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La pegada de Francia sobrevive a la histórica Marruecos de Achraf (2-0) y se cita con Argentina
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Marruecos se medirá a Croacia

La pegada de Francia sobrevive a la histórica Marruecos de Achraf (2-0) y se cita con Argentina

La selección africana mereció más, pero la pegada de los franceses fue suficiente para clasificar a la gran final ante la Argentina de Leo Messi del próximo domingo

Foto: Los jugadores marroquíes, desolados. (Reuters/Carl Recine)
Los jugadores marroquíes, desolados. (Reuters/Carl Recine)

Marruecos fue ese oasis en el desierto, una selección de rotundo rigor táctico capaz de cargarse a favorita tras favorita: a la generación dorada de Bélgica en fase de grupos, al tembloroso juego posicional de la Roja en octavos, y a la última bala mundial de la Portugal de Cristiano Ronaldo en cuartos. El penúltimo escalón era, probablemente, el más complicado de todos, la gran favorita, el coco del campeonato, la todopoderosa Francia de Kylian Mbappé. Y aquí se acaba la aventura de la cenicienta del torneo como aspirante, toca conformarse por la lucha del tercer puesto con Croacia. Honor para los marroquíes que se quedan en semifinales tras caer por dos goles a cero (Theo Hernandez y Kolo Muani), pero que dejan un campeonato para la historia del fútbol. Francia optará a repetir el título de Rusia 2018 ante Argentina el próximo domingo.

Empezó de la peor manera posible para los dirigidos por Walid Regragui. A los cuatro minutos de partido, Francia frotó la lámpara del genio y de ahí salió, una vez más, Griezmann. Colosal campeonato el que está realizando el futbolista del Atlético de Madrid, a la altura del de Leo Messi y por delante del de su compatriota Mbappé. El Principito se internó en el área con clase y cedió la pelota al delantero del PSG, aunque sus dos intentos gol se perdieron en el mar de piernas marroquíes. Al tercer rebote, la bola fue a parar a la izquierda, donde apareció Theo Hernández para marcar de manera acrobática. Era la primera vez que Marruecos estaba por detrás en el marcador.

Un escenario inédito para los Leones del Atlas, acostumbrados a tener la solidez y la defensa como carta de presentación. Tocaba intimidar con la pelota y, para sorpresa de algunos, poco a poco lo consiguieron. Marruecos echó el balón a correr y Francia buscó el contragolpe. De esa manera llegó la otra gran ocasión gala, con un Giroud a la carrera que, entre la delicadeza y la violencia, eligió lo segundo. Su disparo impactó en el palo pese a la estirada de Bono.

No terminaban ahí las malas noticias para los marroquíes, por momentos físicamente exhaustos. Romain Saïss, su capitán, tuvo que pedir el cambio a los 20 minutos del partido. Había forzado (como otros de sus compañeros) tras el esfuerzo descomunal de los anteriores partidos y las piernas dijeron 'hasta aquí'. Con todo en contra, Marruecos creció y acabó la primera mitad encerrando a los franceses en su campo. Para colmo se vivió una jugada extraña, con Sofiane Boufal recibiendo una tarjeta amarilla al hacer falta a Theo en el área gala... cuando la repetición ofrecía más un penalti que una infracción del marroquí.

El central del Valladolid, Yamiq, se disfrazó de delantero estrella y estuvo a centímetros de hacer el gol del campeonato. Con toda la intención del mundo, el marroquí realizó una certera chilena en segunda jugada de córner que impactó en el palo de Lloris. El partido se fue al descanso con Marruecos mereciendo el empate.

Foto: Leo Messi volvió a llevar en volandas a Argentina. (Reuters/Molly Darlington)

Los segundos 45 minutos comenzaron con Mbappé con ganas de dejar su sello en la semifinal después de un tímido primer tiempo. Por dos ocasiones, el del PSG lo intentó, la segunda tuvo un duelo especial, ya que su querido amigo Hakimi Achraf (el único que conocía previamente su decisión de quedarse en París pese al intento de fichaje del Real Madrid) le mandó al suelo con picardía cuando se quedaba solo tras (otro) magnífico pase en profundidad de Grizzie. Buena tarascada se llevó Mbappé en un casi penalti de Amrabat, desatado en el Mundial, que se llevó la pelota... y parte del tobillo del francés.

Boufal, un extremo tan irregular como talentoso, destrozó a Koundé como lateral y confirmó lo que ya se sabía a esas alturas de partido: Marruecos merecía el empate. O más. Los Leones del Atlas cazaban en manada, presionando a 20 metros de Lloris, combinando como en el patio de colegio y asfixiando a la vigente campeona del mundo. También, hay que reconocer, dejando un recado en el tobillo de Mbappé en cada ocasión. El árbitro perdonó dos amarillas consecutivas a los marroquíes, mientras Francia solo encontraba consuelo en Griezmann, el único capaz de armar su juego. Mención especial para Dembélé, cuánto fútbol tiene en sus botas en el extremo y cómo le cuesta leer lo que necesita su equipo en cada momento. Un sinfín de malas decisiones. Deschamps, pese a ello, siguió confiando en el blaugrana y sacó del césped a Giroud para dar entrada a Marcus Thuram, colocando a Mbappé como nueve de referencia.

placeholder Dos amigos, frente a frente. (Reuters/Kai Pfaffenbach)
Dos amigos, frente a frente. (Reuters/Kai Pfaffenbach)

Al ímpetu de Marruecos solo le faltaba templanza para definir. Mucho peligro general, pocas ocasiones concretas. Hamdallah, que había entrado como refuerzo, escenificó la situación: el delantero se adentró en la zona de peligro, amagó, amagó, amagó... Francia se comía las uñas, pero no llegó el chut para desesperación marroquí. La entrada de Thurman dio aire a Francia, estirando el equipo con posesiones más largas en la zona izquierda atacante. Abde fue la última esperanza de Regragui.

Las botas de Mbappé acabaron por sentenciar el partido. Tchouamení recuperó en la medular, los galos organizaron el ataque y delantero del PSG encadenó tres regates consecutivos entre quiebros de cadera y amagos de chutes, la pelota rebotó en Abde y Kolo Muani, que acababa de salir al campo, marcó a placer el gol de la sentencia. Koundé salvó bajo palos el gol de la honra para los africanos en los últimos minutos. Francia estará en la final, la Argentina de Messi espera, difícil imaginarse un duelo más grande. Aplausos para Marruecos, no se olvidará el histórico Mundial de los africanos.

Marruecos fue ese oasis en el desierto, una selección de rotundo rigor táctico capaz de cargarse a favorita tras favorita: a la generación dorada de Bélgica en fase de grupos, al tembloroso juego posicional de la Roja en octavos, y a la última bala mundial de la Portugal de Cristiano Ronaldo en cuartos. El penúltimo escalón era, probablemente, el más complicado de todos, la gran favorita, el coco del campeonato, la todopoderosa Francia de Kylian Mbappé. Y aquí se acaba la aventura de la cenicienta del torneo como aspirante, toca conformarse por la lucha del tercer puesto con Croacia. Honor para los marroquíes que se quedan en semifinales tras caer por dos goles a cero (Theo Hernandez y Kolo Muani), pero que dejan un campeonato para la historia del fútbol. Francia optará a repetir el título de Rusia 2018 ante Argentina el próximo domingo.

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