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Poco premio para un Real Madrid autoritario que dominó y apabulló al Shakhtar (2-1)
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Poco premio para un Real Madrid autoritario que dominó y apabulló al Shakhtar (2-1)

El Real Madrid se pudo dar un festín de goles —fue muy superior al equipo ucraniano—, pero se encontró con una gran actuación del portero del Shakhtar. Marcaron Rodrygo y Vinícius

Foto: Benzema remata en una acción de ataque. (Reuters/Susana Vera)
Benzema remata en una acción de ataque. (Reuters/Susana Vera)

Uno de los partidos con más producción ofensiva del Real Madrid acabó con solo dos goles. Ambos en la primera parte. El tanto de Rodrygo y el de Vinícius son poco premio para el dominio y la autoridad con que jugó el equipo de Ancelotti. A Benzema se le resistió el gol. Enfrente estaba un portero que tuvo una noche brillante en el Bernabéu. El resultado es corto, pero bueno. Acabó el partido con más de 40 remates. Le sobró buen juego y le faltó más acierto. El Real Madrid hace pleno. Ha ganado los tres primeros partidos de la fase de grupos de la Champions y deja encarrilado su pase a los octavos de final.

El Real Madrid hizo 38 minutos espléndidos en la primera parte y en un despiste metió al Shakthar en el partido. El 2-1 no se ajusta a lo que se vio en el césped del Bernabéu. Pero esto también tiene que servir de aviso y lección. La solidez sigue siendo una de las asignaturas pendientes del equipo de Ancelotti. El equipo ucraniano, con poco peligro, pudo hacer su gol. El enfado del entrenador, tras el tanto de Zubkov, fue importante. Un centro desde la banda izquierda llegó al jugador ucraniano, que remató solo. No tenía un defensa encima. El más cercano era David Alaba. Ancelotti mostró su cabreo por la falta de intensidad y concentración en la acción del centro y el remate.

Esto es lo peor que hizo el Madrid en el primer tiempo. Hasta el gol del Shakthar, el campeón de Europa le dio un baño a los ucranianos. Fue uno de los mejores Real Madrid de la temporada. Agresivo y ofensivo. Vertical e intenso. Demoledor. Al descanso se fue con 17 remates por 4 del rival. El portero Trubin fue la figura del Shakthar. Un muro que evitó un resultado más abultado ante la avalancha de los ataques y el alto ritmo que puso el equipo blanco.

placeholder Vinícius se lamenta en una acción del Real Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)
Vinícius se lamenta en una acción del Real Madrid. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Rodrygo abrió el marcador en una jugada con fortuna en la frontal del área. El brasileño se llevó la pelota en el rechace de un defensa y el disparo no lo llegó a desviar el portero. Rodrygo jugó como segunda punta. Es una de las novedades tácticas que presentó Ancelotti. Fede Valverde partía desde el centro del campo para hacer más daño por la derecha. El modo arrollador hacía sufrir a los ucranianos. El equipo de Ancelotti ejercía un dominio absoluto. La presión adelantada le creó problemas al rival. Las combinaciones, con ritmo, velocidad y precisión, de los madridistas sometían a un Shakthar que sobrevivía como podía agarrado a las paradas de su portero.

Vinícius, ovacionado

Vinícius hizo el segundo gol en una larga jugada, en una acción explosiva del equipo, que inició Tchouaméni, combinó con Benzema y Rodrygo dio la asistencia a Vinícius. Otro gol, el séptimo de la temporada, para el extremo brasileño, que en una jugada anterior recibió los aplausos de los aficionados por un regate dentro del área en el que se fue de dos marcadores. El Bernabéu quiere dar cariño a un jugador al que persigue la polémica por sus roces con los rivales y sus gestos. Vinícius se pudo ir al descanso con tres goles. Un defensa le sacó un balón bajo palos y Trubin paraba todo lo que le tiraba. El portero ucraniano aguantaba el chaparrón. Era el héroe.

En el descanso, tuvo que haber tirón de orejas de Ancelotti a los jugadores. El técnico quiere un equipo más compacto. El Real Madrid salió al segundo tiempo con la misma actitud y determinación para resolver el partido y evitar sustos. Con autoridad, pero con menos eficacia en la presión. Fede Valverde probó con un potente disparo a Trubin y el portero, seguro, lo detuvo. La respuesta del Shakhtar, ante un Madrid metido en campo contrario y dejando espacios atrás, fue sorprender con una acción de contraataque. Otra acción de peligro para Lunin que en esta ocasión si desbarató la defensa. El partido iba para goleada, pero no acertaba con la pegada y recibía pequeñas amenazas. Era inexplicable. El Real Madrid sometía al equipo ucraniano y el encuentro seguía, sorprendentemente, abierto.

A la contundencia del Real Madrid le faltaba la aportación de Benzema. El francés venía de fallar un penalti en el empate contra Osasuna y era un día para resarcirse. En la primera parte generó más fútbol que finalización de las jugadas. Solo un disparo con intención entre los tres palos. En el segundo le fue imposible batir a Trubin. Benzema no ha marcado en los dos partidos desde que ha regresado de la lesión.

La insistencia del equipo blanco seguía sin tener recompensa. Entre Benzema y Rodrygo fabricaron una nueva ocasión de peligro. Una pared del francés con remate de Rodrygo y paradón del portero. Trubin era un gigante. Al Madrid se le resistía el tercer tanto, el de la tranquilidad y Vinícius lo tuvo en la siguiente ocasión de peligro con un remate desviado desde dentro del área. Le pegó mal el brasileño. Lo intentaba de todas las maneras el equipo blanco. Con combinaciones, centros, entradas por dentro y disparos lejanos. Faltaba más premio al dominio.

Ancelotti sustituyó a Tchouaméni y metió a Camavinga a falta de 15 minutos. El técnico buscó más agitación y piernas frescas. El partido seguía sin estar cerrado y el Shakhtar llegaba al área de Lunin a cuenta gotas. Una de ellas llevó peligro en un centro y un mal remate. El Bernabéu estaba inquieto. Los ucranianos no se rendían. Rodrygo pidió el cambio por unas molestias y salió Marco Asensio. El balear estrelló un balón al poste en el descuento. Al Real Madrid le costó cerrar el partido. Hizo de todo y se quedó sin marcar en la segunda parte. Lo que pudo ser una goleada escandalosa acabó con una victoria por la mínima.

Uno de los partidos con más producción ofensiva del Real Madrid acabó con solo dos goles. Ambos en la primera parte. El tanto de Rodrygo y el de Vinícius son poco premio para el dominio y la autoridad con que jugó el equipo de Ancelotti. A Benzema se le resistió el gol. Enfrente estaba un portero que tuvo una noche brillante en el Bernabéu. El resultado es corto, pero bueno. Acabó el partido con más de 40 remates. Le sobró buen juego y le faltó más acierto. El Real Madrid hace pleno. Ha ganado los tres primeros partidos de la fase de grupos de la Champions y deja encarrilado su pase a los octavos de final.

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