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La subida tipos del BCE cae en el olvido: el euribor y los analistas lo descartan para este año
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LAS DIFICULTADES ECONÓMICAS Y DE DEUDA PODRÍAN FRENARLE

La subida tipos del BCE cae en el olvido: el euribor y los analistas lo descartan para este año

El BCE no subirá los tipos de interés en lo que queda del año. Es la opinión de analistas y expertos financieros y la idea que

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La subida tipos del BCE cae en el olvido: el euribor y los analistas lo descartan para este año

El BCE no subirá los tipos de interés en lo que queda del año. Es la opinión de analistas y expertos financieros y la idea que trasciende de los mercados de deuda.

El Euribor a todos los plazos ha realizado importantes ajustes en la última semana. A doce meses, la principal referencia de las hipotecas en España, y con diez sesiones de cotización en lo que va de agosto, se encuentra en el 2,12%, por debajo del nivel de julio -2,183%-. Aunque todavía queda medio mes por delante, de mantenerse en estos niveles, retomaría en agosto la senda bajista.

"El impacto de los últimos acontecimientos en el Euribor ha sido claro. Hemos pasado de niveles del 2,2% al 2% -el viernes cerró en el 2,067%-, lo que coincide con la normalización de los tipos de interés", comenta Félix López, analista de Atlas Capital. En su opinión, esta normalización contempla un Euribor 75 puntos básicos por encima de los tipos de interés, actualmente en el 1,5%.

En su opinión, "a corto plazo podemos olvidarnos de subidas", aunque a medio plazo no descarta que el BCE pudiera realizar algún ajuste a la baja, de 25 puntos básicos. "Si se siguen produciendo tensiones es posible. Pero la corrección debería ser muy brusca y nos encontraríamos ante un escenario dramático". "En cualquier caso, asegura, "futuras subidas de tipos han quedado en el olvido".

Opinión que comparte Nicolás López, analista de MG Valores. "Ahora mismo, la decisión en materia de tipos está en stand by. Sorprendía que fuera a bajar tipos. Aunque es cierto que se ha visto desbordado por los acontecimientos y se verá obligado a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para la zona euro".

El sentir del mercado y de los expertos ha cambiado radicalmente en apenas cuatro meses. En el primer trimestre se hablaba de tres subidas para este ejercicio, la última de ellas en otoño. RBS, por ejemplo, barajaba, antes de la hecatombe bursátil, tipos en el 1,75% a finales de 2011 y en el 2,75% en 2012, ahora ya no está tan claro. Ahora, el Euribor lo descarta tal y como puede verse en el gráfico, que muestra la evolución del indicador desde enero de 2011 hasta el 12 de agosto de 2011 (pinche aquí para ampliar el gráfico).

 

Con la crisis de deuda soberana que amenaza con llevarse por delante economías como la española o la italiana y extenderse hacia países como Francia o Bélgica -la economía gala se estancó en el segundo trimestre-, el mercado no quita ojo al BCE, especialmente teniendo en cuenta que a finales de octubre, Trichet pasa la batuta del BCE al italiano Mario Draghi.

Los últimos acontecimientos han obligado a Commerzbank, a da marcha atrás en sus previsiones. “Ya no pensamos en una subida de tipos en la segunda mitad de 2011”, aseguraba Joerg Kraemer, economista jefe de la entidad. “Por el contrario, nuestro escenario principal asume que el BCE mantendrá los tipos en el 1,5% hasta mediados del próximo año. A partir de ese momento, retomará su política monetaria, aunque sólo si la crisis de deuda soberana pierde intensidad”. 

Primera subida en abril de 2010

Jean-Claude Trichet movía ficha en el mes de abril por primera vez en casi tres años –desde julio de 2008-. Los tipos subieron del 1% al 1,25% al tiempo que el BCE recuperaba la ortodoxia de su política monetaria, aquella en la que prevalece la estabilidad de precios por encima de todas las cosas. Pausa en mayo y junio y en julio, nueva subida, al 1,5%. En la última reunión, la del pasado 4 de agosto, Trichet mantuvo, como se esperaba la tasa de referencia.

El crecimiento de la economía alemana y la escalada de la inflación de la zona euro por encima del 2% -en julio estaba en el 2,5%-, un nivel grabado en los estatutos fundacionales del BCE, obligaban al banco central a tomar cartas en materia monetaria y señalar el camino hacia una terreno neutral en el precio del dinero, que los economistas consideraban hace apenas cuatro meses que estaría en el entorno del 4%.

Ahora, todo está en el aire y con las miradas puestas en la siguiente cita, el ocho de septiembre. Los mercados temen una recesión a nivel mundial y los bancos centrales han comenzado a mover ficha. El Banco Central de Korea del Sur (BOK) decidió esta semana mantener intacto el precio del dinero en el 3,25%, tras un inesperado aumento dos meses atrás. Noruega los dejaba en el 2,25% por segunda vez consecutiva mientras que en otros países, como Australia y al igual que el BCE, se pueden frenar nuevas subidas ante el deterioro económico y el aumento del desempleo.

La Reserva Federal, ha sido, quizás, quien ha lanzado a los mercados el mensaje más contundente, con el que pretendía evitar un colapso bursátil: mantendrá los tipos de interés en niveles próximos al 0% al menos hasta mediados de 2013.

Trichet, en el punto de mira


El movimiento de la Fed, además de un efímero efecto sobre los mercados, lanzó una pregunta al aire, ¿qué pasará con la política monetaria en la zona euro?, ¿se atreverá Trichet a subir los tipos de interés cuando los mercados temen un frenazo económico global?

Las decisiones del presidente del BCE han suscitado críticas en algunos países, aquellos con economías más débiles, como España, por el perjuicio que les podría ocasionar la subida de tipos. Sin embargo, el economista galo siempre se ha mostrado firme respecto al mandato del organismo: controlar la inflación. Un indicador que, según el organismo, amenaza con seguir subiendo, y más rápido de lo previsto, en los próximos meses.

Trichet ha vuelto a despertar su lado más ortodoxo tal y como quedó patente en el comunicado del pasado domingo por la noche, cuando las turbulencias financieras de la semana pasada pusieron en alerta a la clase política europea. Entonces, cuando el BCE anunciaba que retomaría con contundencia sus operaciones en el mercado de deuda, insistía una vez más en que su objetivo principal seguía siendo mantener la inflación a raya. 

¿Aunque eso signifique sacrificar el crecimiento económico? 

El BCE no subirá los tipos de interés en lo que queda del año. Es la opinión de analistas y expertos financieros y la idea que trasciende de los mercados de deuda.

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