Bruselas se decanta por alargar un año más la 'barra libre' fiscal ante la pandemia

Los mensajes durante los últimos meses han ido siempre en la misma dirección: no deben retirarse antes de tiempo los estímulos para ir superando los efectos económicos de la pandemia, no debe levantarse el pie del acelerador, al menos por el momento. Es por eso que la Comisión Europea mantuvo en 2021 suspendidas las reglas de disciplina fiscal de la Unión Europea, para permitir a los Estados miembros seguir esa recomendación.

Ahora, el Ejecutivo comunitario adelanta que mantendrá dicha suspensión también durante 2022 con el objetivo de reactivar las reglas fiscales ya en 2023. Lo anunciará oficialmente en mayo, pero Paolo Gentiloni, comisario de Economía, ha explicado que consideraron necesario dar seguridad a los Estados miembros y avanzarles su decisión. Fue en marzo de hace un año cuando la Comisión Europea, ante el empeoramiento de las perspectivas económicas y los primeros confinamientos, decidió activar la llamada “cláusula general de escape” del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC). El movimiento en Alemania de mantener suspendido el “freno” de deuda constitucional, que les permite tener un mayor déficit, y sobre el que se tomará una decisión definitiva en las próximas semanas, allanó el camino para que Bruselas pueda tomar esta medida con menor presión política.

“Según el pronóstico de invierno de la Comisión para 2021, se prevé que el PIB de la UE alcance su nivel de 2019 hacia mediados de 2022. Por lo tanto, las indicaciones preliminares actuales sugerirían continuar aplicando la cláusula general de escape en 2022 y desactivarla a partir de 2023. La Comisión evaluará la desactivación o la aplicación continuada de la cláusula de escape general como parte de su paquete de primavera del Semestre Europeo, sobre la base de las previsiones de primavera de 2021 de la Comisión”, señala el Ejecutivo comunitario este miércoles en una comunicación sobre políticas fiscales frente al coronavirus.

Gentiloni ha pedido "por supuesto, una actitud muy prudente hacia la alta deuda", pero ha señalado que es necesario mantener las medidas de apoyo. "Nuestro deseo es no tener una retirada prematura de estas medidas de apoyo, porque pensamos que sería un error y ya se cometió en el pasado, no deberíamos repetirlo", ha explicado el italiano en una rueda de prensa.

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Además, la Comisión Europea señala que “se seguirán teniendo en cuenta las situaciones específicas de cada país tras la desactivación de la cláusula de salvaguardia general”. Es decir, no habrá una aplicación irreflexiva de las normas fiscales. De hecho, el Ejecutivo comunitario se muestra bastante claro: “En caso de que un Estado miembro no se haya recuperado al nivel de actividad económica anterior a la crisis, se utilizarán plenamente todas las flexibilidades del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, en particular al proponer orientaciones de política fiscal”.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento incluye el conjunto de las normas fiscales que rigen las cuentas de los países del euro, y cuyo objetivo es mantener el déficit por debajo del 3% y la deuda pública por debajo del umbral del 60% del PIB. Es por el PEC que España estuvo cerca de ser multada en 2016 por no cumplir con los objetivos marcados en la reducción del déficit. Italia estuvo a punto de recibir una factura mil millonaria por aumentar la deuda pública durante el Gobierno de Lega y Movimento 5 Stelle.

Por otro lado esta decisión de mantener activada la cláusula general de escape permitirá un mayor periodo para reflexionar respecto a la reforma de las normas fiscales. Algunos países como España o Francia habían mostrado su preocupación respecto a la reactivación del Pacto de Estabilidad sin una revisión previa de las reglas fiscales que, en cualquier caso, ya habían empezado a ser revisadas antes de que comenzara la pandemia. El objetivo de Bruno Le Maire, ministro de Finanzas francés, es concluir esa reforma de las normas fiscales durante la presidencia francesa entre enero y junio de 2022. En todo caso, fuentes del Ministerio de Economía español coinciden en que será complejo que las negociaciones avancen hasta que no haya un nuevo Gobierno alemán tras los comicios de septiembre de 2021, aunque piden que se intente acelerar todo lo posible los trabajos.