Inglaterra se estrella desde el punto de penalti y Lloris y Griezmann salvan a Francia
El jugador del Atlético de Madrid dio la asistencia del 1-2 de Olivier Giroud en un gran centro. Kane, que convirtió el primer penalti, falló el segundo e Inglaterra murió en la orilla
Francia derrotó a Inglaterra en uno de los partidos más duros del Mundial de Qatar gracias a los goles de Aurélien Tchouaméni, en la primera parte, y de Olivier Giroud, en la segunda parte, y jugará las semifinales contra Marruecos el próximo miércoles. La campeona del mundo resistió las acometidas de Inglaterra durante todo el encuentro y resistió en los peores momentos. Especialmente cuando Harry Kane hizo el tanto del empate al inicio de la segunda parte tras un penalti de Tchouaméni. El destino, cruel, hizo que Francia se adelantara de nuevo con un gran centro de Antoine Griezmann... y que Harry Kane enviara a las nubes el penalti que podría haber forzado la prórroga en la segunda parte. Lloris, compañero suyo en el Tottenham, no pudo atajar el primer penalti, pero tuvo la fortuna de que en el segundo el balón volara muy lejos del larguero. En el 110 de partido, Marcus Rashford se quedó a centímetros de hacer el tanto del empate de falta.
Fue uno de los mejores partidos del Mundial. Así, sin anestesia. En un enfrentamiento entre dos de las mejores selecciones del Mundial, todos los ojos se centraron en el duelo Kyle Walker-Kylian Mbappé. El jugador inglés, con velocidad y técnica defensiva de élite, midió bien al astro galo en los primeros duelos individuales. Inglaterra no despegaba la mirada de las acciones del jugador del PSG, pero Francia tiene tantas armas de destrucción masiva como uno quiera. Y, sin embargo, Inglaterra fue mejor en la primera parte. El primer susto se lo llevó Aurélien Tchouameni en un robo de balón de Bukayo Saka que neutralizó la propia zaga gala.
En un intercambio de golpes impensable por el calibre de los dos equipos, Giroud probó a Pickford con un cabezazo que cayó manso a sus manos tras un centro de Ousmane Dembélé. En el minuto 17 y cuando las dos selecciones todavía estaban decidiendo quién quería dominar la pelota, Mbappé firmó una jugada supersónica para arrastrar hasta cuatro defensores de Inglaterra tras una falta de Upamecano sobre Saka no señalada por el colegiado del encuentro. La jugada terminó en la derecha, donde Antoine Griezmann cedió para Tchouámeni. El jugador del Real Madrid, con Jude Bellingham delante de él, sacó un latigazo seco e infernal que batió a Pickford.
Inglaterra no notó el impacto emocional del gol y se lanzó a por el empate. Primero con una acción individual de Saka, de los más activos en el primer tiempo. Después con una falta de Luke Shaw al medio que detuvo Lloris. Los ingleses lo intentaron con ahínco y Harry Kane dejó a Upamecano desparramado por el suelo con una acción donde le engañó y solo Lloris se interpuso entre él y el gol. Solo cinco minutos después, los ingleses pedirían penalti de Upamecano sobre Kane, pero ni el VAR ni el árbitro vieron acción de pena máxima.
Griezmann, el mejor de Francia... otra vez
Francia esperó al contragolpe mientras Kane chocaba con el muro edificado por Lloris. Con Griezmann dirigiendo el juego, Dembélé y Mbappé volando al contragolpe y Tchouámeni lanzando y robando, Francia planteaba un partido muy duro de roer para los ingleses. Al filo del descanso, Mbappé tuvo una buena ocasión en un disparo que se marchó desviado. Los ingleses habían tenido el empate en su mano, aunque Francia no pareció incómoda en ningún momento. La cosa cambiaría en la segunda parte, donde el combinado de Gareth Southgate sería mejor.
Los ingleses salieron en tromba. Un bombazo de Bellingham y Maguire cerca del empate. Lloris lo salvó. Lo que no podría salvar el portero de Francia sería el penalti de Tchouaméni en el minuto 51 de encuentro, cuando el jugador galo se comió el amago de Saka. Lo tiró Kane ante su compañero de equipo en el Tottenham. Y lo transformó con frialdad. Con el empate reaccionó Francia a través de Rabiot y un latigazo durísimo que sacó Pickford. Inglaterra era mejor porque desbordaba a una Francia que no fluía y atacaba su principal punto débil en la banda izquierda, donde Rabiot no llegaba a tapar a sus interiores y Upamecano salía constantemente de zona.
Así las cosas, Giroud amenazó con lesionarse sin mayores incidencias después. Inglaterra lo probó a balón parado, pero Maguire envió su cabezazo al palo. Mbappé no podía aparecer porque estaba demasiado encorsetado y marcado de cerca por la zaga inglesa. Era tiempo para otros héroes si alguien quería desatascar el 1-1. Entonces emergió el mejor jugador de Francia en el Mundial, Antoine Griezmann, para dibujar un centro preciso en el minuto 78 que Giroud envió al fondo de la red para el 1-2. Francia podía haber matado el partido... nada más lejos de la realidad.
En el 82, Theo Hernández derribó a Mason Mount, recién incorporado al terreno de juego, en una acción absurda dentro del área. El árbitro lo miró en el VAR y decretó penalti. Kane, que había engañado a su compañero en el primer penalti, lo envió a las nubes. La presión era infernal. Inglaterra lo trató de empatar a través de Mount, con un disparo lejano. Sin embargo, el marcador ya no se movería más y Francia se medirá a Marruecos por un lugar en la gran final del Mundial de Qatar.
Francia derrotó a Inglaterra en uno de los partidos más duros del Mundial de Qatar gracias a los goles de Aurélien Tchouaméni, en la primera parte, y de Olivier Giroud, en la segunda parte, y jugará las semifinales contra Marruecos el próximo miércoles. La campeona del mundo resistió las acometidas de Inglaterra durante todo el encuentro y resistió en los peores momentos. Especialmente cuando Harry Kane hizo el tanto del empate al inicio de la segunda parte tras un penalti de Tchouaméni. El destino, cruel, hizo que Francia se adelantara de nuevo con un gran centro de Antoine Griezmann... y que Harry Kane enviara a las nubes el penalti que podría haber forzado la prórroga en la segunda parte. Lloris, compañero suyo en el Tottenham, no pudo atajar el primer penalti, pero tuvo la fortuna de que en el segundo el balón volara muy lejos del larguero. En el 110 de partido, Marcus Rashford se quedó a centímetros de hacer el tanto del empate de falta.
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