Los 14 mordiscos de Nadal en Roland Garros: así se convirtió en el rey de la tierra batida

Rafa Nadal ha ganado su Roland Garros número 14. Tras imponerse a Casper Ruud en una espectacular final, elevando su tenis como máximo dominador histórico de la arcilla de París. Unos números prácticamente inalcanzables para las generaciones futuras. Este es el repaso a un viaje inolvidable, que todavía no ha dado su último baile.

2005, Nadal, el primero de su nombre

Han pasado 17 años desde que levantase su primera Copa de los Mosqueteros. Acababa de cumplir 19 años y llegó a las tierras francesas como el máximo aspirante al título por su dominio en la tierra batida. Convencido de sus posibilidades, y con un rostro de adolescente que se había colado en la gran fiesta de los mayores, pasó las rondas cada vez con más fuerza. En semifinales derrotó a Roger Federer (6-3, 4-6, 6-4, y 6-3). El de Manacor no lo sabía en ese momento, pero había puesto la primera piedra de una rivalidad de leyenda, además del inicio de una bonita amistad.

"Cuando gané mi primer Roland Garros en 2005, pensé que ya había conseguido lo máximo que podía en mi carrera. Ahora, voy a estar tranquilo; voy a competir el resto de mi carrera con más tranquilidad", reconoció años después para un documental de la ATP. Su trayectoria solo acababa de empezar… y París se convirtió en su jardín particular.

2006, el dichoso pie empieza a dar guerra

Si su primer Roland Garros fue recibido como un éxito monumental, el segundo fue la consagración de un chaval destinado a hacer historia. Algunos de los mejores tenistas españoles, como su propio entrenador actual, Carlos Moyá, se retiraron con un solo Grand Slam en su palmarés. Únicamente la lesión en su pie, que se convirtió en un problema crónico que aún merma su competitividad y su día a día en la actualidad, empañó su gira en tierra batida. Nadal superó a Federer, esta vez en la final (1-6, 6-1, 6-4 y 7-6), para consagrarse ante el público francés. No sabían lo que quedaba por delante.

2007, la triple corona

Federer comentó en los días previos a una nueva final frente a Nadal que ganar Roland Garros era "un sueño". En aquellos años, el manacorí y el suizo luchaban mano a mano por las grandes citas del circuito, repartiéndose Wimbledon y París. Una vez más, Rafa se hizo con la Copa de los Mosqueteros. Triplete, tres coronas consecutivas. El ídolo lo hizo una vez más.

2008, el Roland Garros perfecto: no cedió un solo set

Quizá no es el más emotivo. Ni siquiera el que mayor calidad mostró sobre la pista de tierra batida. Sin embargo, fue el de mayor dominio para Nadal. Era su cuarto título consecutivo: nadie fue capaz de ganarle un solo set en todo Roland Garros. Ni Federer, que mostró incredulidad por la superioridad del español en la tierra batida y rozó la desesperación, le rascó una manga. El suizo fue arrollado en la final (6-1, 6-3, 6-0). Es decir, solo ganó cuatro juegos en todo el encuentro. Rafa, además, igualó los cuatro títulos consecutivos de Björn Borg.

2010, la revancha tras su primera derrota

Un año antes, se vivió quizá la sorpresa deportiva más grande de la década: Nadal fue eliminado en Roland Garros en octavos de final frente a Robin Soderling. Esta fue la primera piedra en una relación… especial. Ambos no congeniaron y protagonizaron momentos de tensión en la pista y en los vestuarios. El sueco, incluso, imitó a Nadal en mitad de un partido de Wimbledon como 'queja' por sus manías al sacar. Rafa se vengó de la mejor manera: imponiéndose en la final.

"No me creo el mejor de la historia. Ni me lo planteo. Ni pienso en ello. Sí, soy un muy buen jugador de acuerdo a los resultados que consigo. Tener todos esos resultados es para mí un sueño, algo que yo no podía imaginar", resaltó Nadal aquel día.

2011, nueva victoria ante Federer e iguala a Borg

De manera repetitiva, la nueva década llegó con un Roland Garros bajo el brazo para Rafa Nadal. Ya nadie dudaba de que se trataba del tenista más dominante de la tierra batida en toda la historia. A nivel de títulos en París, el español igualó a Borg con seis Copas de los Mosqueteros. En la final se volvió a encontrar con su acérrimo rival (ya se sumaba Djokovic a la fiesta), Roger Federer, que una vez más fue derrotado (7-5, 7-6, 5-7 y 6-1), en uno de sus partidos más igualados en las tierras francesas.

