Así ha sido la lesión que ha eliminado a Rafa Nadal del Open de Australia

Se acabó el sueño de alcanzar el vigésimo tercer Grand Slam, al menos por el momento. Rafa Nadal ha caído eliminado en segunda ronda en este Open de Australia 2023 frente al estadounidense Mackenzie McDonald con un resultado de 6-4, 6.4 y 7-5.

El manacorí jugó con dolencias físicas desde mediado el segundo set, cuando sintió un pinchazo en su pierna izquierda. Aun así y tras ser atendido por el fisioterapeuta, Nadal aguantó como pudo lo que quedaba de partido, tratando de no retirarse en un torneo en el que defendía el título de 2022.

Todo empezó torcido para Nadal. Jugando techado en el Rod Laver Arena debido a la lluvia, el manacorí no comenzó nada cómodo el encuentro, sufriendo un break nada más empezar como presagio del mal partido al saque que iba a tener. Apenas un 64% de primeros servicios ante un McDonald que se fue creciendo cada vez más con el paso de los minutos.

Siempre remando en contra, el español se puso con un 4-1 abajo antes de vivir el primero de los dos roces que tuvo con la juez de silla, que le insistía en que se diera más prisa a la hora de sacar en su clásico ritual de cada servicio tras pasar por su toalla. Eso no sacó a Rafa del partido, logrando colocarse 4-3, uno de los pocos momentos en los que se le pudo ver su "vamos" para reflotar la esperanza.

Pese a ello acabó cayendo en el primero tras no aprovechar la oportunidad de empatar el set... y el segundo comenzó exactamente igual: con rotura para McDonald. El estadounidense seguía disparado, soltando golpes ganadores y encontrando las esquinas mientras su motivación seguía creciendo, y Nadal resistiendo a base del empuje que le caracteriza. Pero todo ello se torció definitivamente a mitad de la segunda manga.

Con 4-3 para el estadounidense, Nadal logró el quince iguales con un revés cruzado en el que notó algo raro. Así se lo hizo saber a su entrenador Carlos Moyá, que empezaba a torcer el gesto desde la grada. En el siguiente punto McDonald sacó abierto y respondió al resto con una derecha paralela a la que el español trato de llegar. Pero no pudo, frenando su carrera con una evidente cojera.

En ese momento todo el público contuvo la respiración. Sus dolencias musculares en la pierna izquierda, unidas a las molestias en la cadera que arrastraba, no le dejaban casi caminar, y tuvo que ser atendido en cuanto acabó ese juego. Su mujer, entre lágrimas, y sus padres evidenciaban su preocupación por un estado físico que volvía a ponerle en jaque, y que le acabaría despidiendo definitivamente de Melbourne.

Nadal aguantó como pudo para no retirarse, con McDonald realizando el mejor tenis que se la he podido ver en su carrera. Hoy no llegó la machada, imposible cuando apenas podía trotar por la pista. El mejor deportista español de la historia acabó hincando la rodilla en este Open de Australia, un jarro de agua fría gigantesco para todo el país, que solo reza para que Nadal esté recuperado para Roland Garros. Porque los grandes solo piensan en ganar y el manacorí seguro que tiene ya la tierra batida de París entre ceja y ceja.