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El Real Madrid sigue su naufragio contra el Villarreal y Zidane aún no reacciona
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El Real Madrid sigue su naufragio contra el Villarreal y Zidane aún no reacciona

El equipo blanco tuvo ocasiones, pero sigue siendo un equipo lento y plano que no da el nivel que se espera de una constelación de estrella. Un gol a falta de tres minutos dio la victoria al Villarreal

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La tarde era gris y el Real Madrid se mimetizó con el ambiente. No fue su peor partido de esta temporada, aunque solo sea porque ha tenido varios descalabros colosales últimamente. A pesar de todo perdió, porque un equipo mediocre siempre está a merced de una jugada que le castigue. Pudo ganar, defenderán los fieles, tuvo ocasiones varias para marcar, Asenjo estuvo excelente e incluso les dio para reclamar un par de penaltis dudosos. Esfuerzos vacuos todos, el equipo una tarde más se marchó sin marcar gol, sin puntos en el casillero y la sensación de que el naufragio no hace más que agudizarse.

Zidane, ese señor tan educado, ha pasado los últimos días con algo de crispación. No llega a levantar la voz, pero se le ve cansado y, sobre todo, confundido. No entiende como el firmamento que tiene a su disposición es incapaz de marcar un mísero gol. Las explicaciones son variadas, pero la principal es que no está jugando prácticamente nada al fútbol. Es un equipo plano y, sobre todo, lento, incapaz de dar vértigo al juego y sorprender. Y claro, como tampoco fueron nunca una máquina defensiva, cualquier error por el camino supone una nueva derrota.

Foto: Zinedine Zidane, cada día más señalado. (EFE)

El equipo termina la primera vuelta de la Liga, a falta del partido aplazado con el Leganés, lleva tantas victorias como tropiezos. Nueve de las primeras, cuatro derrotas y cinco empates. Si se tiene en cuenta que el equipo a tratar es el Real Madrid esos números hablan de un fracaso brutal, un club a la deriva que no es capaz de enganchar ni un solo partido para tomar ánimo de cara a lo que tenga que llegar. El campeonato nacional estaba ya perdido, pero los síntomas que se ven hacen pensar que el futuro en otras competiciones no será mucho mejor.

Cabe destacar a Asenjo, porque la suerte también juega. Hizo paradas realmente notables el portero de un Villarreal que tampoco hizo un partido brillante. Aseado como mucho, bien defendido pero poco exigido. Al Real Madrid le falta fútbol y eso tiene culpables. Los que tienen que generarlo son Kroos, Modric, Casemiro e Isco y ninguno de ellos entonado, todos ellos perdidos, incapaces de mover el balón y encontrar espacios. El relato es horrible, el Real Madrid es un equipo impreciso a pesar de que, con la velocidad a la que juegan, al menos deberían asegurar bien los pases. Es imposible ganar a este ritmo, pero Zidane seguirá despejando las preguntas.

El descalabro de Zidane

Como si no tuviese culpa. Es cierto, criticar a un entrenador que ha ganado dos Champions y una Liga en su tiempo cuesta. Porque es un argumento fácil el pasado, todo eso está en su vitrina, el entrenador ya no lo va a perder. Aceptando eso, que su pasado es florido, su presente es desolador. No solo no ha logrado que el equipo despegue y empiece a jugar como sabe, es que parece incapaz de cambiar nada para buscar algo que resuelva ese desaguisado. No hace cambios en las alineaciones, tampoco es capaz de mover el banquillo durante el partido y encontrar resultados.

El Madrid tiene problemas y Zidane se ha empeñado en colocar siempre lo que él considera las únicas soluciones. Hay algo de necedad en intentar siempre lo mismo para resolver el conflicto cuando una y otra vez no está funcionando. El francés está ofuscado y mostrando muy poca cintura. ¿Tiene peor plantilla que el año pasado? es cierto, pero como excusa suena bastante escasa, los nombres que tiene este equipo son mucho mejores de lo que se está viendo cada fin de semana en el terreno de juego.

