¿'Momento Trichet'? La primera subida de los tipos desde 2006 cita a Yellen con la historia
No va más. Tras siete años 'congelados' en mínimos históricos y casi 10 sin elevarlos, la Fed aumentará este miércoles los intereses en un entorno que duda del acierto de dar este paso
Paul Volcker presidió la Reserva Federal (Fed), el banco central central de Estados Unidos, entre 1979 y 1987. Cuando su sucesor, Alan Greenspan, subió los tipos de interés por primera vez, Volcker, un hombre imponente de dos metros de altura y con arrojo suficiente para haber elevado los intereses en EEUU hasta el 20% a comienzos de los 80, no dudó en telefonearlo. "Enhorabuena, ahora que has subido los tipos de interés ya eres un banquero central", le espetó. Hasta ahora, Volcker aún no había tenido motivos para llamar a la actual mandamás de la política monetaria estadounidense, Janet Yellen. Pero hoy podría encontrar la razón para hacer esa misma llamada y pronunciar esas mismas palabras, porque, salvo sorpresa mayúscula, la Fed elevará este miércoles el precio oficial del dinero.
Con esta medida, el banco central norteamericano afrontará el reto de poner a prueba la fiabilidad de la recuperación económica. Calibrará hasta qué punto Estados Unidos ha curado las heridas de la recesión que padeció entre diciembre de 2007 y junio de 2009, que fue la más prolongada desde la Gran Depresión, y ha remontado el vuelo con suficiente solidez. Por el momento, la tasa de paro, que llegó a repuntar al 10% en 2009, ya ha bajado hasta el 5% y la economía, sin arrojar ritmos de crecimiento demasiado altas, sí acumula 78 meses de crecimiento y se expande a ritmos superiores al 2%.
Aunque la subida de los tipos ha sido anticipada, avisada y telegrafiada, la expectación es total. Y global, porque los ojos de todo el mundo se centrarán esta tarde, a las 20 horas -en horario español-, en el comunicado en el que la Fed anunciará su decisión. Este protagonismo se alimenta de tres ingredientes. El primero, que será el estreno de Yellen, que no ha tocado los tipos desde que sucedió a Ben Bernanke en febrero de 2014. El segundo, que pondrá fin a siete años justos sin movimientos, puesto que los intereses llevan congelados en el mínimo histórico del 0-0,25% desde el 16 de diciembre de 2008. Y el tercero, porque la economía estadounidense no recibe un incremento de los tipos de interés oficiales de junio de 2006.
La duda en los círculos financieros es si Yellen se enfrenta a su propio 'momento Trichet' o si, por el contrario, acierta con esta subida de los intereses
El mercado da por hecho que esta vez, y tras varios meses posponiendo la decisión, Yellen sí apretará el gatillo. El 97% del expertos consultados por Bloomberg -100 de 103 analistas- considera que elevará los intereses en un cuarto de punto, para situarlo entre el 0,25% y el 0,5%. La Fed cumpliría así el deseo que ha manifestado durante todo el año, puesto que ha manifestado una y otra vez que consideraba "apropiado" incrementar los tipos "en algún momento de 2015". Al final, lo va a hacer al límite, en la última reunión del ejercicio, porque hasta ahora siempre había encontrado una excusa para aplazar la medida. Pero en la anterior reunión, la de finales de octubre, se plantó y abonó ya completamente el terreno para aumentar los intereses en diciembre.
¿El 'momento Trichet' de Yellen?
Pese a que la medida está más que anunciada, los nervios en los mercados han precedido a la cita que arrancó ayer y que terminará hoy. La convulsión se ha sentido en distintos activos. En la fuerte caída del petróleo, que ha llegado a cotizar en sus precios más bajos desde 2004 claramente por debajo de los 40 dólares; en la deuda 'high yield' o basura, con fuertes caídas en los precios y problemas en productos que invierten en estos títulos; y en la bolsa, con caídas que han llevado a los principales índices de Wall Street a números rojos en el acumulado de 2015.
