El Real Madrid deja atrás el traspié ante Osasuna en Getafe (0-1)

El objetivo es llegar bien al parón del Mundial. Apenas queda un mes, mes y medio a lo sumo, y Carlo Ancelotti lo tiene muy claro. Su equipo no cede en la Champions, tampoco en Liga, donde sumó el primer tropiezo la semana pasada ante Osasuna (1-1). En Getafe se disiparon las dudas. El Madrid va a velocidad de crucero y suma una victoria más en su lucha por la Liga (0-1). Todo está muy engrasado en el conjunto blanco.

El partido se puso de cara desde el primer momento. Apenas habían transcurrido tres minutos en el Coliseum Alfonso Pérez cuando los blancos ya se habían adelantado en el marcador. El tanto fue de Militao y llegó a balón parado. El centro de Luka Modric fue al primer palo, donde el brasileño remató por delante de Duarte. La pelota rebotó en el central del Getafe y se coló en la portería del Getafe.

El estado del césped sorprendió al estar encharcado. El balón no rodó en los primeros compases, cuando estaba regado en exceso. A pesar de adelantarse tan pronto, el Madrid no se echó atrás e insistió en el encuentro. Poco después del tanto, hubo un remate de Dani Carvajal que se fue alto por muy poco. Se gustaba el Madrid en un estadio que no se le da nada mal.

Una ofensiva liderada por Vinicius

El ataque pasaba por la banda izquierda, desde donde Vinicius encabezó la ofensiva madridista. Sus centros rondaron el área del Getafe, un lugar que frecuentaron Fede Valverde y Rodrygo, pero que nunca remataron con peligro. No había noticias de llegadas de los azulones.

Carles Aleñá fue el autor del primer acercamiento del Getafe a la portería de Lunin. Su remate, una volea lejana, se marchó alto y no intimidó en absoluto al cancerbero madridista. A veces, es necesario un susto para que el rival sepa que estás ahí; que no sopla el viento a su favor. A los locales les faltó esa perseverancia en ataque, en parte por lo bien que estaban replegados los blancos.

La ley del ex estuvo a punto de cumplirse cuando Angileri se coló por la banda izquierda y colocó un centro al que no llegó de milagro Borja Mayoral. Esa fue la ocasión más clara del Getafe a lo largo de la primera mitad. También la primera ocasión en la que el Madrid se percató de que tenía un rival peligroso enfrente.

Las intervenciones del VAR

El Madrid no se achantó por esa llegada y siguió a lo suyo. Ahí emergió David Soria para evitar el segundo gol, que lo tuvo muy cerca Rodrygo. El brasileño remató dentro del área un centro que era un caramelo, pero se encontró con un portero que se movió como un felino bajo los palos. Los reflejos no le fallaron.

El colegiado decretó penalti a favor del Madrid a falta de pocos minutos para que concluyera la primera mitad, aunque el VAR lo anuló a posteriori. La razón, el balón se había marchado fuera cuando Vinicius empezó la jugada. Por una vez, la herramienta se utilizó con cierta lógica.

El VAR tuvo que entrar de nuevo al poco de comenzar la segunda mitad para anular el tanto de Rodrygo, que estaba ligeramente adelantado. El Madrid buscó el segundo tanto, que no llegó, dominó sin contratiempos y no tuvo que suspirar en ningún momento porque el reloj corriera. Parece que este equipo está demasiado engrasado. Va a tener que sudar el Barça si quiere llevarse la Liga. De momento, la vida sigue igual en la casa blanca.