La industria española sufre el mayor parón en seis años por la caída de los pedidos

En el mes de octubre confluyeron la mayor parte de las incertidumbres que afectan actualmente a la economía española. El presidente de EEUU, Donald Trump, anunció una batería de aranceles a las importaciones europeas como consecuencia del fallo favorable por ayudas de estado al fabricante europeo de aeronaves Airbus. En Reino Unido, la batalla en el Parlamento por culminar el Brexit fracasó y provocó el adelanto electoral. Y, en España, los políticos siguieron afilando su discurso de cara a las elecciones del 10 de noviembre. En este entorno tan desafiante para la economía, el sector manufacturero español sufrió el mayor desplome de la actividad en seis años.

El Índice PMI manufacturero cayó hasta 46,8 en octubre, el dato más bajo registrado por la economía española desde el año 2013. Este indicador elaborado por IHS Markit a partir de encuestas a gestores de compras de empresas, marca recesión por debajo de 50 y expansión cuando está por encima. Por quinto mes consecutivo, el sector manufacturero español estaría destruyendo actividad en medio de un escenario muy complicado. Esta caída mensual de la actividad en el sector manufacturero es la peor en 78 meses, el peor dato de todas las grandes economías europeas.

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Las empresas ralentizaron su producción como consecuencia de la caída de los nuevos pedidos. "En un contexto de elevada incertidumbre económica y política, tanto en el país como en el extranjero, hubo informes generalizados de una demanda del mercado decepcionante y clientes que adoptaron un enfoque cauteloso en sus actividades de compra e inversión", señala IHS Markit.

l mercado interior está sufriendo ya las consecuencias de la ralentización económica, que está afectando ya a la demanda interna. Tampoco fue mejor la demanda externa: "Las ventas de exportaciones también disminuyeron por quinto mes consecutivo, y las empresas señalaron el impacto negativo en la confianza del mercado, generado por el Brexit y la política comercial de Estados Unidos", señala la entidad.

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La entrada de pedidos sufrió la mayor caída mensual (ajustado de estacionalidad) desde abril de 2013. Las empresas tiraron de su cartera de pedidos antigua para mantener un cierto nivel de actividad, lo que también ha provocado que los pedidos pendientes se hayan reducido significativamente. También optaron por reducir sus plantillas, lo que generó el quinto mes consecutivo de destrucción de empleo en el sector manufacturero.

Las empresas parecen estar preparándose para afrontar otra embestida de debilidad de la producción y de las ventas

Como remate de la delicada situación que vive la industria española, el pesimismo se ha instalado en el ánimo de los gestores de las empresas. La persistencia de la incertidumbre política en España, con la perspectiva de un Parlamento muy fragmentado, el retraso del Brexit hasta enero con unas nuevas elecciones en Reino Unido y la imprevisibilidad de Trump elevan la preocupación de las compañías. "Las empresas parecen estar preparándose para afrontar otra embestida de debilidad de la producción y de las ventas, que esperan observar en los próximos doce meses", señala Paul Smith, director de Economía de IHS Markit.

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A falta de dos meses para terminar el año, nada hace pensar que el sector pueda darse la vuelta. "Con el objetivo explícito de liberar capital circulante y mantener el flujo de caja, los stocks y las compras se están recortando a ritmos aún mayores que en los últimos meses, y esta reducción se suma a la percepción de que es poco probable que se produzca algún cambio notable en el comportamiento del sector antes de fines de año", señala Smith.