La cornada de Casemiro en un Real Madrid que tiene más bravura que cuernos

Mereció el Real Madrid ganar al Sevilla (2-0) por la bravura con la que salió al campo en la segunda parte. Casemiro fue el autor de un golazo en un disparo de larga distancia que se coló por la escuadra de Vaclik. El zambombazo fue el mejor recurso del Madrid para tumbar a un Sevilla rácano. Avisó Ceballos estrellando un balón en el larguero y repitió Casemiro con más éxito en el momento que Solari metió su primer cambio en el césped. Isco por Lucas Vázquez –minuto 77–. Buscó el entrenador un revulsivo en el malagueño para desnivelar el partido y apareció Casemiro con su pegada. La victoria deja buenas noticias. El Real Madrid jugó con más ambición que el Sevilla, con el que estaba empatado a puntos, y demostró haber recuperado el carácter. Tuvo continuidad en el juego, ritmo con un mejor Modric y buena respuesta física. Algo fundamental para Solari en un día que señaló a Marcelo y le dejó en el banquillo. Prefiere al canterano Reguilón por su frescura. El brasileño tiene que estar preocupado. Acumula dos partidos de Liga sin jugar ni un solo minuto (Betis y Sevilla).

La sensación en el Madrid es que sigue siendo un equipo con los cuernos afeitados. Bravo, pero sin pitones en la delantera. Hasta el golazo de Casemiro, lo peor estaba en la ineficacia de los tres de arriba: Lucas Vázquez, Vinicius y Benzema. Los goles llegaron de los centrocampistas y se debería tener en cuenta para no tapar los problemas en la definición. Este Madrid sigue siendo inofensivo cuando pretende finalizar las jugadas. Lo intentó de todas las maneras con interesantes acciones de Vinicius, apariciones de Modric y Benzema y el ímpetu de Lucas Vázquez y Ceballos. Lo de rematar el juego se le hace bola al equipo de Solari. El primer tiempo fue una novillada. Dos equipos que crearon peligro y no embestían. En el segundo, el Madrid salió más bravo. Golpeó Casemiro y Modric dio la estocada con el segundo gol. Pagó el Sevilla la cobardía del planteamiento de Machín.

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Mejoró el juego del Real Madrid en un día importante por el rival que tenía enfrente y las dudas que han generado los últimos partidos con la derrota ante la Real Sociedad, la sufrida victoria en casa del Betis y otro partido perdido en Copa contra el Leganés. Solari necesita un punto de inflexión para frenar la mala dinámica y habrá que comprobar si lo ha encontrado con esta victoria ante el Sevilla. No es nada despreciable teniendo en cuenta la cantidad de lesionados que hay en la enfermería y que dan más valor al triunfo. Sin Bale, Mariano y Marco Asensio como bazas ofensivas se tiene, todavía, menos pólvora. Solari estaba tan agobiado con este asunto que hizo jugar a Benzema lesionado con una protección en el dedo meñique de la mano derecha. El francés hizo lo que pudo, pero no es conveniente que juegue mermado o con las precauciones de no recibir un golpe. En el club siguen valorando que es mejor que se opere.

El peligroso Vinicius

Con Benzema y sus precauciones se echó el equipo a sus espaldas el joven Vinicius. Empieza a ser algo habitual que el brasileño sea de lo más destacado en el juego ofensivo. Tiene una, dos o tres marchas más que le permiten hacer daño cuando le echan balones al espacio. Encara, dribla, se atreve contra quien le sale y es una amenaza. Pero le falta lo que vale oro en el fútbol: el gol. Vinicius tiene margen para mejorar la definición. Aunque esta característica también suele ir de serie. Los futbolistas, desde que nacen hasta que se retiran, tienen o no tienen gol. A Vinicius se le adivina que tiene mucho peligro, pero lo de ser un especialista en el remate va con retraso. Podrá pulirlo y el tiempo dirá si estamos ante un buen extremo o un crack porque tiene gol.

Estamos ante el Real Madrid de Vinicius por su energía, incidencia en el juego y ganas. Pero como bien dice Solari son los más veteranos los que tienen que aparecer más y coger la responsabilidad. Lo hicieron en la segunda parte Casemiro y Luka Modric. Buenas noticias para un Real Madrid que revive a costa de un mal Sevilla. La victoria, por el buen juego y la mejoría física, es un hilo de esperanza para el madridismo que, aunque vea lejos la Liga, nunca deja de creer en las remontadas y quieren comprobar si crece el nivel competitivo de cara a la competición copera y, sobre todo, el enfrentamiento en la Champions contra el Ajax de Ámsterdam.