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Carlos I del tenis: el triunfo de Alcaraz en Madrid que completa el finde de las coronaciones
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UN TENISTA SIN TECHO

Carlos I del tenis: el triunfo de Alcaraz en Madrid que completa el finde de las coronaciones

El murciano se impuso a Struff en la final, con susto incluido, y logró su segundo título consecutivo en la capital, el cuarto Master 1.000. Ahora quiere llegar fino a Roland Garros

Foto: Alcaraz era consciente de lo importante que era la victoria. (EFE/Chema Moya)
Alcaraz era consciente de lo importante que era la victoria. (EFE/Chema Moya)

El tenis es un deporte en ocasiones cruel y caprichoso, con guiones que incluso mejoran a los de las películas de terror. Los partidos pueden ser sesiones de baño y masaje, de disfrute de uno de los jugadores. Quizá en ese momento recuerdan por qué empezaron a jugar y lo bonito que es el deporte. En otras ocasiones, solo quieren esconderse y dejar la raqueta donde puedan. Y Carlos Alcaraz vivió ambas situaciones en la final del Mutua Madrid Open, donde se coronó por segunda vez en la capital. El año pasado ante Zverev y este ante Struff.

La supervivencia es una cualidad necesaria en el tenis, y de eso sabe bastante Rafa Nadal. Es importante no desfallecer en los momentos malos, tanto como aniquilar al rival en los de confianza. Los alemanes no se rinden con facilidad y solo hay que verlo en cualquiera de las modalidades deportivas que practican. Struff fue un claro ejemplo de ello. Nunca es fácil derribar el Muro de Berlín. Pero en ambos triunfos ha tenido que hacerlo Carlitos.

placeholder Alcaraz recibió el título de Almeida, alcalde de Madrid. (EFE/Chema Moya)
Alcaraz recibió el título de Almeida, alcalde de Madrid. (EFE/Chema Moya)

Los gestos estaban prohibidos en el tenis hasta hace poco, convirtiéndose las indicaciones de los entrenadores en pura telepatía. Ahora es frecuente escucharlos intercambiando opiniones, aunque quizá sea contraproducente porque pierden la concentración en el partido. Tal vez ese sea el arma a mejorar de Carlitos, con momentos de desconexión que pueden tener consecuencias frente a rivales de mayor talla.

El apoyo a Carlitos

Fue un Mutua Madrid Open cargado de ausencias como las de Rafa Nadal y Novak Djokovic. En otra ocasión, aquello hubiera sido aún menos agradable para los organizadores. Pero ahora está Carlitos, que despierta a las masas allá donde va. Nadie se perdió la final, ya fueran políticos, periodistas, cantantes o deportistas. Ahora todos tienen el tenis como hobby, más incluso que el propio Joaquín.

Las victorias valen lo mismo con independencia de la duración del partido. Eso sí, a uno le gusta ganar cuando ha sufrido. Porque eso reconforta. Y Alcaraz tuvo que emplear su manual de resistencia para salir indemne de La Caja Mágica. Apuntaba a trámite, pero no fue tal por más que el ambiente fuera festivo y de triunfo. Pero nunca es tarde si la dicha es buena.

El silencio es igual o más importante en el tenis que en los toros. Pero hay silencios que no gustan o que mandan un claro mensaje. Uno de ellos fue al concluir el segundo set, cuando toda la pista se quedó muda. Nadie daba crédito a lo que estaba viendo, porque parecía el preámbulo de una derrota no anunciada (no es cuestión de plagiar a García Márquez).

placeholder Alcaraz consiguió su segundo título en Madrid. (EFE/Chema Moya)
Alcaraz consiguió su segundo título en Madrid. (EFE/Chema Moya)

La resistencia de Alcaraz

Pero Alcaraz se recompuso como solo acostumbran los grandes. O los genios, capaces de lo mejor y de lo peor en una fracción muy pequeña de tiempo. Carlitos es un loco que le da emoción a los partidos. Y su locura resulta genial, porque anima los torneos. Solo así puede explicarse la identificación de los aficionados con un chaval cuya carrera es más presente, aunque el porvenir sea igual o más esperanzador.

La corona del tenis le ha llegado ya a Carlitos, con permiso de Nadal y de Djokovic. Por tanto, puede concluirse que fue un fin de semana en el que se coronaron dos Carlos, III de Inglaterra y I del tenis. Un reinado que va para largo, salvo que haya un aspirante dispuesto a arrebatarle el trono. Pero que hasta ahora no ha aparecido.

El tenis es un deporte en ocasiones cruel y caprichoso, con guiones que incluso mejoran a los de las películas de terror. Los partidos pueden ser sesiones de baño y masaje, de disfrute de uno de los jugadores. Quizá en ese momento recuerdan por qué empezaron a jugar y lo bonito que es el deporte. En otras ocasiones, solo quieren esconderse y dejar la raqueta donde puedan. Y Carlos Alcaraz vivió ambas situaciones en la final del Mutua Madrid Open, donde se coronó por segunda vez en la capital. El año pasado ante Zverev y este ante Struff.

Carlos Alcaraz
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