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El Banco de Inglaterra mantiene los tipos en su última reunión antes de un Brexit duro
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EN EL 0,75%

El Banco de Inglaterra mantiene los tipos en su última reunión antes de un Brexit duro

"Desde nuestra última reunión [en agosto], la guerra comercial entre EEUU y China se ha intensificado y las perspectivas de crecimiento global se han debilitado", explicó el banco central en su comunicado

Foto: Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra. (Reuters)
Mark Carney, gobernador del Banco de Inglaterra. (Reuters)

El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ha votado de forma unánime mantener los tipos de interés en un 0,75%, cerrando así la que sería su última reunión de política monetaria antes de un posible Brexit duro (la siguiente no es hasta principios de septiembre). Entre las preocupaciones que asolan al BoE están la guerra comercial y la propia salida de Reino Unido de la Unión Europea.

"Desde nuestra última reunión [en agosto], la guerra comercial entre EEUU y China se ha intensificado y las perspectivas de crecimiento global se han debilitado", explicó el banco central en su comunicado. "La política monetaria se ha flexibilizado en las principales economías", matizó el BoE, añadiendo además que las "cambiantes expectativas sobre los potenciales tiempos y naturaleza del Brexit han continuado generando más volatilidad en los precios de los activos británicos, especialmente en la libra esterlina, que ha subido alrededor de un 3,5".

Foto: La bandera de Reino Unido y de la eurozona. (Reuters)

Y es que, pese a no haberse producido todavía, el Brexit ya está haciendo estragos. "Los desarrollos relacionados con el Brexit están llevando a la economía de Reino Unido a ser más volátil, con el PIB cayendo un 0,2% en el segundo trimestre del 2019 pero con la previsión de este situándose ahora en un 0,2% en el tercer trimestre", explicó el BoE en el comunicado.

"Durante gran parte del periodo de después del referendum de la Unión Europea, el grado de exceso en la población activa estuvo cayendo y el crecimiento de la economía global se mantuvo relativamente fuerte", detalla el BoE. "Sin embargo, recientemente, las arraigadas incertidumbres del Brexit y un crecimiento global más lento han desembocado en el resurgir de un margen de exceso en [la demanda de trabajo]".

De hecho, el regulador monetario cree que la confusión que rodea el proceso de salida de Reino Unido —previsto de momento para octubre— va a continuar lastrando a la economía. "Es posible que los eventos políticos puedan desembocar en un periodo más larco de incertidumbre respecto a la naturaleza y transición hacia la nueva relación entre Reino Unido y la UE", matiza la institución.

Foto: Foto: Reuters.

Ante este panorama, un aviso: "Cuanto más duren estas incertidumbres, especialmente en un contexto de mayor debilidad del crecimiento económico, mayores serán las probabilidades de que el crecimiento de la oferta laboral continúe por debajo de su potencial, aumentando el exceso de demanda". "En este caso, las presiones sobre la inflación generadas domésticamente se podrían ver reducidas", matiza el BoE, que también recalca la erosión de la inversión empresarial en los últimos meses. Los avisos del banco central sobre los efectos del Brexit en el crecimiento de los precios puede ser leído como un avance de la actitud que tomaría el BoE tras la retirada de Reino Unido del bloque europeo.

Mientras, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha alertado este jueves de que Reino Unido podría entrar en recesión en 2020 si finalmente termina saliendo de la Unión Europea por las bravas en vez de con un acuerdo. La organización también ha reducido sus previsiones de crecimiento mundial para 2019, alcanzando una expansión prevista del PIB del 2,9% —el peor dato en una década—.

Bombardeo de bancos centrales

Los últimos días han sido intensos en cuanto a política monetaria. Justo el miércoles, la Reserva Federal volvió a recortarla guerra comercial los tipos de interés hasta la horquilla del 1,75%-2%. Una decisión que contrastó con su visión de que la rebaja de julio (la primera en una década) había sido apenas puntual. Con todo, los miembros del FOMC también señalaron en sus predicciones que ya no habría más recortes en lo que queda de 2019 y en 2020.

También la semana pasada, el Banco Central Europeo rebajó los tipos de interés de la facilidad de depósito (ahora en el -0,5%), relanzó la expansión cuantitativa (QE) y anunció nuevas facilidades para los bancos. Los tipos de interés de referencia en la Eurozona se sitúan en el 0%, en un momento en el que la falta de munición monetaria aboca a los países europeos a valerse de los estímulos fiscales de cara a una posible crisis.

A su vez, Japón mantuvo el miércoles su política monetaria sin cambios, mientras que Noruega ha vuelto a subir el precio del dinero el jueves (aunque, eso sí, revelando sus dudas respecto a la continuidad de una política tan rígida dado el estado económico del resto del mundo).

El Banco de Inglaterra (BoE, por sus siglas en inglés) ha votado de forma unánime mantener los tipos de interés en un 0,75%, cerrando así la que sería su última reunión de política monetaria antes de un posible Brexit duro (la siguiente no es hasta principios de septiembre). Entre las preocupaciones que asolan al BoE están la guerra comercial y la propia salida de Reino Unido de la Unión Europea.

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