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Líderes musulmanes llaman a la calma ante el Marruecos-España: ¿les escucharán los jóvenes?
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PARTIDO DE OCTAVOS DEL MUNDIAL

Líderes musulmanes llaman a la calma ante el Marruecos-España: ¿les escucharán los jóvenes?

Las asociaciones de inmigrantes se quejan, por su parte, del aluvión de insultos contra los marroquíes en redes sociales y piden a las autoridades que le pongan coto

Foto: Marruecos celebra un gol ante Canadá. (EFE/EPA/Noushad Thekkayil)
Marruecos celebra un gol ante Canadá. (EFE/EPA/Noushad Thekkayil)
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Abdallah Mhanna, el imán palestino de la mezquita de Almuhseneen, en el centro de Almería, distribuyó primero el comunicado del Consulado de Marruecos de su ciudad durante el fin de semana, pero no se dio por satisfecho. Después redactó el suyo en árabe en tanto que presidente del Centro de Imanes de Almería, al que están adscritas la mayoría de las comunidades musulmanas de esa provincia. "Hubo también que traducirlo al español porque muchos hermanos no hablan árabe", explica al teléfono.

"Pedimos a la comunidad musulmana, especialmente a la marroquí, que se aleje de cualquier comportamiento que pueda perturbar el bien común y la convivencia entre habitantes en este buen país, España (...)", en la tarde del martes, tras el partido España-Marruecos, reza el texto del comunicado. "Por eso, os pedimos no salir a la calle en masa para celebrar y dar también la espalda a las campañas frenéticas llevadas a cabo en distintas redes sociales", recalca.

Foto: Achraf, junto al seleccionador Walid Regragui. (Reuters/Hannah Mckay)

El iman Mhanna no es un caso aislado. Otro clérigo, Bouazza el Attielah, que está al frente de la mezquita de Al Andalous, en el barrio de San Andrés (Murcia), dedicó su 'jutba' (sermón) del pasado viernes a instar a sus fieles a comportarse "como buenos musulmanes" guardando "la calma y la tranquilidad". "No salgáis a la calle [el martes], alegraros en vuestras casas", les rogó.

Desde que se supo que Marruecos accedería a octavos de final del Mundial y que su rival sería España, se multiplican los llamamientos pidiendo paz y concordia en los barrios y pueblos donde están afincados más inmigrantes musulmanes. No solo viene de imanes, sino de los consulados marroquíes, de asociaciones religiosas o laicas de inmigrantes y, por supuesto, de autoridades españolas. El que tenga que celebrarlo "que lo haga con total respeto a las normas de convivencia", insistía, por ejemplo, Diego José Mateos, alcalde socialista de Lorca.

La Comisión Islámica de España, el órgano de representación de los musulmanes, seguía guardando silencio el lunes por la tarde. No así una de las organizaciones que la integran, la Federación Española de Entidades Religiosas Islámicas, dirigida por marroquíes. El fútbol, señala en un comunicado, "ha de servir para mostrar a la sociedad los modales del Islam, entre los que están el respeto y la tolerancia, y ha de servir como medio de acercamiento y no como división entre nosotros".

"Ahora nos va a tocar compartir unos 90 minutos de fútbol que, tal vez, serán los 90 minutos más tensos de nuestra historia reciente", escribía este lunes, en el diario 20 Minutos, el escritor y periodista marroquí Nabil Driouch. "Millones de marroquíes y españoles van a estar en su sofá con la bandera a mano, soñando con la victoria", vaticinaba.

El partido España-Marruecos será una prueba de fuego para la comunidad marroquí asentada en España. Asciende a 776.000 personas, según el Instituto Nacional de Estadística, a los que hay que añadir otros 300.000 que han adquirido la nacionalidad española estos últimos años, pero que en muchos casos mantienen también la que tuvieron en origen.

placeholder En-Nesiry celebra su gol a Canadá. (Reuters/Carl Recine)
En-Nesiry celebra su gol a Canadá. (Reuters/Carl Recine)

Un momento clave

El martes por la noche se verá si los llamamientos prodigados por sus líderes y sus instituciones son escuchados por la juventud marroquí en España. Los primeros indicios son alentadores. Tras las victorias de la selección marroquí frente a Bélgica y Canadá, y su pase a octavos de final, el mobiliario de algunas calles de los barrios musulmanes de Bruselas y Amberes fue destrozado mientras los manifestantes volcaban coches y se enfrentaban también con la policía que trataba de disolverlos. Medio centenar de jóvenes fueron detenidos. También hubo incidentes, de mucho menor alcance, en Ámsterdam, La Haya y Aviñón (Francia).

