La niña prodigio del 'skateboard': medallista y millonaria con 13 años

Pertenezco a una generación donde a los 13 años salías a tomar pipas al parque, el más guay de la clase era el que tenía un boli multicolor para las tareas (sí, aún se decían tareas en lugar de deberes) y el tic, toc era solo el sonido que hacían las manillas del reloj Casio. Porque los que tenían el digital con linterna verde eran ya el no va más. Así que, cuando descubro a una chica que con la misma edad ya ha ganado una medalla olímpica, publicado un libro, tiene contratos millonarios con marcas, es filántropa y una de las mayores inspiradoras para igualdad de oportunidades entre los jóvenes…, me estalla la cabeza. Por cierto, también es bilingüe en inglés y japonés. Aunque eso no tiene mérito porque son las lenguas de su padre y su madre. Vale, sí tiene mérito, pero era por no presentar un perfil tan pluscuamperfecto.

Estoy hablando de Sky Brown. Este miércoles se convirtió en la medallista olímpica más joven de la historia del Reino Unido. En concreto, bronce en la modalidad de 'skateboard'. Nacida un mes antes de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, ha eclipsado el récord de Margery Hinton, quien tenía 13 años y 43 días cuando compitió en natación en los Juegos de 1928. Y con su bronce también ha superado a Cecilia Colledge, quien ganó la plata en patinaje artístico en Garmisch-Partenkirchen en 1936.

Aunque ya antes de subirse al podio era una celebridad. Su vida, a caballo entre California (Estados Unidos) y Japón, es seguida por más de dos millones de personas en redes sociales. Las marcas se la rifan, tiene su propia muñeca Barbie e incluso ilustración en 'Los Simpson'. Entre sus proyectos, colabora con Skateistan, una organización benéfica que enseña a patinar en áreas empobrecidas. Ha diseñado para ellos una tabla personalizada y 10 dólares de cada venta se destinan a apoyar a los niños. Su fortuna está valorada en cinco millones de dólares. Es la deportista más joven del planeta esponsorizada por Nike. Solo por recordarlo: tiene 13 años.

En definitiva, Brown es toda una 'rockstar' de la Generación Z. Y, como tal, su historia está entrelazada con el auge de las redes sociales. Fue Facebook quien la puso camino al estrellato. Su padre, nacido en Inglaterra, la grabó cuando solo tenía cuatro años demostrando sus habilidades en una minirrampa. Él era aficionado del 'snakeboard' y había construido una rampa en el patio de casa para disfrutar con sus amigos. Publicó el vídeo pensando que a los suyos les gustaría verlo. Pero terminó volviéndose viral. El mundo entero quería saber más sobre Sky y Ocean, su hermano tres años menor. El dúo comenzó a salir en los programas de televisión, desde Australia hasta Estados Unidos.

Como pasara con Greta Thunberg, la activista medioambiental, algunos consideran que sus padres están encantados con su fama. Siempre aparece el debate con niños prodigio que acumulan a temprana edad ingentes sumas de dinero y protagonizan portadas. Pero Brown recalca que sus padres nunca la han puesto bajo presión. Es más, ella quería intentar calificarse también para surf en los juegos de Tokio. La adolescente también es una surfista consumada, contratada por Billabong y aclamada como una 'heroína' por la cuatro veces campeona mundial estadounidense Carissa Moore. Pero sus padres se negaron, conscientes del agotamiento que eso conllevaría. Han rechazado muchas otras oportunidades para mantener a sus hijos, primero como niños y luego como 'skateboarders'.

Eran muchos equipos olímpicos los que estaban detrás de Brown, pero dice que finalmente apostó por el británico por el enfoque relajado y sin presión que le transmitió Lucy Adams, una de las 'skateboarders' femeninas más importantes del Reino Unido, convertida ahora en lideresa del proyecto de progresión de GB Skateboard. Compitió contra Brown en 2017. La veterana quedó tercera. La niña prodigio, por aquel entonces con nueve años, quedó segunda. Ese día, Adams ya supo que había que reclutarla.

Brown nunca ha tenido un entrenador de 'skate', pero se mueve en círculos tales que no tiene problemas para usar las instalaciones de estrellas como Tony Hawk. Aunque no son solo las habilidades sobre ruedas o tabla de surf lo que la distingue, sino también su personalidad, una sonrisa casi permanente y un aparente deseo de querer mejorar el mundo, pese a las adversidades, como el accidente que sufrió el año pasado. En un entrenamiento cayó desde una altura de casi cinco metros y estuvo luchando entre la vida y la muerte.

Publicó un vídeo en su Instagram cuando estaba recuperándose en el hospital: "Está bien caerse a veces y simplemente me voy a levantar y empujar aún más fuerte". Recibió elogios por su valentía, aunque es difícil pasar por alto la gran cantidad de sobreactuación de las escenas.

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Rubén Rodríguez

Ella tiene una conciencia muy estadounidense del mundo en el que vive. Hay un propósito detrás de todo lo que hace, un entendimiento de que está en condiciones de influir en los demás. Y sabe perfectamente lo que se espera de ella cuando se enciende una cámara. Es ambiciosa. Y toda una inspiradora con sus frases y sus canciones —sí, también tiene cinco temas—, recalcando que "las niñas pueden hacer exactamente lo mismo que los niños".

James Begley, director ejecutivo del mercado de talentos Pickstar, cree que Brown tiene el potencial de ser "uno de los deportistas mejor pagados del planeta". "El 'skate' trasciende el deporte en sí, se ramifica en la moda, la cultura y, lo que es más importante para las marcas y empresas de hoy, esa Generación Z difícil de alcanzar. La única estrella global comparable que ha proporcionado el deporte es Tony Hawk, que saltó a la fama hace unos 30 años. Sky tiene el potencial de superar incluso el atractivo de Hawk", matiza.