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Los miedos del Real Madrid de Solari no tienen perdón (aunque los salve Ceballos)
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gana al betis con una táctica defensiva

Los miedos del Real Madrid de Solari no tienen perdón (aunque los salve Ceballos)

El Real Madrid consiguió una victoria muy sufrida contra el Betis con un gol de falta de Ceballos. El planteamiento de Solari, con tres centrales y dos pivotes, fue miedoso

Foto: Ceballos pide perdón tras marcar el gol de falta. (EFE)
Ceballos pide perdón tras marcar el gol de falta. (EFE)

Cualquier análisis que se haga de la victoria del Real Madrid contra el Betis (1-2) no puede dejar de lado que Solari tiene alergia a Isco. No le dio ni un solo minuto en el día en que se inventó un sistema con tres centrales Varane, Sergio Ramos y Nacho y dos pivotes Casemiro y Fede Valverde—. Estructuró al equipo con más miedo que valentía con la intención de montar un muro con el que pudiera impedir que le llegaran con peligro a Keylor Navas. Lo consiguió en una primera parte en la que todos los jugadores se aplicaron con actitud y compromiso, pero se le fue cayendo el equipo en la segunda parte por la reacción de Setién, que dio otra marcha a su plan, y la lesión de Benzema. Sin el francés, el Madrid debilitó su amenaza y acabó el partido con solo un 26% de posesión de la pelota. Un dato muy pobre.

A Solari hay que respetarle la decisión de no tener confianza en Isco y colocar un sistema más sólido con tres centrales, dos laterales y un doble pivote. Pero esto es el Real Madrid. Sin Lucas Vázquez, que no jugó por sanción, también prescindió de Isco. Prefirió a Fede Valverde, como interior, y a Vinícius, medicado para bajar una fiebre que le impidió entrenar el viernes y el sábado. El planteamiento acobardado está por encima de las decisiones —que para algunos serán valientes— de salir en casa del Betis con chavales. A Vinícius y Fede Valverde se unió Reguilón, en el lateral izquierdo de Marcelo.

Foto: Isco, en el banquillo del Bernabéu, durante el Real Madrid-Real Sociedad. (EFE) Opinión

Solari está convencido de que tienen que jugar los que considera que estén más comprometidos con él, y ha hecho de Vinícius y Valverde parte de su guardia pretoriana. Lo de Marcelo es diferente a lo de Isco, porque es una evidencia que el lateral brasileño está en baja forma y en cuanto la mejore volverá a su puesto en el once. En Isco no ve un compromiso y se lo está haciendo pagar. Puede que tenga sus razones para no darle la titularidad, pero un sistema con tres centrales y dos pivotes da para sacar conclusiones. Tiene más miedo que valentía. El plan de Solari era arroparse atrás y salir al contraataque. Funcionó la primera media hora con un gol tempranero —minuto 12— de Modric y unas cuantas cabalgadas de Vinícius y Benzema. Al Betis le sorprendieron la táctica que tenía enfrente, el gol del croata y los pocos espacios para atacar la poblada defensa del Real Madrid.

placeholder Fede Valverde pelea un balón. (EFE)
Fede Valverde pelea un balón. (EFE)


Cristo, el remate a Isco

La lesión de Benzema —fractura en el dedo meñique de la mano derecha— fue un punto de inflexión en el empeoramiento de la táctica del Real Madrid en la segunda parte. Solari eligió a Cristo delantero de 21 años del Castilla. La delantera, con Vinícius cada vez más agotado, dejó de ser una amenaza. El miedo llevó al Real Madrid a replegarse cada vez más, retroceder, acularse y ver cómo empataba el Betis con gol de Sergio Canales. El 3-5-2 de Solari saltó por los aires. En la segunda parte, el Madrid no olía la pelota. Le habría venido bien tener a Isco.

El Real Madrid no estuvo cómodo sin la pelota y fiándolo todo a un contraataque. Fea imagen la de un Madrid metido atrás. Este planteamiento tuvo su mejor versión cuando en el equipo estaban un tal Cristiano Ronaldo, el mejor Bale y Benzema de acompañante. Pero con Vinícius moqueando y Cristo, se jugó con fuego. Pareció un equipo menor. Sufrió y creció un Betis dominante, que si no hizo el segundo tanto fue por la falta de un goleador. Solari —con tal de no sacar a Isco— fue capaz de meter en el campo antes a Ceballos y el último fichaje: Brahim Díaz. En el acoso del Betis encontró una salida que acabó con una falta en la frontal del área. La pidió Ceballos pitado por la afición béticae hizo el gol. No lo celebró. Pero vaya sí podía haberlo hecho, porque evitó que la crisis en el Real Madrid se hiciera más grande.

A Solari se le preguntó por qué no había dado ningún minuto a Isco y se mantiene en su postura de no hacer diferencias con el resto de jugadores: "Hay que valorar al equipo. De ninguna manera hay algo personal. Lamento repetirme. El plantel es el que es y todos hacemos lo posible. Todos pueden jugar y todos forman parte del plantel".

Ficha técnica

1 - Real Betis: Pau López; Barragán, Mandi, Bartra, Francis (Tello, m.67); Lo Celso, Willian Carvalho, Guardado (Boudebouz, m.85), Canales; Joaquín y Sanabria (Loren, m.87).

2 - Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Ramos, Varane, Nacho; Reguilón (Ceballos, m.73), Modric, Casemiro, Valverde (Brahim, m.82); Vinicius y Benzema (Cristo, m.46).

Goles: 0-1, M.13: Modric. 1-1, M.68: Canales. 1-2, m.88: Dani Ceballos.

Árbitro: Alejandro José Hernández Hernández (Comité Las Palmas). Amonestó a los locales Guardado (m.04) y Carvalho (m.86) y a los visitantes Modric (m.35), Sergio Ramos (m.42) y Valverde (m.62).

Incidencias. Partido de la decimonovena jornada de LaLiga Santander, disputado en el estadio Benito Villamarín ante algo más de 54.000 espectadores.

Cualquier análisis que se haga de la victoria del Real Madrid contra el Betis (1-2) no puede dejar de lado que Solari tiene alergia a Isco. No le dio ni un solo minuto en el día en que se inventó un sistema con tres centrales Varane, Sergio Ramos y Nacho y dos pivotes Casemiro y Fede Valverde—. Estructuró al equipo con más miedo que valentía con la intención de montar un muro con el que pudiera impedir que le llegaran con peligro a Keylor Navas. Lo consiguió en una primera parte en la que todos los jugadores se aplicaron con actitud y compromiso, pero se le fue cayendo el equipo en la segunda parte por la reacción de Setién, que dio otra marcha a su plan, y la lesión de Benzema. Sin el francés, el Madrid debilitó su amenaza y acabó el partido con solo un 26% de posesión de la pelota. Un dato muy pobre.

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