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El temblor en la 'deuda basura' evoca la crisis de 2007 y propaga el miedo en el mercado
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nerviosismo en los mercados

El temblor en la 'deuda basura' evoca la crisis de 2007 y propaga el miedo en el mercado

Tres ya no son casualidad. Hasta tres firmas de inversión diferentes han adoptado decisiones de urgencia vinculadas a sus inversiones de 'high yield'. Los inversores ya contienen el aliento

Foto: Un 'trader' mira las pantallas en Wall Street. (Reuters)
Un 'trader' mira las pantallas en Wall Street. (Reuters)

"Fuimos capaces de encontrar inversiones únicas y especiales. Desafortunadamente, el actual contexto ha perjudicado nuestra capacidad para implementar nuestra estrategia con éxito". El consejero delegado de la gestora Third Avenue Management, David Barse,finalizaba así la carta en la que anunciaba la imposición de un 'corralito' y la liquidación de su fondo Third Avenue Focused Credit Fund. Pero más que una carta fue el pistoletazo de salida de otra sacudida que amenaza con remover los cimientos de los mercados financieros internacionales, esta vez con epicentro en la deuda 'high yield' o de alto riesgo, también conocidade forma menos eufemística como 'deuda basura'. Menos de dos días después, Stone Lion Capital Partnersprohibía la retirada de dinero en su fondo de crédito. Y este lunes, la británica Lucidus Capital Partners ha anunciado la liquidación de toda su cartera de crédito.

Aunque los activos afectados directamente por los problemas de estas firmas se limita a 2.090 millones de dólares -790 millones en el caso de Third Avenue; 400 millones en el de Stone Lion y 900 millones en el de Lucidus-, la conjunción de estatriple ración de malas noticiasen productos vinculados con la 'deuda basura' y el apalancamiento financiero está avivando los temores de los mercados por varios motivos. El primero, que evoca los prolegómenos de la gran crisis financiera desatada por la quiebra de Lehman Brothers en 2008. Muchos meses antes, en junio de 2007, Bear Stearns tuvo que suspender la retirada de dinero de dos de sus fondos y su posterior liquidación. El segundo, que pone de relieve los crecientes problemas de liquidez que se están viendo cada vez con más claridad en varios segmentos del mercado. El tercero, que el volumen de deuda 'high yield' y del apalancamiento corporativo se ha disparado en los últimos años en un contexto de tipos de interés en mínimos históricos. Según datos de la gestora Neuberger Berman, entre 2005 y 2014 elvolumen mundial de bonos 'high yield' prácticamente se ha triplicado y ya supera los dos billones de dólares.Y el cuarto, que muchos productos financieros e inversores, incluidos los particulares, se han visto atraídos por la rentabilidad adicional que ofrece siempre el 'high yield' dentro de la carrera por la rentabilidad desatada, precisamente, por esos bajos tipos aplicados por los bancos centrales.

Mientras la deuda 'high yield', la bolsa y el petróleo sufren, los inversores buscan cobijo en los seguros para protegerse del riesgo de crédito

Esta carrera por la rentabilidad había alimentado unas compras que habían reducido con claridad el rendimiento de los 'bonos basura'. Pero ahora los inversores están dando marcha atrás. Mandan las ventas, con el consiguiente repunte de los rendimientos, que suben cuando el precio de los títulos baja.Según los datos del índice que elabora Bank of America Merrill Lynch, en el último mes la rentabilidad de los 'bonos basura' ha repuntado en 53 puntos básicos -o 0,53 puntos porcentuales- y ha alcanzado un rendimiento medio a escala mundial del 8,43%, el nivel más alto en tres años y más de dos puntos porcentuales por encima de los registros en los que se movía hace un año.

Estas ventas son las que están metiendo en problemas a los fondos de inversión y a productos como los fondos de inversión cotizados (ETF). Ante el empeoramiento del comportamiento de los títulos, los inversores buscan salir para recuperar su dinero. Sin embargo, los fondos no siempre pueden vender los activos a buen precio, de ahí que impongan corralitos y emprendan la liquidación para ir devolviendo el dinero a los partícipes sin soportar la presión de tener que hacerlo para atender la liquidez diaria comprometida por las gestoras. Además, los ETFque invierten en 'high yield' notan la caída del precio de los bonos en el descenso de sus cotizaciones. La del ETF de 'deuda basura' más grande del mundo, el iShares iBoxx High Yield Corporate Bond, ha descendido hasta los 78,6 dólares, y la del segundo, el SPDR Barclays Capital High Yield Bond, ha bajado hasta los 33,37 dólares. En ambos casos, se trata de su precio más bajo desde 2009. Es decir, desde los meses que siguieron el colapso provocado por la quiebra de Lehman Brothers.

"Una bomba de relojería"

"El hundimiento del 'high yield' solo está empezando", aseguró en un tuit el pasado viernes Carl Icahn, uno de los inversores más famosos del mundo y experto en el mercado de deuda de alto riesgo y en empresas en situación de riesgo."Todo el mundo sabe que hay una bomba de relojería en el 'high yield', sobre todo en el segmento de la deuda emitida por las compañías petroleras", avisa el analista financiero Juan Ignacio Crespo.

