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España creó 359.000 empleos en verano y superó la cota de los 20 millones de ocupados
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Por primera vez desde 2008

España creó 359.000 empleos en verano y superó la cota de los 20 millones de ocupados

La recuperación del empleo fue muy intensa durante el verano, duplicando el promedio de creación de puestos de trabajo del periodo expansivo previo a la pandemia. La tasa de paro bajó al 14,6%

Foto: Imagen de un camarero que atiende una mesa en Valencia. (EFE)
Imagen de un camarero que atiende una mesa en Valencia. (EFE)

El mercado laboral español volvió a mostrar un gran dinamismo durante el verano con una intensa creación de empleo. Según los registros de la EPA publicados este jueves, el número de ocupados aumentó en 359.000 personas en el tercer trimestre del año, de modo que España superó la cota de los 20 millones de ocupados por primera vez desde el año 2008. Este ritmo del empleo es, exactamente, el doble del promedio registrado en los años de la recuperación económica posterior a la salida de la crisis financiera. En concreto, en los veranos de 2014 a 2019, España creó, de media, 175.000 empleos. Es, además, el segundo mejor verano para el empleo de la serie histórica, solo por detrás del verano de la pandemia, posterior al 'gran confinamiento', cuando se crearon 570.000 empleos. El dato de este verano muestra, por tanto, una recuperación muy dinámica del mercado laboral en el primer trimestre ya sin estado de alarma.

Este crecimiento tan fuerte del empleo hay que ponerlo en perspectiva, ya que una buena parte de las contrataciones de verano que la hostelería adelanta al segundo trimestre, este año se retrasaron al tercer trimestre por el estado de alarma. En cualquier caso, los datos muestran una intensa recuperación del mercado laboral que anticipa un buen dato de crecimiento del PIB en la contabilidad nacional que publicará el viernes el INE. Si se compara con el verano de la pandemia, el número de ocupados ha crecido en 854.000 personas, un incremento del 3,5%.

La hostelería creó nada menos que el 60% del empleo, lo que indica una rápida reapertura del sector durante el verano y que las contrataciones que no se produjeron durante el segundo trimestre se hicieron en el tercero. En total incorporó a más de 213.000 ocupados, una buena parte de los cuales serán despedidos tras la temporada. A pesar de todo, la hostelería sigue todavía con 185.000 empleos menos que antes de la pandemia. También creció con fuerza el empleo en las actividades administrativas y de servicios auxiliares como consecuencia de la vuelta del trabajo presencial: se está contratando personal de recepciones, secretarías, limpieza, etc. En total, este sector incorporó a más de 104.000 empleados en el tercer trimestre.

La mayor parte del empleo creado fue en el sector privado. En total, incorporó a 315.000 trabajadores, mientras que el sector público contrató a 44.000 personas. Como es habitual durante los veranos, una buena parte de las incorporaciones fueron con contratos temporales que, previsiblemente, desaparecerán en masa con el fin de la temporada alta turística. En total, el número de asalariados creció en 409.000 personas, de los cuales, 264.000 eran trabajadores temporales. Este dato no es muy diferente al que existía antes de la pandemia, por ejemplo, en 2016 llegaron a contratarse a 246.000 trabajadores temporales. Sin embargo, el empleo indefinido sí que ha crecido mucho más de lo que es habitual en los meses de verano. En total, fueron 145.000 nuevos ocupados con contrato indefinido, lo que supone algo más de un tercio del total, un dato que no se veía desde 2007, hace casi 15 años.

Foto: Tráfico en el puerto de California, que lleva semanas atascado. (EFE)

Los ERTE siguen afectando a los datos de empleo, ya que estas personas se consideran ocupados según las estadísticas. Eso sí, su efecto distorsionador sobre las estadísticas es cada vez menor porque la mayor parte se han reincorporado al empleo. En total, quedan unos 95.000 asalariados en ERTE que no trabajan (una parte están con reducción de jornada), esto es, menos de la mitad que en el segundo trimestre. A lo largo del verano se reincorporaron más de 111.000 personas del ERTE a la actividad, lo que muestra también otra vía de creación de empleo que no se ve reflejada en la estadística de ocupados totales.

Uno de los datos sorprendentes de la EPA de este verano es la caída de las horas totales trabajadas, que se redujeron un 10% respecto al segundo trimestre. Se trata del peor dato desde 2013, cuando España transitaba los últimos meses de la crisis del euro, sin embargo, contrasta con el fuerte ritmo de creación de empleo. El motivo está en las vacaciones de verano, que este año han sido masivas: cada semana del trimestre hubo, de media, 2,8 millones de ocupados de vacaciones. En total, si se compara con el verano de 2019, el último previo a la pandemia, el número de trabajadores de vacaciones creció un 20% y marcó un nuevo máximo histórico, superando la cota marcada en el año 2008. Estos datos explican el fuerte crecimiento del turismo nacional durante el pasado verano y son una buena muestra de la recuperación del optimismo en los hogares, que decidieron disfrutar del verano tras un año y medio casi encerrados por la pandemia.

A lo largo del verano creció intensamente la oferta de mano de obra, lo que puede estar anticipando una recuperación de los flujos migratorios, así como la reincorporación de algunos inactivos al mercado laboral tras la pandemia. En total, el número de activos creció en 232.000 personas, el mejor verano desde el año 2003 si se descuenta el año de la pandemia, cuando hubo una reincorporación masiva de trabajadores tras el 'gran confinamiento'. Para España, como para todas las economías occidentales, es clave recuperar la oferta de trabajo, ya que en los últimos meses se han producido graves problemas de vacantes por la escasez de mano de obra.

El problema del crecimiento de la actividad es que frena la reducción del desempleo. En total, a lo largo del trimestre salieron del paro 127.000 personas, una cifra muy inferior a la que suele ser habitual: entre los años 2014 y 2019 salieron, de media, 185.000 personas del desempleo. De esta forma, el número de parados se mantuvo por encima de los 3,4 millones de personas. La tasa de desempleo se redujo hasta el 14,57%, el dato más bajo desde el primer trimestre de 2020, cuando empezó la pandemia.

Una de las noticias negativas de la EPA es la reducción del número de trabajadores autónomos. En total, se redujo en algo más de 50.000 personas a lo largo del verano, el peor dato desde que existen registros. Esta caída coincide con el despliegue de la 'ley rider', lo que podría indicar que las plataformas de comida a domicilio están eliminando paulatinamente la figura del 'falso autónomo'. Si se analiza por franjas de edad, casi la mitad de la pérdida de autónomos se concentra entre los 25 y los 39 años y, si se amplía hasta los 49 años, suman al 77% de los autónomos perdidos.

El mercado laboral español volvió a mostrar un gran dinamismo durante el verano con una intensa creación de empleo. Según los registros de la EPA publicados este jueves, el número de ocupados aumentó en 359.000 personas en el tercer trimestre del año, de modo que España superó la cota de los 20 millones de ocupados por primera vez desde el año 2008. Este ritmo del empleo es, exactamente, el doble del promedio registrado en los años de la recuperación económica posterior a la salida de la crisis financiera. En concreto, en los veranos de 2014 a 2019, España creó, de media, 175.000 empleos. Es, además, el segundo mejor verano para el empleo de la serie histórica, solo por detrás del verano de la pandemia, posterior al 'gran confinamiento', cuando se crearon 570.000 empleos. El dato de este verano muestra, por tanto, una recuperación muy dinámica del mercado laboral en el primer trimestre ya sin estado de alarma.

Encuesta de Población Activa (EPA)
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