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"Está a la altura de Di Stéfano": el día en que el Real Madrid fichó a Amancio Amaro
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LÍDER DEL MADRID 'YEYÉ'

"Está a la altura de Di Stéfano": el día en que el Real Madrid fichó a Amancio Amaro

Fue tras un amistoso que los blancos ganaron al Deportivo en A Coruña (3-1). El coruñés encandiló a Santiago Bernabéu, que lo incorporó al equipo y siempre lo cuidó

Foto: Amancio, en una aparición en el Bernabéu. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Amancio, en una aparición en el Bernabéu. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Galicia es un territorio que genera un arraigo casi inigualable si se compara con cualquier otra parte de España. En el fútbol, Iago Aspas es el paradigma del jugador reacio a salir. Para él, su pueblo, Moaña, lo es todo. Luego está el caso de otros gallegos que se marcharon para triunfar en otros lugares. En Madrid, hay dos casos muy claros. En la política, Mariano Rajoy, que con el tiempo fue presidente del Gobierno. En el balompié, Amancio Amaro, uno de los líderes del Real Madrid yeyé y tristemente fallecido a los 84 años.

1962. 15 años habían transcurrido desde que Santiago Bernabéu había inaugurado el nuevo estadio del Real Madrid en pleno paseo de la Castellana. Durante esa década y media, los blancos tuvieron tiempo para ganar cinco Copas de Europa, todas bajo el liderazgo de Alfredo di Stéfano. Pero el argentino, un jugador al que por aquel entonces solo eclipsaba Pelé, estaba en el ocaso de su carrera; hacía falta savia nueva.

Un joven de 22 años, de nombre Amancio Amaro, había sido máximo goleador en Segunda en la temporada 61/62 en el Deportivo de La Coruña. En la pretemporada que sucedió a esa Liga, el Madrid se desplazó a Galicia para jugar un amistoso frente a los coruñeses. "A mí me pidieron que lo marcara y estuve todo el partido detrás de él", explica Felo Batista, compañero de Amancio en el Madrid entre 1962 y 1965, a El Confidencial.

placeholder Benzema, junto a Amancio antes de un partido. (Reuters/Susana Vera)
Benzema, junto a Amancio antes de un partido. (Reuters/Susana Vera)

Muñoz era reacio al fichaje

El marcaje fue muy duro, hasta el punto de que la prensa tituló Habíamos venido a ver a Amancio, pero vimos a Felo. Así lo cuenta Felo: "Miguel Muñoz (entrenador del Madrid) me preguntó qué me había parecido Amancio. Y le dije que era un gran jugador, pero no le convencía y no quería ficharlo".

La opinión de Muñoz finalmente no sirvió para nada, porque Amancio vistió de blanco finalmente ese verano tras pagar el Madrid 12 millones de pesetas (72.000 euros). "Tras el partido, Samitier (secretario técnico del Madrid) me dijo que necesitaba hablar conmigo. Me preguntó lo mismo que Muñoz y le dije que ficharan a Amancio porque era un fenómeno. No sé si les sirvió mi opinión, pero ese verano acabó en el Madrid".

Aquel Madrid, que había ganado las cinco primeras Copas de Europa seguidas, inició la temporada 1962/63 después de sufrir su primer batacazo europeo. En la final del año anterior frente al Benfica, perdieron por primera vez (5-3). El objetivo era revertir esa tendencia, algo que no fue sencillo, porque dos años más tarde, ya con Amancio como una de las estrellas, el Inter les birló el máximo trofeo continental (3-1).

placeholder Amancio, realizando un saque de honor en el Bernabéu. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Amancio, realizando un saque de honor en el Bernabéu. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Dos extremos temibles

"Él vino al Madrid con el deseo de ser campeón de Europa". Y finalmente lo consiguió, en 1966, en una agónica final frente al Partizán del Belgrado (2-1). Amancio fue el autor del gol del empate, que catapultó a su equipo al éxito. "Cuando éramos campeones de Europa solíamos ir en coche descapotable por Madrid".

Para entonces, ya no estaba Di Stéfano en el equipo. Pero aquel tímido chaval de La Coruña ya no era un recién llegado, sino el líder del equipo junto a Paco Gento. "Era muy rápido, driblaba a las mil maravillas, tenía velocidad y era muy técnico. De hecho, era más técnico que el mismísimo Gento. Ambos fueron los mejores extremos de la historia del Madrid".

placeholder Amancio, junto a Gento escoltando la Copa de Europa. (EFE/Chema Moya)
Amancio, junto a Gento escoltando la Copa de Europa. (EFE/Chema Moya)

Amancio fue una apuesta personal de Bernabéu, que "lo veneraba y lo quería mucho". Su adaptación al vestuario fue sencilla porque era una persona "cariñosa, afectuosa y amable". Allí coincidió con un elenco de estrellas en el que además de don Alfredo estaban Puskas y Santamaría. "Está a la altura de Di Stéfano, al igual que Gento, Santamaría y Puskas".

"Hablé hace dos semanas con él porque me enteré de que no estaba bien. Me dije que se estaba recuperando y de repente ha ocurrido esto", lamenta Felo. Para el recuerdo quedarán sus regates y carreras en el Bernabéu, un feudo que lo veneró como a muy pocos. El Madrid habrá tenido muchos magos, pero no tantos brujos. Y Amancio era uno de ellos.

Galicia es un territorio que genera un arraigo casi inigualable si se compara con cualquier otra parte de España. En el fútbol, Iago Aspas es el paradigma del jugador reacio a salir. Para él, su pueblo, Moaña, lo es todo. Luego está el caso de otros gallegos que se marcharon para triunfar en otros lugares. En Madrid, hay dos casos muy claros. En la política, Mariano Rajoy, que con el tiempo fue presidente del Gobierno. En el balompié, Amancio Amaro, uno de los líderes del Real Madrid yeyé y tristemente fallecido a los 84 años.

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