En España, las concentraciones y cortejos de marroquíes que se formaron el 1 de diciembre para celebrar la victoria sobre Canadá, que permitió a la selección marroquí acceder a octavos, se desarrollaron sin apenas incidentes. En la Plaza Alta y en el Paseo Marítimo de Algeciras, la Policía Nacional solo advirtió con altavoces a los manifestantes de que estaba prohibido el uso de petardos y botes de humo, y estos acataron la orden. En Reus o Figueres, los jóvenes marroquíes llegaron a cortar el tráfico en varias calles, pero las despejaron sin oponer resistencia cuando aparecieron los Mossos.

Por si todos esos llamamientos a la calma fuesen desoídos por una parte de la juventud marroquí, las policías de todas las ciudades y pueblos donde hay fuertes concentraciones de musulmanes están en alerta. Dudan de si el riesgo de disturbios es mayor en caso de victoria o de derrota de la selección marroquí. "Por supuesto que habrá un despliegue policial, especialmente alrededor de los bares que pongan pantallas grandes en la vía pública para seguir el encuentro", declaraba a la prensa local Antonio León, alcalde independiente de Torre Pacheco (37.600 habitantes, de los que la quinta parte son de tradición musulmana). Murcia es, junto con Barcelona y Almería, una tres provincias de España con más población musulmana, según un estudio del Observatorio Andalusi.

Días antes del partido, el ambiente ya se ha empezado a caldear en las redes sociales. Sabah Yacoubi, presidenta de la rama murciana de la Asociación de Trabajadores e Inmigrantes Marroquíes, advertía en un comunicado que ya se está arremetiendo en las redes contra sus compatriotas. "Hacemos un llamamiento a las autoridades, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, al poder judicial y responsables de redes sociales a que pongan fin a todos los vídeos y mensajes racistas, provocadores y amenazantes", insistía desde Barcelona la asociación ITRAN, que encabeza Alami Susi. Younes Bilal, un joven marroquí, fue víctima de un asesinato racista en junio de 2021 en Mazarrón (Murcia).

En Marruecos se sigue con pasión el fútbol español, pero no sucede otro tanto en España, donde se ignora todo del balompié en su vecino del sur. "El partidazo del martes sería una ocasión para que el pueblo español conozca mejor el fútbol marroquí e incluso ese nuevo Marruecos", escribe Nabil Driouch dando a entender que detrás del deporte, que ha dado un salto cualitativo, existe también un país que ha hecho otro tanto.

placeholder Cita histórica en octavos de final. (Reuters/Ibraheem Al Omari)
Cita histórica en octavos de final. (Reuters/Ibraheem Al Omari)

"Respeto a la prensa española"

Los medios de comunicación españoles están, al parecer, desaprovechando esa oportunidad de acercarse al reino de la dinastía alauí. "Marruecos exige respeto a la prensa española", titulaba el domingo la edición de Rue 20 en español, una publicación afín a las autoridades de Rabat. "Afloran las críticas desde que se dio a conocer que Marruecos se medirá a España en octavos", se lamentaba.

Ponía dos ejemplos de lo que tachaba nada menos que de "racismo". "Desde el programa deportivo El Chiringuito, el tertuliano sevillista, Cristóbal Soria, sigue dando palos al jugador marroquí Youssef En-Nesyri: «Tienen un delantero que no tiene nivel para Primera División»", recuerda Rue 20. Es "un comentario que huele a racismo hacia el marroquí (...)", según el diario.

Peor aún fue, sostiene Rue 20, el periódico La Vanguardia que el pasado fin de semana tituló: "España, contra la selección de la ONU". Hacía referencia a que un buen número de jugadores marroquíes nacieran fuera de su país, pero ostentan su nacionalidad. "Titulares racistas no van a faltar estos días", se lamentaba el diario oficialista marroquí. "Desde aquí, en Marruecos, se respetan todos los jugadores de la Roja". "No se cuestiona su nivel, ni tampoco su nacionalidad", concluía.

Ni el comentario de Cristóbal Soria ni el titular de La Vanguardia tienen connotaciones racistas, aunque así los interprete una prensa poco acostumbrada a la libertad de expresión que, desde que fracasó el movimiento del 20F, la versión marroquí de la 'primavera árabe', se ha ido recortando en Marruecos hasta prácticamente desaparecer. Tres periodistas influyentes cumplen condenas de cárcel en Marruecos y un puñado de blogueros y youtubers están también detrás de los barrotes.

Abdallah Mhanna, el imán palestino de la mezquita de Almuhseneen, en el centro de Almería, distribuyó primero el comunicado del Consulado de Marruecos de su ciudad durante el fin de semana, pero no se dio por satisfecho. Después redactó el suyo en árabe en tanto que presidente del Centro de Imanes de Almería, al que están adscritas la mayoría de las comunidades musulmanas de esa provincia. "Hubo también que traducirlo al español porque muchos hermanos no hablan árabe", explica al teléfono.

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