El Atlético da un paso atrás y acaba pidiendo la hora ante el Eibar
Tras una primera en la que fue muy superior, renunció a atacar en la segunda y terminó sufriendo. Logró aguantar con ventaja y ya está 10 puntos por delante del Madrid y a 6 del Barça
No es una novedad que el Atlético de Madrid, cuando se adelanta en el marcador, está más cómodo replegado cerca de su área que en campo contrario. O al menos cree estarlo. Lleva haciéndolo desde que el Cholo Simeone llegó a su banquillo. Esa forma de jugar le ha funcionado muy bien, pero conlleva un riesgo enorme cuando la ventaja en el marcador es corta y el rival aprieta. Eso fue lo que sucedió este sábado en Ipurua: se fue ganando 0-1 al descanso y en el segundo tiempo renunció a atacar, mientras que el Eibar se lanzó a por todas y tuvo muchas ocasiones para empatar. No lo consiguió y los colchoneros, que habían jugado con fuego, no se quemaron.
El Atlético mostró en Ipurua dos caras muy diferentes. Una, en la primera parte, incisiva, rápida y ofensiva. La otra, en el segundo tiempo, especulativa, lenta y defensiva. Todo el trabajo de los primeros 45 minutos, en los que pudo marcar varios goles, estuvo cerca de irse al garete tras el descanso. Y lo peor es que parece, al menos desde fuera, una decisión consciente del equipo o del entrenador.
"Hemos jugado el partido que necesitaba el equipo", dijo el Cholo en 'beIN SPORTS' tras el encuentro. El argentino lamentó que sus jugadores no hubieran marcado algún gol más en el primer tiempo y también elogió la capacidad del Eibar. No le faltó razón en ninguno de esos dos apuntes, pero justificar los apuros del Atlético en el segundo tiempo solo por el empuje del equipo local es contar solo una parte de la historia. El Atlético dio un paso atrás y acabó pidiendo la hora.
Es una pena ver al equipo del primer tiempo convertirse en el del segundo. Ni rastro del juego entre líneas de Griezmann, que volvió loco a la defensa del Eibar, ni de su conexión con Gameiro (sustituto del sancionado Diego Costa), de la que nació el gol en el minuto 27 tras aprovechar un error del rival en el despeje. Tampoco volvieron a aparecer las subidas de Vrsaljko, quizá el rojiblanco a mejor nivel en el último mes. El croata es una fuente de peligro por la derecha, banda en la que se asocia cada vez mejor con Correa. El argentino tuvo un par de ocasiones antes del gol de Gameiro, una a centro de Vrsaljko, que también asistió en otra ocasión de Koke.
Pero todo eso desapreció tras el descanso. Hasta el minuto 74, cuando Griezmann falló un mano a mano, el Atlético no volvió a rondar el área rival. Mientras, el equipo local se iba creciendo e iba teniendo ocasiones. La primera llegó en el minuto 64, cuando un remate de Enrich lo desvió Godín, lo que obligó a Oblak a realizar una gran parada sobre la línea de gol. En el minuto 85 volvió a realizar una buena parada tras un tiro de Inui. El esloveno permite al Atlético sentirse tan confiado defendiendo, pero no siempre va a ser el salvador.
El disparo del jugador japonés fue el primero de los varios intentos del Eibar en los últimos minutos. Un remate de cabeza de Kike García en el 90 se marchó cerca del palo. Un minuto después, Enrich volvió a rondar el gol. Igual que se su compañero Oliveira en el 92. El Eibar estuvo a punto de hacerle pagar muy caro a a su rival su falta de ambición en la segunda parte, pero el Atlético aguantó y volvió a sacar la máxima rentabilidad a un gol, algo que muy pocos equipos hacen tan bien.
Ficha técnica
0 - Eibar: Dmitrovic; Capa, Ramis, Oliveira, Cote; Dani García, Jordán (Diop, min. 73); Alejo (Orellana, min. 46), Enrich, Inui; Charles.
1 - Atlético de Madrid: Oblak; Vrsalkjo, Giménez, Godín, Lucas; Correa (Carrasco, nin. 53), Thomas, Saúl, Koke; Gamiero (Augusto, min. 68), Griezmann (Torres, min. 76).
Gol: 0-1, min. 27. Gameiro
Árbitro: Mateu Lahoz. Amonestó por el Eibar a Alejo, Ramis, y por el Atlético y a Godín.
Incidencias: partido de la decimonovena jornada de la liga Santander, disputado en el estadio de Ipurua ante 6.186 espectadores en una fría y lluviosa tarde.
No es una novedad que el Atlético de Madrid, cuando se adelanta en el marcador, está más cómodo replegado cerca de su área que en campo contrario. O al menos cree estarlo. Lleva haciéndolo desde que el Cholo Simeone llegó a su banquillo. Esa forma de jugar le ha funcionado muy bien, pero conlleva un riesgo enorme cuando la ventaja en el marcador es corta y el rival aprieta. Eso fue lo que sucedió este sábado en Ipurua: se fue ganando 0-1 al descanso y en el segundo tiempo renunció a atacar, mientras que el Eibar se lanzó a por todas y tuvo muchas ocasiones para empatar. No lo consiguió y los colchoneros, que habían jugado con fuego, no se quemaron.