Lloris, el último enemigo de Messi: una leyenda de los mundiales (sin llamar "bobo" a nadie)

Después de muchos años, Francia ha conseguido cerrar uno de los grandes debates históricos: el problema de la portería. Desde que Joel Bats dejara la selección, Bernard Lama, Fabien Barthez o Grégory Coupet han sido los porteros titulares de Les Bleus, pero ninguno de ellos había conseguido dar estabilidad defensiva al equipo, donde las buenas actuaciones y los fallos aparecían a partes iguales. Pero la aparición de Hugo Lloris acabó definitivamente con el debate.

El portero del Tottenham lleva más de 14 temporadas brillando a un altísimo nivel, especialmente con la selección francesa. No solo consiguió hacerse con el puesto allá por la 2008-09, sino que lo ha hecho elevando el nivel de manera exponencial. Ha jugado un total de 144 partidos con los galos, en los que ha conseguido dejar la portería a cero en 64 encuentros y solo ha encajado 117 goles. Y, lo más importante, Francia ha encontrado un líder de perfil bajo.

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Lloris no es un jugador que necesite muchos focos, que tenga especialmente buena prensa, ni al que le guste el protagonismo más allá de los terrenos de juego. Pero si por algo destaca es por ser uno de esos jugadores que toda selección necesita: un verdadero líder en el campo y en el vestuario, un futbolista que cumple a la perfección con su trabajo sin elevar una palabra por encima de otra y que, además, responde cuando más lo necesita su selección.

Este es el cuarto Mundial que disputa Lloris con la selección francesa. Su debut no fue demasiado positivo, pues en Sudáfrica 2010 los galos cayeron en la fase de grupos; en Brasil 2014, Francia fue eliminado en cuartos de final ante Alemania... pero cuatro años después, se cobró su venganza; así, en 2018 se convirtió en campeón del mundo ante Croacia, y, ahora, en Qatar 2022, vuelve a tener la oportunidad de ganar el Mundial ante Argentina.

Sus cuatro participaciones mundialistas le permiten sumar 19 partidos en la Copa del Mundo. O, lo que es lo mismo, será este domingo cuando juegue 20 encuentros en los mundiales, una cifra que le permite superar a Manuel Neuer como el portero con más partidos en la historia del torneo. Una efeméride que cumplirá en toda una final, en la que puede lograr su segundo Mundial y levantar, de nuevo, la copa de campeón como capitán de Francia.

Sin levantar demasiado el tono, manteniéndose siempre en un discreto segundo plano y como un hombre de plantilla, Lloris ha sido fundamental para Francia. En cuartos de final, fue básico para obligar a Harry Kane a fallar su segundo penalti; en semifinales, fue un muro para Marruecos, con una parada de especial mérito a la chilena de El Yamiq. Y todo ello sin tener que llamar "bobo" a nadie para ganarse el favor de los focos: todo, desde el trabajo y la humildad, desde el césped.

Lloris lleva siendo indiscutible con Francia desde hace 14 años, donde solo las lesiones —como aquella tan grave de codo— le han apartado del equipo. Siempre un hombre de equipo, trabajador y sin ocupar focos, pero que ya es historia de los mundiales y que es una de las grandes razones de los pupilos de Didier Deschamps para creer en la posibilidad de ganar su segundo Mundial consecutivo. Enfrente, la Argentina de Messi... pero bajo palos, historia viva de los mundiales.