2012, el más español de todos

El Roland Garros de 2012 fue especial, ya que Nadal dejó por el camino a dos españoles, Nicolás Almagro y David Ferrer. Al primero lo venció en cuartos de final sin contratiempos (7-6, 6-2 y 6-3), mientras que frente al valenciano, que llegó tras ganar a Murray en cuartos, la victoria fue aún más arrolladora (6-2, 6-2 y 6-1). En la final esperó el número uno del mundo, Novak Djokovic, que nada tuvo que hacer ante Rafa (6-4, 6-3, 2-6 y 7-5). El serbio se sumó a la lista de víctimas del balear en las finales.

2013, la única final española

2013 dejó una final española entre Nadal y Ferrer. David venció en las semifinales al anfitrión Jo-Wilfried Tsonga (6-1, 7-6 y 6-2). Rafa, por su parte, sufrió para ganar a Djokovic en las semifinales (6-4, 3-6, 6-1, 6-7 y 9-7). Un triunfo complicado que nada tuvo que ver con la final. Frente a su compatriota, la victoria fue cómoda (6-3, 6-2 y 6-3). Y el balear sumó su octavo Roland Garros.

2014, de nuevo ante Djokovic

David Ferrer se cruzó por tercera edición consecutiva con Rafa en 2014. Esta vez fue en cuartos, donde también lo eliminaron (4-6, 6-4, 6-0 y 6-1). A pesar del dubitativo inicio del balear, pasó a semifinales. Allí arrolló a Andy Murray e hizo lo propio en la final con Djokovic. Empezó a ser rutina que el serbio fuera doblegado ante Nadal en la final. Esta vez empezó mejor, pero no tuvo opción ante la resistencia del manacorí (3-6, 7-5, 6-2 y 6-4).

2017, el regreso más esperado

Nadal alzó de nuevo el trofeo al cielo de París en 2017. En 2015, Djokovic se cobró venganza por las derrotas en las finales de 2012 y 2014. El serbio eliminó a Rafa en cuartos, en una de sus tres únicas derrotas en Roland Garros. Un año más tarde no compitió, por eso en 2017 fue el regreso más esperado. En la final, se enfrentó a un suizo, pero no a Federer. Wawrinka, que llegó como número tres del mundo, sucumbió ante el balear en un partido que tuvo un claro dominador (6-2, 6-3 y 6-1).

2018, el Roland Garros argentino

Si en 2012 Nadal dejó por el camino a dos españoles, en 2018 fueron dos argentinos los que cayeron en cuartos y semifinales, Diego Schwartzman y Juan Martín del Potro. Como otros tenistas, Schwartzman empezó con confianza y se puso por delante en el marcador. Sin embargo, Rafa solo le permitió un set. Ni uno más. Con Del Potro no tuvo tanta piedad y lo aniquiló en tres. En la final, frente a Dominic Thiem, hizo lo propio (6-4, 6-3 y 6-2). El undécimo Roland Garros estaba en el zurrón.

2019, reedición del año anterior

La final entre el austríaco y Rafa se repitió un año más tarde. Algo aprendió Thiem, porque le ganó un set. Sin embargo, la superioridad de Nadal fue de nuevo evidente en un terreno en el que no había rival. Solo dos derrotas en 14 años daban nota de ello. En las semifinales, fue su último enfrentamiento con Federer en el torneo, donde el suizo, de nuevo, fue incapaz de vencer al balear en su jardín.

2020, no le afectó el cambio de fecha

La última victoria de Nadal en París fue en 2020. En lugar de celebrarse entre mayo y junio, se disputó en septiembre y octubre debido a la pandemia. El cambio de fecha, sin embargo, no afectó en nada a Rafa. Deseaba este partido y aprovechó la revancha ante Djokovic. El serbio lo eliminó en 2015 y el balear impidió que alzara su segundo Roland Garros. Y él sumó su decimotercero. Los adjetivos se acababan para el español.

2022, la última gran gesta

Rafa Nadal llegó lesionado a París. Casi no podía andar a dos semanas de la disputa del torneo. ¿Era suficiente para doblegarlo? No. El español se impuso con claridad tras derrotar al número uno del mundo, Novak Djokovic, en cuartos de final. El punto agridulce fue la semifinal contra Zverev, donde el alemán tuvo que retirarse por lesión en el tie-break del segundo set. La final no tuvo color, con Nadal arrasando a Casper Ruud.