El entrenador es el responsable final de todo el desaguisado, es el jefe, el que manda, el que tiene que tomar decisiones y no las toma. Se puede contar que el equipo físicamente parece una banda de barrio, lo cual es muy grave si se tiene en cuenta el tipo de equipo que es el Real Madrid y el poderío que tiene el club. Pero no apunten al fisioterapeuta, porque no es eso, al final ese señor tiene un jefe que le tiene que marcar unas pautas y pedirle que sus jugadores estén a tono y dispuestos para competir. No lo están, el trote es el único ritmo que conocen en el equipo y no se encuentra un solo jugador que esté en forma. Lo cual, además de alarmante, es llamativo.

Foto: Imagen de un entrenamiento del Real Madrid durante la pasada temporada. (EFE)

El técnico, Zidane en este caso, tiene que hacer que sus jugadores parezcan mejor de los que son. Hay maneras de hacerlo, pero el francés solo está consiguiendo que todos los futbolistas que están a sus órdenes parezcan vulgares. Eso, cuando se habla de Cristiano, Bale, Isco, Casemiro, Kroos o Marcelo es casi más meritorio que hacerlo bien. El físico falla, pero no solo, no se ve el trabajo, han perdido su calidad en el juego a balón parado y el ataque es previsible como una comedia romántica.

Ya no tiene sentido pensar en la liga, no la ganarán, pero sus jugadores y su técnico han entrado en el punto de la dignidad. El Real Madrid, como institución, como club, como centro de ocio de millones de personas, no puede perder la cara al fútbol, no puede pensar que perder uno o dos partidos es algo saludable. Porque no lo es, su obligación es ganar, dejarse todo en el campo. Con un poco de demagogia se podría recordar que los blancos están entre los jugadores mejor pagados del mundo y que no se les paga por hacer anuncios sino por ganar partidos.

El Villarreal asaltó, por primera vez en su historia, el Santiago Bernabéu y piensa con razón que tiene motivos para poder ser cuarto en esta Liga. Es un equipo competitivo, con algunos jugadores brillantes como Rodri o Trigueros, pero es probable que se sorprendieran si hace tres meses les hubiesen dicho que su rival para entrar en la Champions era el Real Madrid y no el Valencia o el Sevilla. Los castellonenses están en el nivel que tienen que estar, los blancos están a un par de galaxias del punto en el que tendrían que encontrarse. Zidane seguirá despejando balones, agriando el tono, agachando la cabeza y sin encontrar soluciones. Sí, ha ganado mucho, pero ahora está demostrando que cuando vienen mal dadas no da la talla.

Ficha técnica

0.- Real Madrid: Keylor Navas; Carvajal, Varane, Nacho, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Lucas Vázquez, min. 70); Bale (Asensio, min. 70) y Cristiano.

1.- Villarreal: Asenjo; Mario Gaspar, Bonera, Álvaro, Costa; Castillejo (Rukavina, min. 82), Fornals, Trigueros; Raba (Chreyshev, min. 46) y Bacca (Unal, min. 76).

Goles: 0-1, min. 88: Fornals.

Árbitro: Undiano Mallenco (Comité Navarro). Mostró cartulina amarilla a Bacca (min. 44) por parte del Villarreal y a Carvajal (min. 58) y Lucas Vázquez (min. 89) por parte del Real Madrid

Incidencias: partido correspondiente a la decimonovena jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Santiago Bernabéu ante 63.403 espectadores. 

La tarde era gris y el Real Madrid se mimetizó con el ambiente. No fue su peor partido de esta temporada, aunque solo sea porque ha tenido varios descalabros colosales últimamente. A pesar de todo perdió, porque un equipo mediocre siempre está a merced de una jugada que le castigue. Pudo ganar, defenderán los fieles, tuvo ocasiones varias para marcar, Asenjo estuvo excelente e incluso les dio para reclamar un par de penaltis dudosos. Esfuerzos vacuos todos, el equipo una tarde más se marchó sin marcar gol, sin puntos en el casillero y la sensación de que el naufragio no hace más que agudizarse.

Zinédine Zidane Villarreal CF