, porque en nuestra opinión los precios actuales no están sustentados por fundamentales", explica el experto de la consultora especialidad en energía.

Foto: Imagen de la videollamada entre Vladimir Putin y Joe Biden. (Reuters vía la Casa Blanca)

"El gas continúa ahogando a la industria" advierte esta asociación que refleja que el precio en el mercado spot en España es, junto con Italia, el más elevado de toda Europa, lo que supone un lastre para su competitividad internacional.

El panorama energético está siendo altamente dañino para la economía española, pero si se cumplen las previsiones de los mercados de futuro la esperada recuperación económica prevista para 2022 se puede ver fuertemente impactada. Para este año, el subidón de precios ha supuesto un golpe del 1,4% de PIB, según BBVA Research y del 1,3% para Freemarket. El retraso en la llegada de los fondos europeos también está lastrando la economía nacional.

Con las previsiones de crecimiento muy a la baja respecto al cálculo de hace meses para este año, se esperaba un mayor impulso en 2022. Sin embargo, el pronóstico energético al alza podría deslucir con fuerza la recuperación del próximo año. Por el contrario, también hay analistas que creen que la situación no será tan dramática. En este sentido, consideran que EEUU aflojará con Rusia dado que el país presidido por Vladímir Putin es uno de los principales suministradores de hidrocarburos de la potencia norteamericana, que ya registra una inflación del 6,8%, su mayor crecimiento desde 1982.

Otra posibilidad, aún más dolorosa para la economía, es que la crisis energética amainara porque la pandemia se vuelve a descontrolar y obliga a restricciones que moderen la demanda. Aunque no es el escenario más plausible, ya hay quien empieza a ponerlo encima de la mesa.

El Gobierno tendrá que actuar

Sea como fuere, la crisis energética va a obligar al Gobierno en España a moverse desde ya. En primer lugar, tiene que decidir si mantiene la rebaja de impuestos implementada en los últimos meses. Los presupuestos generales del Estado se han construido con el IVA y el impuesto especial sobre la electricidad sin bonificar, como se encuentra actualmente. Sin embargo, la ministra de Hacienda aseguró que las cuentas públicas tienen suficiente holgura para mantener la rebaja de impuestos a la luz.

En el mercado se considera que es cuestión de días que se anuncie que en 2022 continuarán los impuestos rebajados. Dependiendo del horizonte de rebaja de impuestos, se podrá atisbar mejor hasta cuándo prevé el Gobierno que se mantenga la crisis energética, aunque siempre puede ir modulando su intervención en función de las circunstancias.

El Gobierno tendrá que decidir si prolonga la bajada de impuestos a la luz y si mantiene el tope a la tarifa de gas más allá de marzo de 2022

Después de que finalmente no se cumpla la promesa que hizo Pedro Sánchez de mantener en 2021 la luz en niveles de 2018 para los 10,5 millones de hogares con tarifa regulada, el problema puede llegar en primavera. El Real Decreto-ley 17/2022 contempla un tope en el precio del gas para consumidores minoristas acogidos a la tarifa regulada que termina en marzo. Si el Gobierno mantiene el límite con los precios mayoristas disparados aumentará la bolsa de déficit que se está generando en el sistema gasista. Si no prolonga dicha actuación, los precios tendrán que subir con fuerza para los consumidores de gas natural.

Sin llegar a marzo, el incremento de precios de luz, gas y carburantes, en máximos de hace ocho años, ha metido a la economía española en una peligrosa espiral inflacionista (IPC más alto en 29 años), que se espera sea mucho más acusada en enero, cuando se producen la revisión tarifaria de infinidad de servicios y bienes de consumo. Sirva como ejemplo el anuncio de Mercadona de esta misma semana, que pretende subir el sueldo a sus más de 96.000 trabajadores un 5% para que no pierdan poder adquisitivo. Un aumento de costes laborales que habrá que ver si van contra el beneficio de su presidente y dueño, Juan Roig, o acaba en una revisión al alza del precio de los productos de sus supermercados.

La situación es delicada, un experto en energía argumenta que "el Gobierno está obligado a trasladar cierto optimismo sobre la estabilización del precio de la energía y así tratar de frenar la espiral inflacionista, ya que si se produce una subida generalizada de salarios y precios al final el BCE tendrá que intervenir con una subida de tipos y los desajustes macroeconómicos para una economía como la Española, altamente endeudada, son imprevisibles".

El escenario de vuelta a la normalidad energética en primavera de 2022 cada vez se aleja más. Los precios que se negocian en los mercados de futuros se han disparado tras la crisis diplomática entre EEUU y Rusia por la lucha alrededor de Ucrania.

Naturgy Gas natural Pandemia
El redactor recomienda