Dani Alves es el mejor ejemplo de que el Barcelona vive en pleno desconcierto

Si jugásemos a calificar qué sucede en el FC Barcelona ahora mismo la palabra, sin duda, sería desconcierto. Nadie sabe qué, ni cómo, ni cuándo. El plan es que no hay plan. Ahora todo depende de que al equipo de Luis Enrique le entre la pelotita. No es nuevo que el equipo sostenga al club, ya pasó con Guardiola en su última etapa, pero claro, los anclajes entonces no es que parecieran, es que eran mucho más seguros. Ahora todo está oxidado, hay decisiones que deben tomarse ya y todo apunta a que Andoni Zubizarreta, el director deportivo, está viviendo una cuenta atrás.

Preocupados por las luchas intestinas y los planes electorales, en el Barça se olvidan de algo tan básico como sacar la cabeza cuando viene la ola. No se puede fichar hasta enero del año que viene y, a estas alturas nadie sabe, que valga como ejemplo, si Dani Alves seguirá o no. El brasileño, desde el 1 de enero, es libre de negociar con quien quiera. El club ya intentó buscarle una salida en verano, pero el jugador no encontró una oferta que le pagara la ficha que cobra en el Barça y fue tirando, consciente de que le habían enseñado ya la puerta de salida.

Ahora resulta que la resolución del TAS ha sido el sopapo que sospechaban, no podrán reforzarse este verano, que Alves termina contrato, que Luis Enrique ha ninguneado a Montoya que dejó claro que quiere irse, que Bartra se ofrece porque ya jugó como lateral derecho en el filial. Pasa que, en fin, todo son parches, no decisiones ni apuestas. En el Barça. Y que nadie sabe. Porque el club no quería renovar a Alves, pero ahora, con este panorama... ¿qué?

Dani Alves llegó ayer a Barcelona (tendría que haberlo hecho el 31, pero pidió permiso a Luis Enrique) y, en declaraciones a La Sexta, cuando le preguntaron por el dilema que tiene el Barça en el lateral derecho, sin poder fichar, soltó con toda la retranca: “Ese no es un problema mío. Es problema del Barça”. Reconoció también el brasileño que no le ha llegado la oferta del Barça para renovar.

Pues tiene razón Alves. Efectivamente, el problema es del Barça, no suyo. El escenario previsto por el club era éste, es decir, que el TAS no le levantara la sanción. A pesar de sospecharlo, la estrategia es clamar por la injusticia y postularse como el adalid contra la norma de la FIFA, para que así otros clubes no tengan que sufrir lo mismo. Sin duda, al 'soci' culé le debe aliviar una barbaridad saber que si el Madrid se pasa, el Barça de Bartomeu le defiende.

En resumen, Alves está libre, en el Barça no le querían renovar, Luis Enrique no cuenta con Montoya que hasta hizo un comunicado para que le dejaran marchar y el director deportivo, Andoni Zubizarreta, está en la cuerda floja. Y estamos a primeros de enero. El desconcierto era esto.