La terrible cuenta atrás de Nadal: entre el dolor y el milagro para soplar velas en Roland Garros

Solo quedan 15 días para que llegue uno de los momentos más esperados de la temporada: Roland Garros. El segundo Grand Slam del curso es uno de los torneos de más solera del circuito y, sin ningún lugar a dudas, uno de los lugares que mejores recuerdos trae al tenis español. Y es que Rafa Nadal ha sido capaz de ganarlo en catorce ocasiones, el jugador que más veces lo ha hecho en la historia... pero este año empieza a preocupar seriamente una posible ausencia.

Cuatro meses. Ese es el tiempo que ha pasado desde que el tenista balear sintiera un inesperado dolor en su cadera izquierda durante el partido de segunda ronda del Open de Australia ante Mackenzie McDonald. En un momento del choque, el español notó un pinchazo que le confirmaba que se acababa de lesionar. A pesar de ello, acabó el partido, aunque el norteamericano se terminó por llevar la victoria. El primer parte médico afirmaba que estaría seis semanas de baja.

TE PUEDE INTERESAR

El optimismo de Federer con Nadal en el Roland Garros: "Sería duro para el tenis"

El Confidencial

El propio Nadal confirmaba en rueda de prensa que llevaba algunos meses con algún problema en la zona, pero lo que nadie podía presagiar era que la lesión iba a ser tan grave. Han ido pasando los días, las semanas y los meses, pero el jugador español no logra volver a la competición. Ha renunciado a todos los torneos desde entonces (Indian Wells, Miami, Montecarlo, Barcelona, Madrid y Roma) y las últimas imágenes del balear no presagian buenas sensaciones.

No tiene otro objetivo que tratar de llegar a Roland Garros y, por qué no, ser competitivo y soñar con el triunfo. En este tipo de torneos, cuando un jugador no llega en condiciones óptimas, lo importante es agarrarse a la pista en la primera semana para ganar confianza y juego de cara a la segunda y decisiva. Pero, en esta ocasión, Nadal necesita algo más: cuatro meses fuera de la competición y aún con dolores que le impiden incluso entrenar con normalidad, complican la situación.

Hace unos días, salían a la luz unas imágenes de Nadal entrenando, en las que se le veía cómo se agachaba tras un esfuerzo, al parecer tras hacerse daño. Después de unos segundos en esa posición, se incorporó para, inmediatamente, abandonar las pistas. Una imagen preocupante, pues no hace más que confirmar que no está en su mejor estado de forma. Y el hecho de que sea tan cerca de París, sin tan siquiera haber vuelto a jugar, ha encendido todas las alarmas.

"El historial de lesiones que tiene Nadal es grande. No es casualidad que sufra tanto en los miembros inferiores por culpa de su pisada y de las compensaciones que tiene que hacer. Tiene una vinculación directa con su problema crónico de Müller-Weiss. Un deportista de elite tiene que llevar su cuerpo al máximo y estos detalles agravan las dolencias", explicaba a El Confidencial el doctor David Rodríguez Sanz, profesor titular y director del Experto de Fisioterapia Deportiva de la UCM.

Las dudas no desaparecen

La cuenta atrás se ha iniciado hace semanas y Nadal no termina de encontrarse preparado para competir. Todos sabemos que, llegue como llegue, el español siempre es favorito en París, pero su actual estado físico hace presagiar lo peor. No se ha recuperado, sigue sintiendo dolor y no ha podido volver a competir, tres elementos que no son los mejores compañeros de viaje cuando se busca un título en un Grand Slam especial, donde este año cumpliría 37 años.

Es habitual ver a Nadal soplar las velas en Roland Garros, una imagen que desde hace dos décadas se sucede de manera habitual: ha participado 18 veces, ha ganado catorce, ha perdido una vez en semifinales, otra en cuartos, otra en cuarta ronda y otra en tercera. O, lo que es lo mismo, es muy común que esté en las rondas finales del torneo. Pero el miedo para el aficionado es no poder verle, siquiera, en el comienzo de un campeonato que ha convertido en su propio jardín.

La esperanza para Nadal es que aún tiene días por delante para tratar de que desaparezca el dolor y de ir recuperando sensaciones, si no es menos cierto que, ahora mismo, las dudas son más grandes que nunca. Será en los próximos días -posiblemente una vez que acabe Roma- cuando el tenista balear dé a conocer cuál es su intención. Roland Garros no se entiende sin Nadal, y viceversa... pero los problemas físicos siguen haciendo mella en el tenista español.