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Los costes en la construcción suben un 10% y presionan al alza el precio de la vivienda
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MÁS INFLACIÓN EN LA ECONOMÍA

Los costes en la construcción suben un 10% y presionan al alza el precio de la vivienda

El repunte de la inflación se ha colado con intensidad en el sector de la construcción. Básicamente, por el incremento del precio de las materias primas. Los costes suben casi un 10%

Foto: Un edificio en obras. (EFE)
Un edificio en obras. (EFE)

El alza de las materias primas y los cuellos de botella que se han generado en la economía global a consecuencia de la recuperación económica (contenedores, semiconductores, nuevas restricciones al comercio de determinados bienes…) ha provocado un repunte de la inflación. Pero lo ha hecho con especial intensidad en la construcción, como demuestra el hecho de que los costes hayan crecido casi un 10% desde que comenzó el año. Ni que decir tiene que este incremento, tarde o temprano, se trasladará a los precios que pagan los consumidores, ya sean privados (vivienda) o públicos (obra civil).

En concreto, los costes de construcción en edificación residencial subieron un 7,7% interanual hasta junio de 2021, frente al descenso del 3,8% registrado el año pasado, lo que supone que los precios se han disparado un 9,6% en tan solo seis meses. Los datos han sido recogidos por los especialistas de ACR Grupo, una de las primeras constructoras del país, y lo achacan a la escalada de precios que se ha producido en las materias primas. En particular, productos como el acero, la madera, el aluminio o el cobre, que está, literalmente, disparado (un 58% de incremento en los últimos doce meses).

Las partidas que más acusan las subidas son los costes de cimentación y estructura de las nuevas obras, que actúan como indicador adelantado del resto de partidas, y que marcan un incremento del 13,4% y un 17%, respectivamente, sostiene el informe. Destacan también los crecimientos de precios en carpintería de madera (7,1%) y vidriería (10,4%). Solo la partida de movimiento de tierras registra un descenso interanual, que se sitúa en -1,8%.

Los datos son coincidentes, aunque el periodo calculado es distinto, con los que ofrece el Ministerio de Fomento, que reflejan un crecimiento de los costes de la construcción del 4,9%, pero hasta marzo. Es decir, antes de que en el segundo trimestre se haya acelerado el incremento de los costes en coherencia con la evolución de las materias primas.

Según Fomento, los incrementos son del 6,1% para los materiales de construcción, un 4,8% para la edificación y un 5% para la ingeniería civil. Solo los costes de la mano de obra se mantienen alineados con la inflación general, con un aumento del 2,6%.

Hace 40 años

Este encarecimiento de los costes en el sector de la construcción, cuyo valor añadido representaba el 5,9% del PIB antes de la pandemia, es coherente con lo que está sucediendo en el conjunto de los precios industriales, que en abril ya crecían a un ritmo anual del 12,8%. Básicamente, por el incremento de la energía, que crece a un ritmo estratosférico del 33,1%, la tasa más elevada desde diciembre de 1981, lo que da idea de lo que está sucediendo desde el punto de vista de los costes en el conjunto del tejido productivo.

Este aumento de los costes, en todo caso, todavía no se ha trasladado al precio de la vivienda nueva, sino que lo hará en los próximos trimestres a medida que se cierren nuevos contratos de compraventa que incorporen ya las actuales condiciones de mercado.

Las cifras más recientes de Estadística muestran que el Índice de Precios de Vivienda (IPV) en el primer trimestre de este año creció un 0,9% en términos anuales, lo que supone la tasa más baja desde el tercer trimestre de 2014. Por tipo de vivienda, la variación anual de la vivienda nueva bajó casi seis puntos, hasta el 2,3%, y se sitúa, igualmente, en su nivel más bajo desde el cuarto trimestre de 2014. Por su parte, la vivienda de segunda mano crece a un ritmo del 0,7%, tres décimas por encima de la registrada el trimestre anterior, como sostiene Estadística.

Foto: Foto: iStock.

El aumento de los costes en el sector, lo que lastra lograr precios más competitivos, puede explicar en parte que en mayo el Indicador del Clima de la Construcción (ICC) cayera un 5,3%, lo que supone un retroceso de 2,1 puntos respecto a su valor en abril. En términos interanuales, sin embargo, el ICC alcanzó un valor superior en 34,2 puntos al de hace un año, lo que se explica porque abril de 2020 fue el primer mes en el que se restringió por completo toda actividad no esencial.

El descenso de mayo (ya un mes en plena recuperación de la actividad económica global) se debió fundamentalmente al "nivel negativo" observado en las expectativas de empleo (-8,6 puntos), como sugieren los técnicos del Ministerio de Industria, al que se une un valor negativo de dos puntos en la cartera de pedidos. Es decir, un clima muy distinto al que se da en otros sectores productivos, principalmente servicios o, incluso, industria, a medida que se han ido levantando casi todas las restricciones.

El alza de las materias primas y los cuellos de botella que se han generado en la economía global a consecuencia de la recuperación económica (contenedores, semiconductores, nuevas restricciones al comercio de determinados bienes…) ha provocado un repunte de la inflación. Pero lo ha hecho con especial intensidad en la construcción, como demuestra el hecho de que los costes hayan crecido casi un 10% desde que comenzó el año. Ni que decir tiene que este incremento, tarde o temprano, se trasladará a los precios que pagan los consumidores, ya sean privados (vivienda) o públicos (obra civil).

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