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La Fed aumenta las estimaciones inflación desde un 1,8% hasta un 2,4% para este año
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POWELL NO ESTÁ PREOCUPADO

La Fed aumenta las estimaciones inflación desde un 1,8% hasta un 2,4% para este año

Gran parte de los 18 miembros del consejo esperan mantener los tipos de interés en niveles próximos al cero hasta 2023, aunque cada vez más adelantan sus expectativas

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La Reserva Federal ha mantenido su política monetaria sin cambios en la reunión ordinaria de este marzo. Sin embargo, ha aumentado considerablemente sus pronósticos de inflación, subiendo a una previsión del 2,4% desde el 1,8% que había vaticinado en diciembre para 2021.

"Tras la moderación del ritmo económico, los indicadores de la actividad económica y el empleo han virado al alza recientemente, aunque la mayoría de sectores más golpeados por la pandemia siguen débiles", ha dicho la Fed en el comunicado posterior a la reunión de dos días. Las expectativas de inflación para 2022 están en un 2% y un 2,1% en 2023.

Al igual que a finales de febrero, el presidente del banco central, Jerome Powell, se ha mostrado muy cómodo con estos pronósticos, apuntando a que seguirá manteniendo el actual rumbo de la política monetaria durante los próximos meses. "Hablar de la inflación es una cosa, pero que la inflación suba por encima del 2% es otra", ha dicho Powell en la rueda de prensa posterior a la reunión.

"En los últimos años, hemos hablado del 2% como el objetivo pero no hemos llegado ahí - es por eso que nos gustaría dejarla que suba moderadamente por encima del 2%", ha matizado el presidente, defendiendo que "el cambio fundamental de la actualización de la estrategia es que no vamos a actuar prematuramente basándonos en expectativas, vamos a esperar a los datos en sí". Además, Powell ha querido dejar claro que si la Fed fuese a cambiar su política monetaria, no lo haría de la noche a la mañana, lo comunicaría de forma clara y con tiempo de antelación. De todas formas, el presidente tampoco tiene expectativa de que el repunte en inflación vaya a persistir o agudizarse a largo plazo ni que el panorama vaya a cambiar de forma brusca.

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Gran parte de los 18 miembros del consejo esperan mantener los tipos de interés en niveles próximos al cero hasta 2023, según las proyecciones publicadas el miércoles. Pero otros siete estiman que la entidad empezará a subir los tipos en 2022 o 2023 - dos más que en diciembre. Por otro lado, el comunicado explica que la entidad seguirá comprando al menos 120.000 millones de dólares en deuda al mes hasta que haya "un progreso sustancial" en los objetivos de la Fed.

El presidente de la Fed también se ha referido a estas divergencias entre los miembros del consejo en la ronda de preguntas. Powell ha justificado que el contexto sigue siendo muy incierto - "nunca habíamos salido de una pandemia antes, nunca habíamos visto este tipo de apoyo fiscal antes" - por lo que ha reiterado que es normal que haya diferentes perspectivas en el consejo, subrayando que no le gusta enfocarse "en el momento exacto" de una subida de tipos y que el mapa de puntos es orientativo.

En el resto de previsiones económicas, la Fed ha aumentado sus expectativas de crecimiento del PIB desde el 4,1% que dijo en diciembre hasta un 6,5% para 2021. Por otro lado, el banco central espera que el paro caiga hasta un 4,5% para finales del año, desde el 6,5% que había proyectado en febrero.

¿Qué pasa con la inflación?

Con la entrada de los paquetes de estímulo fiscal (el presidente Joe Biden acaba de aprobar la inyección de 1,9 billones) y la reapertura económica en plena campaña de vacunación, el mercado tiene el foco puesto sobre la inflación y, sobre todo, una potencial respuesta por parte del regulador monetario a un escenario de subidas contundentes de los precios. Si los precios se salen de los objetivos del banco central, este podría verse obligado a tomar medidas como, por ejemplo, subir los tipos de interés.

A grandes rasgos, una subida de los tipos de interés limaría la rentabilidad que pagan los bonos actualmente, a la vez que haría las nuevas emisiones de deuda más atractivas. Ante este escenario, los inversores venden sus bonos. El precio de estos activos se mueve de forma inversa a la rentabilidad: si el inversor vende, la falta de demanda presiona el precio a la baja y si el precio cae, el tipo de interés sube.

