El apoyo de la Casa Real a los deportistas españoles en Río se limitó a unos tuits
Ni el rey Felipe, ni la reina Letizia, ni los reyes eméritos ni las infantas acudieron a la cita, y esta ausencia ha resultado muy sorprendente. La Casa del Rey asegura que la situación política lo impidió
Una vez finalizados los Juegos Olímpicos, toca hacer balance y analizar todo lo que sucedió en Río de Janeiro del 5 al 21 de agosto. Pasó que España consiguió cumplir el objetivo deportivo preestablecido y que la ciudad carioca resultó ser un caos. Es decir, lo previsto. Entre las cosas que no sucedieron en nuestra delegación: ningún miembro de la familia real asistió a alguno de los numerosísimos eventos acontecidos en estas dos semanas y media de competición olímpica. Ni el rey Felipe, ni la reina Letizia, ni los reyes eméritos ni las infantas (estas últimas ya no forman parte oficialmente de la Casa Real, pero siguen siendo familia del monarca) acudieron a la cita, y esta ausencia ha resultado muy sorprendente. De hecho, la única representación de los poderes públicos en Río fue la testimonial presencia de Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deportes en funciones.
La Casa Real no suele faltar a ninguna cita de este calibre, sin embargo, desde la propia Casa del Rey no transmiten ningún tipo de explicación más allá de que "las circunstancias políticas condicionaron la presencia del Rey en España", hecho este que evitó que pudiera acudir a la ceremonia de inauguración, único evento al que estaba invitado por el Comité Olímpico Internacional (COI). Fuentes de la Casa del Rey aseguran que los soberanos (en referencia siempre a los actuales, no a los eméritos) estuvieron pendientes de poder acudir a la inauguración, pero "la fecha de confirmación de asistencia se vio sobrepasada por las circunstancias políticas". Desde la principal institución política deportiva, el Consejo Superior de Deportes, trasladan la misma idea: no acudieron porque la política lo impidió. Por su parte, el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, también apoya la versión oficial. “No ha podido venir a Río por la situación política de nuestro país, pero se ha interesado día a día por el progreso de todos los deportistas, enviando mensajes de apoyo y agradecimiento”, explicó.
Olímpicos para siempre. Habéis alcanzado la gloria de disputar unos Juegos. España os da las gracias a todos @COE_es pic.twitter.com/1ZFJPnnyb9
— Casa de S.M. el Rey (@CasaReal) 21 de agosto de 2016
Desde la Casa del Rey transmiten que el monarca, pese a no acudir, ha estado muy interesado en los Juegos Olímpicos y, particularmente, a la actuación de los españoles. Según dicen, el seguimiento se hace patente a través de los tuits que han publicado durante los Juegos. Labor esta que, obviamente, no realizan los propios reyes, sino su departamento de comunicación. Con comentar cada medalla en la red social parece que se dan por satisfechos en lo que se refiere a su apoyo a la delegación olímpica española.
Cabe recordar que España se encuentra estancada en el proceso de la constitución de un Gobierno desde que se produjeran las elecciones legislativas del 20 de diciembre de 2015 y que no se desbloqueó tampoco (al menos no todavía) después de las segundas elecciones del 26 de junio. Este parón institucional no ha evitado, sin embargo, que Felipe VI acudiese a otros eventos deportivos, como la final de la Champions League en Milán y el debut de la selección española de fútbol en la Eurocopa de Francia en Toulouse.
Pero de todas formas, es comprensible que Felipe prefiriese no realizar un viaje tan largo a Brasil para así evitar que se diga que abandona el país durante varios días mientras no hay un Gobierno creado. Lo que resulta más chocante es que tampoco haya viajado su padre, don Juan Carlos. Sin obligaciones institucionales, el Rey emérito ha estado viviendo un verano soberano, aprovechando para hacer todo lo que no pudo hacer en sus años de jefe del Estado. En poco más de un mes, don Juan Carlos ha estado en San Sebastián viviendo las fiestas y los toros, en Venecia y, más recientemente (este mismo fin de semana, para ser exactos), en una regata en las Illas Atlánticas de San Vicente, en Galicia, de la que, por cierto, salió victorioso.
Se podría decir, sin embargo, que sus destinos vacacionales han sido relativamente cercanos a España y que Brasil está demasiado lejos. Pero no hay distancia larga para Juan Carlos, pues cruzó el charco hasta en dos ocasiones. La primera fue a finales de julio para asistir a la investidura de Pedro Pablo Kuczynski como nuevo presidente de Perú. La segunda, la pasada semana, fue para otra investidura, la de Danilo Medina como presidente de República Dominicana. Es decir, estuvo en Latinoamérica, pero no pasó por Brasil.
Los Borbones han sido olímpicos
Es así por la íntima relación que han mantenido todos los Borbones con el deporte en general y el olímpico en particular. Hablamos de personalidades que han llegado a formar parte de las delegaciones españolas en alguno de los Juegos Olímpicos, siempre en vela, y que han sido elegidos por el COE para portar la bandera de España en dos ceremonias inaugurales, uno de los mayores reconocimientos que tienen los deportistas por parte de sus países. El rey Juan Carlos formó parte del equipo español de vela en la clase Dragon en Múnich'72. Cristina, suplente del equipo de vela de la clase 470, fue abanderada en Seúl'88, mientras que su hermano pequeño lo fue en Barcelona'92, al participar en la clase Soling, también en vela. Y hasta la reina Sofía fue olímpica con la selección griega de vela en Roma'60.
Además, todos sus miembros han asistido en repetidas ocasiones a actos deportivos en los que estaban implicados equipos o deportistas españoles. Pero Río no entró en su agenda esta vez. El rey Felipe no se perdía una cita olímpica, ya fuera como participante directo o como invitado, desde Seúl'88, Juegos estos que contaron con representación real a través de su hermana. La que sí viajará a Río en los próximos días para los Juegos Paralímpicos es la infanta Elena, en calidad de presidenta de honor del Comité Paralímpico Español.
Una vez finalizados los Juegos Olímpicos, toca hacer balance y analizar todo lo que sucedió en Río de Janeiro del 5 al 21 de agosto. Pasó que España consiguió cumplir el objetivo deportivo preestablecido y que la ciudad carioca resultó ser un caos. Es decir, lo previsto. Entre las cosas que no sucedieron en nuestra delegación: ningún miembro de la familia real asistió a alguno de los numerosísimos eventos acontecidos en estas dos semanas y media de competición olímpica. Ni el rey Felipe, ni la reina Letizia, ni los reyes eméritos ni las infantas (estas últimas ya no forman parte oficialmente de la Casa Real, pero siguen siendo familia del monarca) acudieron a la cita, y esta ausencia ha resultado muy sorprendente. De hecho, la única representación de los poderes públicos en Río fue la testimonial presencia de Íñigo Méndez de Vigo, ministro de Educación, Cultura y Deportes en funciones.
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