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Los expertos advierten: habrá ganadores y perdedores en la reforma autonómica
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LA SUBIDA DEL IVA DEBE DECIDIRSE POR UNANIMIDAD

Los expertos advierten: habrá ganadores y perdedores en la reforma autonómica

La reforma de la financiación autonómica está en marcha. Y habrá ganadores y perdedores, según miembros de la comisión de expertos. Se creará un IVA colegiado

Foto: La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (2i), y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (i), presiden una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. (EFE)
La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría (2i), y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro (i), presiden una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera. (EFE)

La reforma de la financiación autonómica no será neutral. Al contrario. Existirán 'ganadores' y 'perdedores'. O lo que es lo mismo, mientras unas regiones verán cómo se reducen sus recursos, otras los verán incrementados. Aunque se pretende mitigar el impacto negativo de la reforma creando instrumentos de nivelación, estos serán transitorios, probablemente de cinco años revisables, lo que significa que, a la larga, se aplicará, aunque de forma muy limitada, el llamado 'principio de ordinalidad', que no es otra cosa que una mayor coherencia entre lo que aportan los contribuyentes de una región y lo que finalmente reciben tras la redistribución territorial de los recursos.

Lo dicen fuentes muy cercanas a la comisión de expertos que estudia desde el pasado mes de febrero la reforma de la financiación autonómica, y cuyas conclusiones se presentarán al Gobierno —previsiblemente— antes de las vacaciones de agosto, en torno al 20 de julio. El principio de ordinalidad es, precisamente, una de las cuestiones que más preocupan a algunos territorios que aportan más de lo que reciben, como Cataluña, Comunidad Valenciana o Baleares, que no cuestionan la existencia de la solidaridad interregional, sino que haya tanta discrepancia entre lo aportado y los recursos finalmente disponibles.

De hecho, los representantes de esas comunidades ven con recelo la propuesta. Entre otras cosas porque consideran que no solo no se altera el actual 'statu quo' de forma relevante, sino que apenas se avanza en la corresponsabilidad fiscal, toda vez que no se profundiza en el autogobierno.

Es decir, la descentralización seguirá siendo muy amplia a la hora de gastar, pero muy limitada en cuanto a la capacidad de los gobiernos autonómicos para recaudar. Como sostiene uno de los expertos, se pretende “fabricar un tubo por el que no caben Cataluña y otras comunidades autónomas”, toda vez que no se cuestiona el asunto de fondo, que tiene que ver con los niveles razonables de solidaridad regional. Y lo que no es menos relevante, se sigue sin implicar a los regímenes forales en ese objetivo.

Por el momento, solo hay un primer consenso entre los expertos: hay que diseñar un modelo de financiación "estable" en el que cada región se sienta “confortable”. Sin embargo, esta expresión no deja de ser un principio de carácter muy general. Y para ello se trabaja en la idea de crear una especie de Fondo Transitorio de Compensación capaz de garantizar un mínimo de recursos para cada comunidad que tendría menos potencia a medida que pasan los años. Es decir, aplicar el principio de ordinalidad al final del proceso, no al comienzo. A partir de ahí, cada comunidad debería disponer de mayor margen de maniobra para aumentar sus ingresos mediante una mayor corresponsabilidad fiscal, aunque muy limitada.

Un IVA colegiado

En este sentido, se sigue profundizando en la idea de crear un “IVA colegiado destinado a incrementar los recursos de las CCAA. Este IVA sería homogéneo en todas las regiones —ya que la propia UE impide territorializar los tipos impositivos—, pero se deja la puerta abierta a que la mayoría proponga una revisión al alza (e improbablemente a la baja), lo que afectaría a todas por igual. Lo que está en discusión ahora es qué institución sería la encargada de adoptar la revisión. Entre las que se barajan, están la Comisión General de Comunidades Autónomas —dependiente del Senado y compuesta por 54 senadores— o el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

El modelo que se plantea, elaborado por el economista Ángel de la Fuente, está en línea con lo que él mismo propuso hace un año en los encuentros de S'Agaró: sustituir los actuales porcentajes de cesión del IVA e impuestos especiales por un sistema de dos tramos independientes de tales impuestos, uno de los cuales podría tener tipos fijados por las comunidades autónomas actuando siempre de forma colegiada (la unanimidad).

Los rendimientos del tramo autonómico de estos impuestos se integrarían directamente en un Fondo Básico de Financiación que sustituiría a los actuales fondos de Suficiencia, Cooperación y Competitividad. Es decir, un único fondo de nivelación vertical que reduciría en la medida de lo posible la desigualdad en términos de financiación por habitante ajustado que persista tras la aplicación del fondo básico. Sin alterar, dice la propuesta que estudian los expertos, la ordenación de las comunidades por este criterio, aunque sin una aportación estatal.

Ese modelo exige, como se ha dicho, que haya unanimidad en todas las CCAA y eso es, precisamente, lo que disgusta a muchas comunidades, que entienden que nunca va a haber ese consenso, ya que con que solo un Gobierno regional se niegue, el IVA no subiría. Es decir, como sostiene uno de los ponentes, eso es lo mismo que dejar la decisión “en manos del Montoro de turno”, que siempre podrá escudarse en que no existe ese consenso y, por lo tanto, no existirán más recursos. La propuesta, por eso, se entiende como un 'brindis al sol'.

Perdedores y ganadores

La inclusión de nuevos recursos en el nuevo modelo de financiación es, precisamente, uno de los caballos de batalla. Y ayer Alain Cuenca, el representante de Aragón en la comisión, reveló en el Parlamento regional que “los expertos designados por el Estado se niegan a reconocer que la reforma del sistema de financiación requiere que haya más recursos en el mismo, y sin ello no es posible llevarla a cabo".

Según Cuenca, una de las propuestas planteadas por los representantes de algunas comunidades ha sido la de implantar un fondo de nivelación, algo "inaceptable técnicamente porque llevaría a que las autonomías que ahora están aparentemente mejor financiadas transfieran parte de sus recursos a las que peor lo están".

Ese modelo, en su opinión, "reflejaría ocho comunidades perdedoras, entre ellas Aragón, y siete ganadoras" y "esto no se puede aceptar porque no hemos identificado ninguna región a la que le sobren recursos, no hay datos que respalden algo así", informa Europa Press.

La comisión de expertos, en todo caso, está siguiendo casi al pie de la letra las propuestas de De la Fuente. Es decir, una solución intermedia entre quienes quieren mantener el 'statu quo' y quienes quieren alterar las reglas del juego para que haya mayor coherencia entre lo que se aporta y lo que se recibe. Por lo tanto, mayor corresponsabilidad fiscal.

La reforma de la financiación autonómica no será neutral. Al contrario. Existirán 'ganadores' y 'perdedores'. O lo que es lo mismo, mientras unas regiones verán cómo se reducen sus recursos, otras los verán incrementados. Aunque se pretende mitigar el impacto negativo de la reforma creando instrumentos de nivelación, estos serán transitorios, probablemente de cinco años revisables, lo que significa que, a la larga, se aplicará, aunque de forma muy limitada, el llamado 'principio de ordinalidad', que no es otra cosa que una mayor coherencia entre lo que aportan los contribuyentes de una región y lo que finalmente reciben tras la redistribución territorial de los recursos.

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