El problema es que, además, el comportamiento de los distintos activos cada vez está más conectado. Este mismo año, y entre los riesgos que vislumbraba en los mercados financieros, el Fondo Monetario Internacional(FMI) advertía de que el comportamiento de los diferentes activos muestra ahora una correlación mayor que antes de la crisis. Y así se está apreciando ahora. La oleada de ventas en los bonos basura se está contagiando a otro activo de riesgo como es la bolsa. En Europa, los principales índices han descendido entre un 1,5% y un 2,5%.

Como advierte Juan Ignacio Crespo, el petróleo desempeña un papel protagonista en este proceso por el masivo uso que las petroleras con peor calificación crediticiahan hecho de la emisión de los bonos basura y la financiación apalancada. Con el precio del petróleo en mínimos de 2008, esas empresas lo tienen cada vez más complicado para atender el pago de sus bonos y sus préstamos, una presión que sienten especialmente las petroleras norteamericanas que han acometido proyectos vinculados al 'fracking'.Según las cifras que maneja el FMI, la deuda total de las petroleras en todo el mundo asciende a 3 billones de dólares, de los que 247.000 millones de dólares corresponden a bonos basura de empresas estadounidenses.

Mientras la deuda 'high yield', la bolsa y el petróleo sufren, los inversores buscan cobijo en los seguros para protegerse del riesgo de crédito, es decir, en los CDS. Así lo reflejan los índices que los agrupan, que están subiendo con fuerza. El índice estadounidense de seguros de crédito sobre bonos basura se ha disparado un 20% en el conjunto de las seis últimas jornadas, hasta los 531 puntos básicos. En el caso europeo, el índice de referencia sobre los CDS de deuda high yield ha subido otro 22% en las cinco últimas jornadas, hasta los 358 puntos básicos.

Efectos secundarios de los bancos centrales

Los problemas de estos fondos están calentando los días previos a la reunión de política monetaria que la Reserva Federal (Fed) estadounidense celebrará este martes y miércoles. La cita está marcada en rojo en las agendas de los inversores desde hace semanas porque, salvo sorpresa mayúscula, la entidad presidida por Janet Yellen acometerá la primera subida de los tipos de interés desde junio de 2006. El precio del dinero, que lleva congelado en EEUU en el mínimo histórico del 0-0,25% desde diciembre de 2008, y el mercado descuenta ahora un repunte de un cuarto de punto.

Los expertos no desligan la proximidad de esta decisión con el nerviosismo que se está viendo en el 'high yield'. Aunque, sobre todo, lo que hacen es vincular estos episodios con las políticas monetarias que los principales bancos centrales del mundo han establecido en los últimos años. "Son unos efectos secundarios de las políticas monetarias de los últimos años, que han desembocado en unos riesgos excesivos tanto por los emisores de deuda como por los inversores que han comprado los títulos", sostiene Juan Ignacio Crespo.

Con los tipos de interés en mínimos históricos y muy próximos al 0% en las mayores potencias desarrolladas, los inversores han sufrido una represión financiera ante la que han buscado rentabilidades en aquellos activos que las ofrecían. Entre esos activos figuran los bonos basura, y como las empresas eran conscientes de este apetito, se han lanzado a emitir deuda basada en esos bajos tipos y en esa alta demanda. "Irresponsablemente, los bancos centrales han empujado a los ahorradores a aumentar el riesgo asumido por encima de sus perfiles, aumentando su exposición a bolsa y a los bonos de peores empresas, beneficiando a las peores empresas y más endeudadas que han vivido en un paraíso al poder emitir nueva deuda a tipos muy bajos. Pero el ambiente está empezando a cambiar", expone Marc Garrigasait, presidente y gestor de inversiones de Koala Capital Sicav.

Esta demanda, nutrida fundamentalmente por los fondos de inversión y los ETF, hagenerado lo que elFMIha catalogado como"una ilusión de liquidez en los mercados de crédito". Es decir, la falsa sensación de que el mercado de 'high yield' goza de una elevada liquidez, cuando en realidad, matiza el propio FMI, "los cambios en la estructura del mercado podrían exacerbar la iliquidez en tiempos de tensión".

Con esa alusión a los cambios en la estructura del mercado, el FMI alude que, al abrigo de los cambios regulatorios financieros que han surgido tras el estallido de la crisis de 2007 y 2008, los bancos de inversión ya no tienen tantas posiciones en los mercados de renta fijani actúan con tanta profundidad como creadores de mercado, unos efectos secundarios que restringen la liquidez existente. El Banco Internacional de Pagos (BIS) también ha advertido en 2015 sobre el creciente riesgo de iliquidez en los mercados financieros.

"Fuimos capaces de encontrar inversiones únicas y especiales. Desafortunadamente, el actual contexto ha perjudicado nuestra capacidad para implementar nuestra estrategia con éxito". El consejero delegado de la gestora Third Avenue Management, David Barse,finalizaba así la carta en la que anunciaba la imposición de un 'corralito' y la liquidación de su fondo Third Avenue Focused Credit Fund. Pero más que una carta fue el pistoletazo de salida de otra sacudida que amenaza con remover los cimientos de los mercados financieros internacionales, esta vez con epicentro en la deuda 'high yield' o de alto riesgo, también conocidade forma menos eufemística como 'deuda basura'. Menos de dos días después, Stone Lion Capital Partnersprohibía la retirada de dinero en su fondo de crédito. Y este lunes, la británica Lucidus Capital Partners ha anunciado la liquidación de toda su cartera de crédito.

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