La sentencia definitiva que puede acabar con Bartomeu

La decisión del Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS en sus siglas en inglés) de no levantar la sanción impuesta por la FIFA puede suponer la sentencia definitiva a Josep Maria Bartomeu y su junta directiva. La papeleta del presidente azulgrana es de aúpa. El Barça no podrá fichar hasta enero del 2016 y la actual plantilla tiene lagunas que deberá suplir la cantera, pero La Masia era, hasta ayer, una apuesta, una idea, una manera de concebir el club y no un 'box' de Urgencias. Con este panorama, y a la espera de lo que pueda suceder con el equipo de Luis Enrique, que por ahora suscita más dudas que certezas, será difícil que Bartomeu llegue, como es su intención, hasta el 2016 sin convocar elecciones. La presión será terrible.

El presidente ya había comenzado a actuar en clave electoral. Se cargó al director general Antonio Rossich, el elegido por Sandro Rosell y que tenía plenos poderes, para colocar a Nacho Mestre. Bartomeu seguía así con los cambios que empezaron por el área de seguridad y el nombramiento de Albert Soler como jefe de gabinete de Presidencia. El objetivo era rodearse de su gente de confianza para afrontar unas futuras elecciones. Ahora, con la decisión del TAS, de poco le va a servir la planificación. La destitución de Andoni Zubizarreta sería el siguiente paso que a Bartomeu ya se le había pasado por la cabeza: alguien tiene que pagar el pato y el director deportivo es ideal en ese sentido, pero habrá que ver si, en el caso de que el presidente se atreva, sería suficiente para aplacar el malestar del socio culé.

El Barça ha pasado de ser el club más envidiado y admirado del mundo a estar enfangado en juzgados día sí y día también. Y encima, pierde todos los casos. La decisión del TAS es especialmente preocupante para Bartomeu porque sus efectos son deportivos. Al soci le pueden inquietar asuntos económicos, se interesará por la remodelación del estadio y arrugará la nariz por la pérdida de imagen de la entidad, pero lo que le sacará de quicio es lo que ocurra en el terreno de juego, y el fallo del TAS deja al Barça en inferioridad de condiciones la próxima temporada. Eso ya lo sabe el socio desde ayer, así que le va a resultar complicadísimo a Bartomeu, al que no eligió nadie ya que llegó al cargo porque Sandro Rosell huyó, aguantar hasta el año que viene con el único argumento de la mano negra y el ‘hay que ver cómo se han puesto los de la FIFA con lo fabulosa que es nuestra Masia’.

Por si fuera poco, a ‘Barto’ y compañía les espera en marzo otro juicio. El grupo MCM reclama al club azulgrana nada menos que 100 millones de euros por daños y perjuicios al no poder explotar publicitariamente la fachada de La Masia. Con la suerte que tiene el Barça en los juicios, es como para echarse a temblar.