"Uno no rejuvenece": por qué Djokovic se acerca al abismo y la razón de las lágrimas en Australia

Novak Djokovic está triste. Si por algo se caracteriza el tenista serbio es por ser un ganador y un devorador de registros. Su hambre para tratar de superarse año tras año e intentar ser el mejor tenista de todos los tiempos le empuja a conseguir logros increíbles: solo hay que echar un vistazo a su dilatado palmarés para comprobar por qué es uno de los grandes de la historia. Pero sus lágrimas tras ser eliminado en el Open de Australia significan más de lo que parece.

El serbio perdió ante Jannik Sinner la posibilidad de aumentar su palmarés de Grand Slam en una pista donde ya ha hecho historia. No en vano, Nole suma diez victorias en Australia que le coronan como el tenista con más títulos de toda la historia en Melbourne. Tras caer ante el italiano, en un partido donde fue netamente inferior, Djokovic no pudo reprimir algunas lágrimas en la rueda de prensa posterior, donde mostraba su descontento con lo sucedido en la pista.

TE PUEDE INTERESAR

El drama oculto de una exnúmero 1 del mundo de tenis: "Jugar con 30 kilos de más no era fácil"

Rubén Rodríguez

"Estoy en shock con mi nivel, no he hecho las cosas como tocaba. Es uno de los peores partidos en Grand Slam de mi carrera, pero quiero darle todo el crédito a él por hacerlo todo mejor que yo", explicaba ante los medios de comunicación. Pero, mientras lo decía, Djokovic era incapaz de contener su rabia y las lágrimas brotaban de sus ojos tras la inesperada eliminación. En realidad, había algo detrás que provocaba este mal momento en el número uno del mundo.

Y es que, muy cerca de cumplir los 37 años, Djokovic sabe que se le acaba de escapar una de las últimas oportunidades de su carrera deportiva para conseguir un hito que marcaría un antes y después en el tenis... que, por si fuera poco, no tiene ningún jugador masculino en toda la historia. Algunos miembros del equipo de Djokovic confesaron que un virus había mermado las capacidades de Nole en el torneo que, a la postre, acabó con su sueño de lograr el Golden Slam.

A lo largo de su carrera, Djokovic ha rozado en cuatro ocasiones conseguir el Grand Slam. O, dicho de otra manera, levantar los cuatro grandes en un mismo año. En 2011 (Roland Garros), 2015 (Roland Garros), 2021 (US Open) y 2023 (Wimbledon), los ganó todos menos uno. Por eso, este año se presentaba como fundamental: no solo podía levantar los cuatro títulos, sino también la medalla olímpica, algo que solo Steffi Graff ha conseguido (también Nadal y Agassi, pero no en año natural).

Su próxima oportunidad sería en 2028, fecha en la que tendría 41 años y, con casi total seguridad, el serbio ya se habrá retirado del tenis. O, en caso de que siga activo, posiblemente esté muy lejos del nivel competitivo que muestra en la actualidad. De hecho, uno de los grandes jugadores de tenis de la historia. Andy Roddick, cree que el problema de Djokovic está precisamente ahí: en la edad, esa que no vuelve atrás y que se le escapa entre los dedos al serbio.

"En Australia, tropezó un poco en cierto modo, pero el tipo sigue siendo mejor que nadie en todo el planeta, eso no va a cambiar. Pero estoy un poco preocupado porque uno no rejuvenece. Cuando ganas durante tantos años, todo pasa muy rápido. Ahora, tiene rivales que pueden vencerle, esta nueva generación que sabe que pueden ganarle y no van a darse por vencidos. Nunca volverá la mentalidad de que no hay manera de derrotarle", explica en su podcast Served with Andy Roddick.

A pesar de ello, Roddick sigue confiando en la posibilidad de que vuelve a remontar el vuelo esta temporada. No le da por muerto, ni mucho menos: "Me da curiosidad ver cómo lleva la presión tras la derrota. Tiene un superpoder, que es su capacidad para motivarse a sí mismo. Mientras, el resto estamos haciendo podcasts en nuestro garaje". Djokovic está obligado a remontar para volver a la senda de la victoria... aunque el golpe del Golden Slam no será fácil de olvidar.