El estirón de Ansu Fati en el Barcelona y cómo le ha cambiado la vida en España

En 53 días le ha cambiado la vida a Anssumane Fati (conocido como Ansu en el vestuario del Barcelona). Todo empezó el 20 de agosto cuando se presentó en La Masía para ejercitarse con el juvenil que entrenaba por entonces el destituido Víctor Valdés. “Vas a entrenar con el primer equipo”, le comunicaron. Se quedó desconcertado. Lo primero que se le ocurrió fue llamar a su padre y no le cogió el teléfono (lo tenía silenciado). Seguidamente comunicó con su madre para darle la buena noticia. Con 16 años el chico de Guinea Bissau estaba en los planes de Ernesto Valverde para realizar el primer entrenamiento con sus ídolos. No se hizo más ilusiones que participar en una sesión en la que reclutan otros canteranos por falta de efectivos. 53 días después ha sido convocado para jugar con la Selección española Sub-21.

La vida de Ansu Fati da para escribir una novela o empezar a plantear un documental que recoja cómo son los inicios de un niño precoz que alcanza en menos de dos meses la fama y tiene éxito deportivo. El próximo martes tiene la oportunidad de dar otro paso de gigante en su breve trayectoria. Luis de La Fuente, el seleccionador Sub 21, también le recluta para que debute con España por los problemas musculares de Carles Pérez (otro canterano del Barça). Dos días después de que la FIFA tramitará la licencia de Ansu, en la Federación Española dan el primer paso para no perder a la perla. Jugará con España después de tener en regla los papeles de una nacionalización express. Seguirá teniendo la doble nacionalidad y únicamente le faltará el último paso: en el momento que dispute un minuto con la absoluta de Robert Moreno ya no podrá jugar con otra Selección (Portugal estaba detrás del chico).

Todo va a una velocidad de vértigo con Ansu Fati. En estos 53 días se ha convertido en el segundo jugador más joven en debutar con el Barcelona (le supera Vicenc Martínez en la temporada 1941/42), el más joven en conseguir un gol en la Liga (contra Osasuna), el más joven en marcar y dar una asistencia en un mismo partido (Valencia en el Camp Nou), el más joven en participar en un partido de la Champions y ahora alcanza la Sub-21. Ha estado en los planes del seleccionador Sub-17, David Gordo, para la jugar el Mundial e, incluso, en la última pre-lista de Robert Moreno para las citas contra Noruega y Suecia. El seleccionador de la absoluta no le quita ojo, pero frena la euforia y marca los plazos del juvenil. De seguir con esta progresión no se descarta que pueda jugar la Eurocopa 2020 o esté en los Juegos de Tokio.

En edad de crecimiento

Lo más cercano es el debut con España en Montenegro y después el Clásico contra el Real Madrid (26 de octubre). Así de rápido va la carrera de Ansu. Se ha ganado el sitio en el primer equipo del Barcelona por su fútbol descarado, vertical y desequilibrante. La afición está enganchada al nuevo fenómeno. Ilusionados por verle jugar el mayor tiempo posible. Genera una expectación que solapa al fichaje estrella de la temporada: Antoine Griezmann. El deseo de ver triunfar a un chico de la cantera puede más que comprobar si futbolistas consagrados, como Griezmann e incluso Dembélé, serán determinantes en la temporada.

El chico 'ha nacido de pie', como se suele decir en estos casos por la suerte que, además del talento, se necesita para triunfar en la vida. Con 16 años es un ídolo del barcelonismo y en el vestuario le apadrina Leo Messi. El hermano del argentino (Rodrigo) es su asesor. Empieza a ser frecuente ver a Leo muy pendiente de Ansu. El día de su debut contra el Betis se hizo viral la fotografía del abrazo entre Leo Messi y Ansu Fati. Esa conexión y buena sintonía le puede ayudar todavía más para quitarse la presión de lo que supone jugar en la élite con el equipo azulgrana. Aunque destaca por tener una personalidad atrevida y estar maduro.

Tiene tirón. No hay dudas. Pero los técnicos advierten que no se le puede cargar con una responsabilidad que no le corresponde y hay que vigilar su formación física, táctica y personal. La primera es importante porque está en edad de crecimiento y los únicos problemas que ha tenido en estos casi dos meses se deben a unas molestias en el tendón rotuliano que son producto del estirón que todavía está dando por un factor de crecimiento. Tan importante es el descanso como un entrenamiento de calidad y recuperación para un chico que todavía se tiene que desarrollar.

En España se mira con atención el fenómeno Ansu Fati. El chico de Guinea-Bissau que llegó al Barcelona en 2012 (con 10 años). Generó un conflicto con el Sevilla por haberse marchado cuando solo llevaba un año en la cantera del club hispalense. Sus orígenes con el balón están en la localidad de Herrera: un pueblo de casi 6.000 habitantes a una hora de Sevilla. Su padre (Bori) trabajaba de chófer del alcalde de Marinaleda. Ansu empezó a despuntar en la escuela Peloteros de Herrera. De aquí pasó a la cantera del Sevilla y muy pronto se lo llevó el Barcelona tras pujar con varios equipos interesados (entre ellos el Real Madrid). En el Barça ha pasado del juvenil al primer equipo sin jugar un solo minuto con el Barcelona B. La historia es breve, pero intensa. Ansu Fati quema etapas. Su vida va a toda pastilla. El adolescente parece que lo lleva con naturalidad. El día que le comunicaron la convocatoria con la Sub-21 se le vio en una sala de recreativos jugando a encestar canastas.