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El hombre en la sombra de Rafa Nadal que consigue tenerle a punto a sus 35 años
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El hombre en la sombra de Rafa Nadal que consigue tenerle a punto a sus 35 años

Joan Forcades es la persona que mejor conoce el cuerpo de Rafa Nadal. El preparador físico que hace un trabajo silencioso y está en el anonimato, el que le ha recuperado la 'máquina'

Foto: Rafael Nadal en el partido contra Denis Shapovalov. (EFE/Dean Lewins)
Rafael Nadal en el partido contra Denis Shapovalov. (EFE/Dean Lewins)

Lleva con Rafa Nadal desde que era un adolescente y es la persona que mejor conoce cada músculo, reacción física, dolor, sufrimiento y todo el desgaste acumulado durante toda su carrera. Joan Forcades es la persona clave en la preparación física de Nadal. El hombre en la sombra que no aparece en las imágenes del éxito, al que es difícil escuchar porque no hace declaraciones y huye de los focos. Una persona de máxima confianza para el tenista por sus métodos de trabajo y la capacidad para ir adaptándolos a su evolución física y buscar soluciones a los problemas sufridos con las lesiones. Lo ha sacado de un agujero.

Rafa Nadal se convierte en el mejor tenista de la historia a sus 35 años y el éxito está en el talento, la fuerza de voluntad y una preparación minuciosa de la que se encarga durante todos estos años un genio de la preparación física. Joan Forcades ha recuperado la ‘máquina’. Rafa reconoció que hace un mes y medio estaba a punto de tirar la toalla, de dejarlo, de abandonar por las continuas lesiones que mermaban su respuesta física. Había que encontrar soluciones, activar el plan, convencerle de que podía reactivarse e intentar recuperar el tono físico para que cogiera confianza. Las piernas, los brazos, el cuerpo tenía que volver a responder a lo que dictaba la cabeza.

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Rafa Nadal celebra el triunfo en el Abierto de Australia

Ha sido Joan Forcades, en un trabajo silencioso y en el anonimato, el que le ha puesto a punto en lo físico. Forcades comenta que no es posible si no hay actitud y da todo el mérito a Rafa por querer seguir trabajando para levantarse, por ser paciente, volver a querer competir. Rafa Nadal es un superdotado en lo mental y lo físico, pero la edad pasa factura y el desgaste estaba ahí. Había que perfeccionar el método en un deportista de alta competición que ha agotado hasta la última posibilidad para no dejar la raqueta.

No hace pesas

Con Rafa Nadal la clave no era que volviera más musculado y más fuerte. Estaba en que recuperara la agilidad, flexibilidad, velocidad y potencia. Más fino, por debajo de su peso, de nuevo atlético. El método de Joan Forcades, conocedor de la evolución del cuerpo de Rafa Nadal, sus puntos débiles y fuertes, está basado en que las articulaciones consigan la máxima flexibilidad. Son técnicas fundamentadas en la gimnasia oriental con las que Rafa ha mejorado la movilidad articular, la flexibilidad, equilibrio con el trabajo de propiocepción, el perfeccionamiento en los movimientos de aceleración y frenada.

Con Rafa Nadal había que trabajar minuciosamente todas las zonas musculares (lumbares, abdominales, cuádriceps para proteger a las rodillas…) e incidir en los hombros. Es la parte sensible del tenista, la que más sufre y la que ha ido potenciando para conseguir aumentar el rendimiento. Esta mejoría de la movilidad articular junto con una adecuada tonificación muscular consigue que veamos, de nuevo, las mejores prestaciones físicas de Rafa Nadal. No hace falta el trabajo con pesas. El Nadal más fuerte no es el más musculado.

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Es el que ha seguido las pautas de estas técnicas de gimnasia orientales, el que trabaja con poleas, se mete en la máquina de correr sin gravedad para minimizar el impacto en las articulaciones, el que perfecciona cada detalle en la hidroterapia, el que acaba un partido de más de cinco horas y se sube la bici de spinning… Nadal tiene una genética especial para la alta competición, pero se señala el trabajo y las innovaciones de este preparador como la clave en la reconstrucción del tenista que ha conquistado su vigésimo primer Grand Slam.

Joan Forcades es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte y ha combinado su trabajo de preparador físico con el de profesor de educación física en un instituto mallorquín. Ha sido preparador personal de Carlos Moya. Es una persona reservada, que sigue en un segundo plano y que se ha prodigado poco en los medios. Cuando lo ha hecho ha puesto el foco en la actitud, disciplina, sacrificio, constancia y talento de Rafa Nadal.

En su filosofía para sacar lo mejor de un campeón está el equilibrio que va de lo emocional y repercute en lo físico. “El tenis tiene que ver mucho con la potencia, que es la fuerza relacionada con la velocidad. Pero nosotros, además, no hablamos de fuerza absoluta, sino de fuerza relativa. Lo que no se consigue a expensas de peso corporal. Fuerza que no ponga en riesgo otras necesidades del tenis, como la velocidad, la coordinación y la resistencia. Hay que hacer un trabajo compensatorio, principalmente, que intente minimizar las agresiones de equilibrio muscular. El tenis se basa en la fuerza explosiva y en la coordinación muscular”, sirve para conocer parte de su filosofía comentada a los medios. Forcades es visto como el hombre milagro.

Lleva con Rafa Nadal desde que era un adolescente y es la persona que mejor conoce cada músculo, reacción física, dolor, sufrimiento y todo el desgaste acumulado durante toda su carrera. Joan Forcades es la persona clave en la preparación física de Nadal. El hombre en la sombra que no aparece en las imágenes del éxito, al que es difícil escuchar porque no hace declaraciones y huye de los focos. Una persona de máxima confianza para el tenista por sus métodos de trabajo y la capacidad para ir adaptándolos a su evolución física y buscar soluciones a los problemas sufridos con las lesiones. Lo ha sacado de un agujero.

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