Estas dosis de volatilidad, combinadas con unos mercados adictos al dinero barato y abundante de los bancos centrales y un entorno económico aún incierto, son las que añaden más polémica a la decisión de la Fed. El exsecretario del Tesoro de Estados Unidos, Larry Summers, no duda en calificarla como un "error", y otras voces críticas apuntan a que Yellen tendrá que volver sobre sus pasos porque aún es precipitado subir los tipos.
"Me recuerda mucho a las situaciones que vivió Trichet en 2008 y 2011", apunta el analista financiero Juan Ignacio Crespo. En julio de 2008, el entonces presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, subió los tipos de interés, una decisiópn que debió anular pronto tras la quiebra de Lehman Brothers en septiembre de ese mismo año. Y en 2011 Trichet volvió a la carga con dos aumentos de los intereses, en abril y julio, que luego también fueron corregidas a finales de ese mismo año por su sucesor, Mario Draghi. La duda que late en los círculos financieros es si Yellen se enfrenta a su propio 'momento Trichet', es decir, si se precipita con esta subida en un contexto financiero y económico todavía endeble que le obligará a volver sobre sus pasos, o si, por el contrario, acierta porque ha llegado ya el momento adecuado para empezar a normalizar las condiciones monetarias en EEUU.
No es lo mismo normalizar que endurecer
Porque esa es otra. La Fed no solo decidirá este miércoles si sube o no los tipos -no hacerlo alteraría aún más los ánimos en los mercados y dañaría la credibilidad de la institución-, sino que a través de la rueda de prensa que Yellen ofrecerá desde las 20:30 horas también tendrá que dar pistas acerca de cuáles serán sus siguientes movimientos. Una vez que el mercado ha asumido que esta vez aumentará los tipos, demanda una mayor visibilidad sobre las intenciones futuras de la entidad.
Sobre todo, lo que querrá saber es si la Fed únicamente tiene previsto normalizar las extraordinarias condiciones monetarias de los últimos años, con subidas moderadas que devuelvan a los intereses a tasas más habituales, o si sus intenciones son iniciar un auténtico ciclo de repuntes más continuados. Lo primero es lo previsto; lo segundo sería una sorpresa desagradable para los inversores, que reaccionarían con ventas en bolsa y bonos y compras de dólares. "La subida debería entenderse como el comienzo de un proceso de normalización y no como la implementación de unas políticas de ajuste monetario", matiza David Oliphant, de la gestora Threadneedle Investments. Sus pronósticos son que los tipos en Estados Unidos terminarán 2016 entre el 1% y el 1,25%.
Un 16 de diciembre, el de hace siete años, marcó un hito en la Fed, que instauró el dinero gratis en EEUU por primera vez en la historia. Otro 16 de diciembre, el de 2015, representará otro punto de inflexión. El precio del dinero seguirá siendo barato, pero ya no gratis. Será una auténtica reválida para la recuperación económica. Y para Yellen.
Paul Volcker presidió la Reserva Federal (Fed), el banco central central de Estados Unidos, entre 1979 y 1987. Cuando su sucesor, Alan Greenspan, subió los tipos de interés por primera vez, Volcker, un hombre imponente de dos metros de altura y con arrojo suficiente para haber elevado los intereses en EEUU hasta el 20% a comienzos de los 80, no dudó en telefonearlo. "Enhorabuena, ahora que has subido los tipos de interés ya eres un banquero central", le espetó. Hasta ahora, Volcker aún no había tenido motivos para llamar a la actual mandamás de la política monetaria estadounidense, Janet Yellen. Pero hoy podría encontrar la razón para hacer esa misma llamada y pronunciar esas mismas palabras, porque, salvo sorpresa mayúscula, la Fed elevará este miércoles el precio oficial del dinero.
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