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El BCE descarta recesión aunque ve riesgos al alza sobre el crecimiento
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debate sobre la liquidez de la banca

El BCE descarta recesión aunque ve riesgos al alza sobre el crecimiento

El banco central concluyó en su última reunión que la probabilidad de recesión “se mantiene baja”. La autoridad monetaria sí ve desaceleración pero no cambia su guía a futuro

Foto: Mario Draghi.
Mario Draghi.

El Banco Central Europeo (BCE) ve más intensos los riesgos sobre el crecimiento, pero todavía no lo suficiente para que desemboquen en una recesión. De hecho, aunque el mercado reduce las probabilidades asignadas a una subida de tipos en 2019 (35% para diciembre), tal y como daba por hecho hace unos meses, el organismo presidido por Mario Draghi no ha cerrado la puerta.

No obstante, “los riesgos que rodean las perspectivas de crecimiento de la zona euro han aumentado, ya que la persistencia de incertidumbres relacionadas con los factores geopolíticos y la amenaza del proteccionismo, las vulnerabilidades en los mercados emergentes y la volatilidad de los mercados financieros pesan cada vez más en el sentimiento económico”, señalan las actas de la última reunión del BCE, celebrada en Fráncfort el pasado 26 de enero.

No obstante, el resumen macro de Peter Praet, economista jefe que será sustituido por el irlandés Phillip Lane, destaca que “el crecimiento sigue siendo positivo y la probabilidad de recesión se mantiene baja”. Un cambio que puede ser relevante, ya que Lane ha tenido un discurso más pesimista ('dovish', en la jerga) que Praet en los últimos meses, según las estimaciones de BBVA Research. Es decir, el nuevo responsable de dirigir el análisis macro del organismo sería menos proclive al endurecimiento de la política monetaria si mantiene su posición, "quizás afectada (como gobernador del Banco de Irlanda) por el Brexit, sostienen los economistas Fernando Bolívar, María Martínez y Tomasa Rodrigo en su análisis.

placeholder Sentimiento de política monetaria de Praet y Lane. Fuente: BBVA Research
Sentimiento de política monetaria de Praet y Lane. Fuente: BBVA Research

Aun así, la desaceleración es evidente, admite el BCE, tanto en el entorno externo -crecimiento mundial e impulso comercial- como internamente. Las últimas estadísticas de la industria manufacturera (PMI) analizadas por la autoridad monetaria mostraron que el crecimiento pierde impulso. De hecho, este jueves Markit ha publicado con el PMI de febrero que la producción manufacturera de la eurozona cayó por primera vez desde 2013.

Foto: El presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi (Reuters)

El BCE señala que las industrias más sensibles a los ciclos, como el capital y los bienes intermedios, son las que muestran mayor desaceleración. Por su parte, la demanda interna sigue apoyada por “condiciones de financiación favorables y la dinámica del mercado laboral”, con aumento de los salarios y reducción del coste de la energía, con lo que espera que “el consumo siga siendo resistente”. El empleo aumentó un 0,2% trimestral entre julio y septiembre, aunque la mitad que el trimestre anterior, con la tasa de paro bajando a mínimos desde 2008 con un 7,9%. El banco central redujo las proyecciones de crecimiento del PIB y de los precios, pero no descarta aún subidas de tipos para este año.

Por el contrario, las exportaciones hacia fuera de la zona euro se mantienen sometidas “al debilitamiento del crecimiento de la demanda externa”. En este caso, el BCE discutió una vez más su preocupación de que las tensiones comerciales afecten al comercio y, como derivada, al crecimiento. Como ejemplo, los miembros del banco central destacaron el descenso de las importaciones de China a finales de 2018.

Sin cambios en la guía a futuro

El organismo que presidirá hasta octubre el italiano Mario Draghi mantiene su política de tipos de interés al 0%, mientras que los de facilidad de depósito, claves para la banca, en el -0,4%. La comunicación al respecto es que seguirán en los niveles actuales al menos hasta el verano de 2019, y en todo caso hasta que la inflación se estabilice cerca, pero por debajo, del 2%. Tampoco dio pistas sobre la política futura de reinversiones de vencimientos de los bonos comprados durante el programa que finalizó en diciembre, y que ha elevado el balance por encima de los 4,5 billones (millones de millones).

La política de reinversiones futuras es un arma más del BCE para influir en la economía y los mercados, especialmente efectiva si hay orientación a futuro sobre el 'precio del dinero'. Según cálculos de economistas del Banco de España, el efecto en el momento del anuncio en el PIB y en la inflación es del 0,6% y del 0,5% respectivamente, comparado con un 0,2% sin orientación futura de los tipos de interés. El artículo analítico 'La política monetaria del Eurosistema tras el final de las compras netas de activos' es de Óscar Arce, Galo Nuño y Carlos Thomas.

Foto: Sede del BCE. (EFE)

La guía que mantiene Fráncfort se limita hasta el verano. Aunque el BCE admite que la curva del mercado monetario a futuro se ha aplanado y ha retrasado la previsión de aumento del ‘precio del dinero’ desde septiembre de 2019 hasta abril de 2020. Pero las revisiones de las expectativas de la encuesta “han sido más moderadas”, señalando al cuarto trimestre de 2019. Las probabilidades asignadas por el mercado a que esto sucede, según Bloomberg, son del 35%.

El banco central también puso encima de la mesa las perspectivas de las condiciones de liquidez del sector bancario a escala europea, ya que se aproximan reembolsos multimillonarios de las operaciones de refinanciación a largo plazo (LTRO), que “podrían dar lugar a efectos adversos”. En el caso de la banca española, según cálculos del Banco de España, tiene tres años para devolver 170.000 millones. El pasivo de todos los bancos europeos respecto a la autoridad monetaria supera los 800.000 millones.

Aun así, no apuntan a ninguna decisión al respecto todavía, una de las cuestiones que examina el mercado en las últimas reuniones. Sí que hubo “comentarios”, muestran las actas, y abren la puerta a nuevas operaciones, que deberán reflejar los objetivos de la política monetaria. En caso de nuevos LTRO, aunque “no deben tomarse con demasiada prontitud, los análisis técnicos requieren que las opciones deben prepararse con rapidez”.

El Banco Central Europeo (BCE) ve más intensos los riesgos sobre el crecimiento, pero todavía no lo suficiente para que desemboquen en una recesión. De hecho, aunque el mercado reduce las probabilidades asignadas a una subida de tipos en 2019 (35% para diciembre), tal y como daba por hecho hace unos meses, el organismo presidido por Mario Draghi no ha cerrado la puerta.

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