De ahí que el bono a 10 años de EEUU (conocido como 'treasury' y de referencia en EEUU) haya estado subiendo con fuerza en las últimas semanas hasta alcanzar máximos de enero de 2020 en un 1,65%, subiendo 4 puntos básicos este miércoles.

Sin embargo, a finales del año pasado, la Reserva Federal actualizó sus dos objetivos de política monetaria: el de máximo empleo y el de una evolución estable de los precios. En este último, especificó que permitiría que la inflación superase moderadamente el 2% un tiempo.

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Divergencias con el BCE

En Europa está pasando algo parecido, aunque aquí la campaña de vacunación, así como la inyección de los estímulos fiscales, ha estado encarando algunos desafíos. Con todo, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, reconoció la semana pasada los aumentos en los tipos de interés de la deuda, y anunció que la entidad monetaria aumentaría el ritmo de las compras en su programa de emergencia contra la pandemia (PEPP, por su siglas en inglés), aunque a grandes rasgos mantuvo su política monetaria intacta.

Powell ha sido preguntado al respecto de posibles divergencias en el panorama económico de Europa, también a nivel monetario. "Estamos teniendo una recuperación divergente aquí, al igual que en la última crisis", ha admitido el presidente de la Fed. "También en este caso, EEUU está liderando la recuperación global".

En este contexto, el líder de la política monetaria de EEUU ha reiterado que el foco de la Reserva Federal es la economía doméstica, y se ha limitado a decir que la entidad "sigue los desarrollos fuera porque sabemos que pueden afectar nuestros desarrollos". A largo plazo, sin embargo, Powell ha dicho que, a largo plazo, no está "preocupado". Al mismo tiempo, Powell también ha argumentado que una mejora de la economía estadounidense ayudará a otras economías porque reactivará la demanda global.

En defensa de los tipos bajos

El presidente de la Fed también ha hecho algunas reflexiones sobre la visión que se tiene de la inflación del presente respecto al pasado. Cree que la evolución de los precios de la pandemia no se puede extrapolar a la que se vio en el pasado. "La gente constituirá nuevos negocios, reabrirá los restaurantes, los aviones volverán a volar - todo esto pasará", ha asentido Powell, que sin embargo ha subrayado que esto resultará en un "pico puntual de los precios, pero que no cambiará la inflación según se avance de cara al futuro porque las expectativas de la inflación están ancladas en torno al 2%". El presidente cree que la fijación por ese objetivo permite que el banco central pueda inyectar grandes estímulos cuando la economía está débil. 

"Sabemos que las dinámicas de la inflación evolucionan con el tiempo", ha añadido el presidente de la Fed. "Hubo un tiempo en el que la inflación subía y se quedaba arriba - ese tiempo ya no es ahora y lleva sin serlo décadas". "Si viesemos que las expectativas de inflación se levantan sustancialmente por encima del 2%, por su puesto que llevaríamos a cabo una política para asegurarnos que eso no pasa", ha zanjado Powell, que no obstante ha querido dejar claro que si la Fed viese esto venir, avisaría con tiempo. 

En este contexto, el responsable máximo de la política monetaria estadounidense quiso también salir en defensa de los tipos bajos. Defendiendo que la Fed toma sus decisiones mirando un amplio abanico de métricas del mercado y la economía, el presidente ha explicado que los tipos llevan rondando los mínimos más de diez años pero que, según su visión, no ha habido distorsiones. "Durante este tiempo no hemos visto un aumento excesivo de deuda, no hemos visto burbujas en los precios de los activos que amenazarían al progreso de la economía", ha dicho Powell. "No hemos visto cosas como, por ejemplo, la burbuja inmobiliaria".

Defendiendo que la economía hoy está mucho mejor establecida y supervisada que antes de la crisis financiera, Powell ha zanjado que "la conexión entre los bajos tipos de interés y ese nivel de inestabilidad financiera no es tan estrecha como la gente se piensa", aclarando que no por ello la Fed no deja de seguirlo. "Sí lo hacemos, y muy de cerca", ha concluido Powell, volviendo a hacer hincapié en las mejoras en la supervisión por parte de la Fed respecto a la crisis financiera. 

La Reserva Federal ha mantenido su política monetaria sin cambios en la reunión ordinaria de este marzo. Sin embargo, ha aumentado considerablemente sus pronósticos de inflación, subiendo a una previsión del 2,4% desde el 1,8% que había vaticinado en diciembre para 2021.

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