Jon Rahm y el efecto de su éxito en el golf español: "Las autoridades no nos tratan bien"

Los políticos españoles tienen una excusa menos para mirar al golf como un deporte minoritario y elitista. Lo que ha sucedido en el Open de España celebrado en el Centro Nacional de golf de Madrid marca un antes y un después. La cifra oficial de asistencia en las cuatro jornadas es de 47.218 personas, lo que marca un hito en en nuestro país y un éxito en la organización de la Federación, que ha sido capaz de encontrar un buen cartel de participantes -como el fenómeno Jon Rahm- y los instrumentos para que la afluencia sea masiva. Ha sido una llamada de atención que ha puesto de relieve que hay un germen de aficionados de todas las edades y que se han volcado con este torneo, aunque el deporte cojea por la pata más importante: la económica. Este es el único motivo negativo de esta disciplina que crece en seguidores, pero no en ingresos.

La victoria, con remontada, del vasco Jon Rahm sobre el irlandés Paul Dunne y la excelente participación de Nacho Elvira (tercero) y Jorge Campillo (quinto) han dado todavía más motivos para la emoción de un torneo que fue creciendo en expectación con el paso de las jornadas. En la organización destacan el tirón de Rahm y su comportamiento tras cada partido. “Ha demostrado ser una persona excepcional dentro y fuera del campo. Todos los días se quedaba una hora firmando gorras y zapatos a los aficionados y decía que no podía dejar a ningún niño sin atender, a pesar de que podía quedarse frío. Ha dado una lección de profesionalidad y paciencia. Ha conectado con Madrid y la ha puesto a sus pies”, confirma a El Confidencial el presidente de la Federación Española de Golf, Gonzaga Escaurizaga.

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El máximo dirigente de la Federación celebra el éxito de afluencia de público al Centro Nacional de golf en Madrid con emoción: “Es un hito y son números verídicos”. La cifra de 47.218 asistentes supera las barreras, pone al golf en otra dimensión en nuestro país y es para estar satisfecho. Pero la alegría no es plena si no hay ayudas estatales, si los patrocinadores no aprovechan este boom que ha despertado el interés y la curiosidad de miles de aficionados. Hay una industria entorno al golf que mueve en España millones de euros y que, según Gonzaga Escauriaza, no tiene el suficiente respaldo. “El turismo de golf produce 2.000 millones de euros al año al Estado. No quiero ser negativo en este momento tan bonito e histórico, pero hay que decir lo que genera el golf. Una importante cantidad de dinero y miles de puestos de trabajo. Nos tienen que mirar con una cara un poco más simpática y lo digo, por ejemplo, para la secretaría de Estado de Turismo. Creo que no nos tratan bien las autoridades y, a lo mejor, ahora se empiezan a dar cuenta de que este no es un deporte elitista. Pero tenemos ese sambenito cuando en España se puede practicar el golf por ocho o diez euros. Faltan ayudas. También sponsor españoles para nuestros jugadores que cada vez tienen más visibilidad”, declara con cierta queja el presidente de la Federación.

El triunfo de Jon Rahm ha sido el rotundo éxito del Open de España, del que se hablará durante mucho tiempo, porque enganchó a miles de aficionados que vinieron de diferentes puntos de España. Como explica el presidente Gonzaga Escauriaza no solo se puede sobrevivir de la notoriedad sino que hace falta algo más, como una buena financiación. De ello habrá tomado nota Íñigo Méndez de Vigo, el ministro de Educación, Cultura y Deporte que entregó la Copa al ‘León de Barrika’ en Madrid y acto seguido la medalla de plata de la Real Orden del Mérito Deportivo.

Rahm ha logrado, en este torneo, levantar pasiones en el golf, despertar el interés de aficionados a otros deportes y dar un toque de atención para que cuiden el golf patrio.