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El Cádiz corta la racha triunfal del Barça en LaLiga tras un error infantil de Lenglet (1-1)
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El Atlético, a ocho puntos

El Cádiz corta la racha triunfal del Barça en LaLiga tras un error infantil de Lenglet (1-1)

El tanto de penalti de Messi fue insuficiente para asegurar los tres puntos en otro partido insulso de Griezmann. El equipo gaditano rescata un empate gracias al fallo del central galo

Foto: Los jugadores del Cádiz celebran el tanto del empate ante la decepción del astro argentino. (Efe)
Los jugadores del Cádiz celebran el tanto del empate ante la decepción del astro argentino. (Efe)

El Barça tuvo uno de esos partidos donde tocaba jugar al gato y al ratón. El Cádiz vino en busca del queso y por poco no cayó en su propia trampa letal cuando una pérdida de Rubén Sobrino provocó el bocadillo de Isaac Carcelén y Salvi a Pedri. Messi se abalanzó sobre su presa desde los siete metros con una calma infalible y el plan de Álvaro Cervera siguió correteando por conductos laberínticos.Tocaba lamerse de las heridas sufridas ante el PSG, pero la paciencia y la concentración necesarias saltaron por los aires cuando Clement Lenglet volvió a cometer uno de sus habituales errores defensivos al cometer un penalti infantil sobre Rubén Sobrino. No lo ponía fácil el conjunto visitante cuando incrustraba su bloque defensivo de hormigón en las inmediaciones de su propia área y tapaba los recovecos que pudiesen aparecer con ayudas constantes. El trabajo defensivo se sucedía con ahínco.

placeholder Leo Messi transforma el 1-0 ante el Cádiz. (Reuters)
Leo Messi transforma el 1-0 ante el Cádiz. (Reuters)

El plan no tenía mucho misterio: para sobrevivir a la caza culé, el cuadro gaditano debía reducir al mínimo los errores y salir escopeteado al contraataque. Para pillar, al Cádiz, el equipo azulgrana tenía que tocar rápido, asxifiar las salidas veloces por parte visitante y cargar cada ataque de un saco de estoicismo infinito. Y es que el Barça amasó balón, pero no encontró cómodamente la forma de conectar la movilidad de sus atacantes con la visión de sus centrocampistas. Con los centrales culés plantados en el centro del campo, Sergio Busquets tiraba de corte y confección, mientras Ousmane Dembélé, único en tareas de agitación, ponía su máximo empeño en aprovechar las pocas situaciones de ventaja que concedió el Cádiz. Ahí, con Sergiño Dest doblando, el Barça encontró una vía de profundidad. El francés, muy activo, se encargó de desjustar el sistema defensivo gaditano y combinar con Messi en la frontal del área desde la derecha.

Leo suma otra marca histórica

El histórico Leo culminó el récord de convertirse en el jugador del Barça con más partidos a su espalda en LaLiga con un gol de penalti. El '10', en la línea de su equipo, no estuvo especialmente lúcido y desbarató la ocasión más clara del partido con el balón en movimiento al fallar solo ante Ledesma. Sin embargo, no dejó de intentarlo desde el balcón del área, ya fuese con disparos blandos o con pases que dejaban solo ante el peligro a un Antoine Griezmann demasiado inmerso en su penumbra interior. Al finalizar la primera parte, el Cádiz tenía poco que llevarse a la boca: una ocasión clara que Rubén Sobrino desperdició con el muslo tal como se la encontró dentro de la zona de castigo tras una de las pocas aventuras de Salvi en la banda izquierda.

placeholder Gerard Piqué mantuvo una pugna preciosa con Álvaro Negredo en cada balón directo. (Efe)
Gerard Piqué mantuvo una pugna preciosa con Álvaro Negredo en cada balón directo. (Efe)

A la vuelta de vestuarios, la batida siguió el mismo rumbo. Al Barça se le escurría su presa de entre las garras. Un centímetro. Un segundo de más en ejecutar la acción. Un pase demasiado corto. Un disparo demasiado blando. Un toque de más o un toque de menos. El Cádiz, blindado hasta los dientes, no movió ni un ápice su planteamiento, esperando que el felino azulgrana tuviera un despiste en algún momento y pudiese romper el cerco. Los chicos de Koeman destilaban calma hasta que la jugada subía las revoluciones con la intervención de Messi o Dembélé. El choque se dirimía entre la sentencia y el empate.

