Jon Rahm y un agridulce paso por Augusta con el paso a LIV Golf en el horizonte

La participación de Jon Rahm en el Masters de Augusta, competición en la que defendía el título, la chaqueta verde, no ha salido como esperaba. El español se quedó sin opciones en la tercera jornada, celebrada el sábado, en este torneo del PGA Tour, el histórico circuito que abandonó de manera totalmente inesperada a cambio de los petrodólares. Ha sido el año de Scottie Scheffler, número uno del mundo hace 80 semanas, que conquistó este domingo su segundo Masters de Augusta dos años después de lucirse en el mítico campo de Georgia.

Rahm llegó a la tercera cita con una diferencia de 11 golpes con los favoritos para hacerse con el título. Era una distancia, a priori, insalvable y, finalmente, lo fue. No obstante, el español tenía como objetivo voltear los pronósticos y mantener la chaqueta verde. No fue posible por su mal rendimiento el jueves y el viernes, ahí se esfumaron las opciones de revalidar el título.

No fue de los primeros en salir el sábado y la expectación se disparó. Porque Rahm consiguió seis pares en sus seis primeros hoyos. Sin embargo, el bogey en el séptimo esfumó sus opciones y lo dejó fuera de la pelea por el título. La cara de Jon fue todo un poema, porque quería seguir haciendo historia en este torneo.

Son muchos los que no entendieron cómo Rahm podía participar en esta competición tras haber dado el paso de marcharse a LIV Golf, el otro circuito. Jon tiene ese derecho de manera vitalicia al haberse proclamado campeón del torneo, como les ocurre a todos los jugadores que lo han ganado. Por eso quiso repetir la experiencia y sumar un nuevo título, que lamentablemente no consiguió.

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El cambio de circuito

A los aficionados más puritanos, no obstante, no les convenció esta decisión de Rahm, porque pensaban que tendría que participar solo en los torneos de LIV. Los 525 millones de dólares que le ofrecen los saudíes hasta 2029 lo convencieron para cambiar de circuito y para embolsarse una suma importante. Parecía que el dinero no podía comprar la historia y la grandeza de PGA, pero finalmente lo consiguió.

"Yo nunca he jugado por dinero, sino por amor a este deporte. Mi vida no cambiaría lo más mínimo si tuviera 400 millones de dólares", dijo en una ocasión el español cuando algunos compañeros cambiaron de circuito. Aquello le pasó factura, porque un año después él emprendió el mismo camino. Pero todavía participa en algunos torneos de PGA. Esta decisión no se comprende.

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Rahm ha pasado sin pena ni gloria por el Masters de Augusta y ahora afrontará, probablemente, sus últimas participaciones en los torneos de PGA. El foco, eso sí, lo tiene en los Juegos Olímpicos. En LIV tendrá duros y grandes rivales, pero echará de menos la grandeza de los torneos. Porque a lo que no tiene precio no se le puede poner.

Scheffler gana

El estadounidense Scottie Scheffler conquistó este domingo su segundo Masters de Augusta dos años después de lucirse en el mítico campo de Georgia. Scheffler, de 27 años, completó la última ronda con cuatro golpes bajo el par y finalizó con una tarjeta de 277 (-11). Su victoriosa campaña la comenzó el jueves con un -6, el viernes firmó un par y el sábado se aisló en el liderato tras hacer un -1.

La segunda posición con un -7 fue para el sueco Ludvig Aberg, de 24 años, mientras que el tercer escaño fue compartido con -4 por el inglés Tommy Fleetwood y los estadounidenses Max Homa y Collin Morikawa.

El español Jon Rahm fue el encargado de entregar la chaqueta verde a Scheffler. "Hice todo lo posible para mantener la calma ahí afuera. Intenté ser paciente en el campo para dar algunos golpes clave", afirmó el ganador a CBS.

La jornada final parecía plantear un duelo cerrado con Morikawa, pero fue el sueco Aberg quien exhibió rebeldía al igualar al líder en -6 tras el séptimo hoyo, en el que el sueco hizo un birdie y el estadounidense un bogey.

Scheffler, sin embargo, encadenó tres birdies seguidos (seis en nueve hoyos) para dejar sin opciones a Aberg. Aunque su victoria en el campo de Augusta fue incuestionable, el golfista había anunciado su intención de abandonar el torneo si nacía su primer hijo, lo que no ha ocurrido.

"Ya vuelvo a casa —dijo entre risas en un mensaje dedicado a su esposa, Meredith—. Estaré en casa lo antes posible. Te amo y estoy volviendo a casa", manifestó. "No puedo expresar con palabras lo que significa ganar este torneo nuevamente y realmente no puedo expresar con palabras lo que será ser padre por primera vez", afirmó el también ganador en 2022.