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El regreso de Kubo al Camp Nou y el duelo que no se verá con Ansu Fati
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Se entendían a las mil maravillas

El regreso de Kubo al Camp Nou y el duelo que no se verá con Ansu Fati

Fueron compañeros en la cantera del Barça y esta noche podrían haberse visto las caras, pero unas molestias de Fati lo impedirán. El nipón está siendo titular con el Mallorca (pertenece al Madrid)

Foto: Kubo, con la camiseta del Mallorca en el partido de Liga contra el Madrid en Son Moix. (Reuters)
Kubo, con la camiseta del Mallorca en el partido de Liga contra el Madrid en Son Moix. (Reuters)

En las categorías inferiores del Barcelona, siendo aún niños,Takefusa Kubo y Ansu Fati crearon una conexión muy especial. Ambos desprendían mucha química en los anexos del Camp Nou con su fútbol, que llamaba la atención de algunos padres y aficionados. Uno por la derecha, otra por la izquierda. Eran alevines en plena formación, pero los entrenadores del Barcelona ya soñaban con verles compartir grandes escenarios con el primer equipo en el futuro. En 2013 se apuntaron juntos dos torneos veraniegos: el de Arousa y el de Granada, batiendo al resto de canteras de la Liga y acaparando todos los focos. Kubo asistía, Fati marcaba. Se entendían a las mil maravillas.

Sin embargo, el japonés tuvo que hacer las maletas de vuelta a su país tras la sanción que la FIFA impuso al club por violar el reglamento de los futbolistas menores de edad. Allí completó su proceso juvenil antes de volver a España, pero no como jugador del Barça, pese a los deseos azulgranas de que regresara con ellos, sino como nuevo integrante del Real Madrid, que le ofreció un contrato por 1,2 millones netos al año que los culés no estuvieron dispuestos a igualar. En su presentanción, el club de Concha Espina no hizo mención alguna a su pasado como futbolista del máximo rival. El movimiento de la entidad blanca no sentó nada bien en las oficinas del Barcelona.

Así las cosas, Kubo acabó entrenando con Zidane al mismo tiempo que Fati, gran compañero durante tres años en La Masía, empezaba a llamar la atención de Ernesto Valverde. Tras la pretemporada, Kubo aceptaría finalmente una cesión al Mallorca, recién ascendido a Primera División, para empezar a foguearse. Por su parte, Fati no recaló en el Barça B, tal y como tenía previsto, sino que, para su sorpresa, se quedó ya como jugador de plenas garantías en el primer equipo. Como es la vida que ambos ya han debutado en la Liga, siendo además importantes. El japonés está siendo titular con los bermellones durante los útimos partidos, Ansu no, pero fue la gran sensación del campeonato durante el mes de septiembre y, por descontado, una de las principales armas que emplea el 'Txingurri' cuando los duelos se atascan.

placeholder Ansu Fati intenta superar a un defensor del Valladolid en el Camp Nou. (EFE)
Ansu Fati intenta superar a un defensor del Valladolid en el Camp Nou. (EFE)

Los dos han visto puerta

Los dos también saben lo que es ver puerta: Kubo estrenó su casillero hace un mes, ante el Villarreal, con un obús a la escuadra. Fati el pasado mes de agosto, ante Osasuna, en el complicado estadio de El Sadar. El hispano-bisauguineano​ vovió a marcar después contra el Valencia y su descaro le ha valido para debutar con la Selección sub21 de España, renovar con el Barcelona hasta el 2022 (cláusula de rescisión en 170 millones) y mejorar notablemente su sueldo. Kubo, internacional absoluto con su país, visita ahora por primera vez el Camp Nou como oponente, pero no coincidirá con Fati. Para su desgracia, el blaugrana se cayó el viernes a última hora de la lista por unas molestias en los tendones rotulianos y tendrá que ver el partido desde la grada. No habrá, por tanto, choque de 'rookies' entre ellos en algún momento.

El Mallorca ocupa actualmente la decimoséptima posición en la tabla y necesita urgentemente sumar puntos para no caer a puestos de descenso. No parece el fuerte del Barça el mejor sitio para romper la mala racha, pero los de Vicente Moreno ya ganaron al Madrid en Son Moix. En el conjunto isleño Kubo, de tan solo 18 años, es el faro que aporta luz en la niebla. Tras un inicio titubeante, con el paso de las jornadas el joven ha ido ganando más y más peso. El técnico ya avisa que le ve "motivado" de cara a su debut. Kubo, el más joven de la plantilla, es también el que más calidad atesora. El nipón le ofrece a su equipo visión de juego en los últimos metros, cuando los espacios brillan por su ausencia. Aunque sus estadísticas no sean muy llamativas (un gol y una asistencia), genera ocasiones de gol y ha provocado incluso dos penaltis. Sus compañeros le buscan constantemente y no parece sentir presión alguna cuando encara a defensas contrastados.

Desde su llegada a Palma, Kubo ha recibido tratamiento de estrella y es muy querido por la afición. Sobre él ya había ciertas expectativas, una proyección mediática enorme. Sobre Ansu Fati no tanto. Si bien es cierto que dentro del seno del club eran conscientes de que podía ser, a largo plazo, una pieza deportiva muy importante, no se esperaba que fuera a explotar ante el mundo tan pronto, con solo 16 años en su momento (ahora tiene 17). Cada vez que salta al campo, Fati es empujado por una afición que ya espera que de sus botas nazcan cosas. Siendo un año más joven que Kubo, ha amenazado con comerle el terreno a Dembélé e incluso a Griezmann, el fichaje estrella esta temporada. "Es un jugador que ya convence absolutamente a todos", expresó Ernesto Valverde. A Messi, desde luego. El argentino ya le señaló como su sucesor tras el encuentro contra el Betis. 'La Pulga' no dudó en darle un sentido abrazo en vestuarios tras el buen papel ejercido por el canterano en ese encuentro. Su atrevimiento es apreciado por los compañeros.

Y es que, al igual que Kubo, Fati es un jugador que no se achanta cuanto tiene a su defensor delante. Insiste en el quiebro una y otra vez y tiene una gran capacidad para asociarse tanto por fuera como por dentro, tirando más a la media luna. Ambos suelen precipitarse en algunas de sus decisiones porque aún no han llegado al punto de madurez adecuado, pero lo que está claro es que, por sus propios medios, han sabido hacerse un hueco en una liga muy competitiva (son dos de los más jovenes) y por delante de jugadores veteranos. Esta noche la Liga pierde la oportunidad de ver a dos de sus nuevos atractivos sobre el campo. No obstante, desde la tribuna del estadio Fati no perderá ojo de lo que pueda hacer su antaño socio de diabluras.

En las categorías inferiores del Barcelona, siendo aún niños,Takefusa Kubo y Ansu Fati crearon una conexión muy especial. Ambos desprendían mucha química en los anexos del Camp Nou con su fútbol, que llamaba la atención de algunos padres y aficionados. Uno por la derecha, otra por la izquierda. Eran alevines en plena formación, pero los entrenadores del Barcelona ya soñaban con verles compartir grandes escenarios con el primer equipo en el futuro. En 2013 se apuntaron juntos dos torneos veraniegos: el de Arousa y el de Granada, batiendo al resto de canteras de la Liga y acaparando todos los focos. Kubo asistía, Fati marcaba. Se entendían a las mil maravillas.

Ansu Fati
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