Cervera, viendo que el partido se le iba, revitalizó a su equipo. Entraron José Mari, Álex Fernández, Iván Alejo y el 'Choco' Lozano y se marcharon Garrido, Negredo, Salvi y Jairo por la bocana del Camp Nou. El partido se abría porque no quedaba más remedio y el conjunto gaditano se estiró. Messi y Griezmann merodeaban el área y cuando el '10' buscó asistir a un ensimismado Griezmann, pero el francés no llegó a empujar la pelota al fondo de las mallas gracias a la mano de Ledesma. Asimismo, Koeman tomó nota e introdujo a Miralem Pjanic y Martin Braithwaite por un cansado Sergio Busquets y un desaparecido Griezmann.

placeholder Ledesma quita la gloria del gol a Griezmann en el último momento. (Reuters)
Ledesma quita la gloria del gol a Griezmann en el último momento. (Reuters)

Dembélé seguía a lo suyo, en ese intento utópico de equilibrar precisión y puntería con desborde e imprevisibilidad. Nadie podía parar al francés porque nadie barruntaba qué podría seguir a cada toque y pase del extremo azulgrana. Sin matar a su captura con el paso de los minutos, el Cádiz respiraba aliviado y es que ni la fructífera correspondencia entre Pedri y Messi podía acabar de cerrar el partido. Koeman agotaba sus opciones. Trincao saltó al Camp Nou y se fue un voluntarioso Pedri; para minutos después, sacar a Riqui Puig por Dembélé y a Mnigueza por Dest.

El recién entrado Riqui Puig buscaba el 2-0 con un disparo preciso que se fue fregando el poste y ya se sabe que quien perdona, lo termina pagando. Cuando parecía que los tres puntos se iban a quedar en el Camp Nou, Clement Lenglet legitimaba el plan de Cervera. En un centro lateral sin aparente peligro, Rubén Sobrino enseñó la zanahoria, el defensor francés dio el palo y el colegiado señaló penalti. El Cádiz igualaba el duelo en el minuto 88 mediante Álex Fernández y rescataba un punto de oro en las postrimerías del duelo. El Barça lo intentó y Piqué casi anota el 2-1 en el añadido, pero Ledesma se mostró inflexible.

placeholder Álex Fernández celebra el gol del empate. (Reuters)
Álex Fernández celebra el gol del empate. (Reuters)

Después de doce victorias consecutivas en Liga, el Barça pincha a lo grande, no aprovecha el traspié del Atlético de Madrid y se queda tercero en la tabla de clasificación. Con 47 puntos y un partido menos que el Real Madrid, los pupilos de Ronald Koeman ven cómo el conjunto blanco se marcha a cinco puntos y el líder, a ocho unidades con los mismos partidos disputados.

El Barça tuvo uno de esos partidos donde tocaba jugar al gato y al ratón. El Cádiz vino en busca del queso y por poco no cayó en su propia trampa letal cuando una pérdida de Rubén Sobrino provocó el bocadillo de Isaac Carcelén y Salvi a Pedri. Messi se abalanzó sobre su presa desde los siete metros con una calma infalible y el plan de Álvaro Cervera siguió correteando por conductos laberínticos.Tocaba lamerse de las heridas sufridas ante el PSG, pero la paciencia y la concentración necesarias saltaron por los aires cuando Clement Lenglet volvió a cometer uno de sus habituales errores defensivos al cometer un penalti infantil sobre Rubén Sobrino. No lo ponía fácil el conjunto visitante cuando incrustraba su bloque defensivo de hormigón en las inmediaciones de su propia área y tapaba los recovecos que pudiesen aparecer con ayudas constantes. El trabajo defensivo se sucedía con ahínco.

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