Alessio Cerci, la joya tapada del 'calcio' que el Atlético quiere vestir de rojiblanco
Los colchoneros necesitan al menos un delantero más y el jugador del Torino está muy cotizado en el mercado italiano. El exblanco Callejón, otro objetivo
Al Atlético de Madrid todavía le faltan varias incorporaciones. A expensas de lo que pueda suceder con alguna salida que aún se pueda producir, como los casos de Miranda y Arda Turan, el club colchonero tiene que contratar, como mínimo, a un delantero más. El curso pasado, el Atleti salió campeón de Liga con tres atacantes importantes en la plantilla, como Diego Costa, David Villa y Adrián López. Pues bien, ahora que ha empezado la pretemporada a las órdenes del Cholo Simeone, ninguno de esos tres jugadores está concentrado en Los Ángeles de San Rafael. El único delantero del primer equipo que cuenta para el argentino es Mario Mandžukić, puesto que a Leo Baptistão se le busca salida.
Hay muchos nombres que han salido a la palestra, pero ninguno, aparte del internacional croata, ha firmado. Otro que no firmará ya es Juan Manuel Iturbe, que este jueves fue presentado como nuevo jugador de la Roma. Un jugador muy prometedor que despuntó el pasado curso defendiendo al Hellas Verona. Nico Gaitán, en cambio, parece cerca de llegar al Calderón desde Lisboa, pero tampoco ha terminado de concretarse su pase hasta la fecha. El que gusta más casi que cualquiera y por el que el Atlético podría invertir sería en José Callejón. El Nápoles necesita vender al menos a dos o tres jugadores, porque de lo contrario no tendrá presupuesto para fichar. Y Callejón podría ser una de esas ventas.
Y otro futbolista que ha sonado como futurible rojiblanco y que quizás tiene menos nombre pero, en absoluto, menos calidad, es Alessio Cerci. Si un jugador interesa a cuatro o cinco clubes de primer nivel europeo a la vez no es por pura casualidad, sino por una causalidad evidente. Juventus, Milan y Roma han escrito en sus agendas el nombre de Cerci desde hace mucho tiempo y en diferentes ocasiones han tratado de convencer tanto al jugador como al Torino para fichar. Y el último que ha aparecido como candidato a contratar al delantero italiano ha sido el Monaco, que según varios medios italianos, lo ven como el sustituto ideal de James Rodríguez, si es que el colombiano acabase por confirmar su fichaje por el Real Madrid.
Cerci es uno de los talentos de más calidad y que, a la vez e incomprensiblemente, está menos valorado a nivel internacional. Es un jugador de condiciones explosivas por naturaleza. Su envergadura no demasiado alta le ha obligado a reforzar su tren inferior hasta convertirlo en un clon italiano de Leo Messi, salvando las distancias evidentes. Su parecido no dista sólo en lo físico, sino que sus características balompédicas son realmente similares, puesto que destaca por su velocidad y la capacidad para desbordar rivales más por potencia que por habilidad regateadora. Su costado natural, al contrario de lo que sería lógico, es el derecho, para ganar ángulo de tiro con su buen pie izquierdo. Sin ser un atacante puro, Cerci se ha destapado como un goleador de reparto muy fiable esta temporada, cuando clasificó al Torino a Europa.
Una vez expuestas sus cualidades técnicas y físicas, no hay nada que ilustre mejor su personalidad y capacidad de mando dentro de un terreno de juego que su último minuto como jugador del Torino (por ahora). La jornada 38 de la Serie A tenía poco en juego: la Juventus era campeona, los puestos de Champions y descenso estaban decididos y dos de los tres de la Europa League ya tenían dueño. Pero quedaba ese último acceso a Europa. El Torino lo tenía cerca, pues estaba por encima del Parma en la clasificación y una victoria le garantizaba volver a Europa. Los parmesanos necesitaban ganar, y lo hicieron. Sin embargo, la desventura se cruzó con los granata, pues la Fiorentina les empataba y se llegaba al descuento. El sueño se desvanecía.
Pero la suerte, tan esquiva como traicionera, parecía sonreír a los turineses. Penalti a favor y las puertas continentales se abrían de par en par. No había opción a la duda, Alessio Cerci cogió el balón y nadie se lo quitaría. Él, líder por naturaleza de sus equipos, necesita sentirse el mejor del equipo para rendir al máximo nivel. Le gusta la responsabilidad y no huye de los retos; al contrario, le motivan. Puso el balón en la circunferencia de los once metros y se disponía a batir a Antonio Rosati. Pero su cabeza le traicionó, como otras veces en su juventud. Lanzó mal el penalti y Rosati adivinó la trayectoria. Nadie pudo levantar el ánimo de un Alessio bañado en lágrimas hasta que se marchó a Turín habiendo dejado fuera a su equipo de la Europa League. Sin duda, la alegría posterior de la sanción al Parma y la consiguiente clasificación del Toro no sació al ambicioso Cerci por su error.
La temporada de Cerci ha sido excepcional. Quizás su nivel, extraordinario durante la primera vuelta, se vio algo mermado en la segunda mitad, pero fue sin duda el mejor año de su carrera. No podía ocurrir de otra manera que no fuera bajo el mando de su actual entrenador, Giampiero Ventura. Fue él quien encontró en un chaval de 20 años la calidad que hasta entonces no habían sabido explotar en la Roma (club en el que se ‘crio’). Fue durante una cesión en el Pisa, cuando el club toscano acababa de ascender a la Serie B. Cerci apenas había sido titular en el Brescia, en su anterior préstamo, y Ventura confió en él desde el inicio. 26 partidos y 10 goles anotados, una cifra nada reprochable para un extremo puro.
Tuvieron que pasar cuatro años hasta que se volviera a encontrar, no por casualidad, con Ventura en el Torino. Alessio no había acabado de explotar tras ser traspasado a la Fiorentina y el Torino apostó por él bajo la petición expresa de Ventura a la directiva granata. Se convirtió en indispensable para mantener la categoría en la vuelta del Toro a la A y tras ello, el Torino no dudó en ejercer la opción de compra y quedárselo en propiedad. Ya por entonces media Serie A se lo rifaba, pero tanto el Toro como Cerci quisieron seguir juntos. Y fue una de las mejores parejas del calcio junto con Ciro Immobile. Anotó 13 goles y dio 12 asistencias en los 37 partidos que jugó. Se fue en su día a la Copa Confederaciones con Italia y también estuvo en Brasil. Con 27 años, Cerci tiene ante sí la mejor época de su carrera deportiva.
Al Atlético de Madrid todavía le faltan varias incorporaciones. A expensas de lo que pueda suceder con alguna salida que aún se pueda producir, como los casos de Miranda y Arda Turan, el club colchonero tiene que contratar, como mínimo, a un delantero más. El curso pasado, el Atleti salió campeón de Liga con tres atacantes importantes en la plantilla, como Diego Costa, David Villa y Adrián López. Pues bien, ahora que ha empezado la pretemporada a las órdenes del Cholo Simeone, ninguno de esos tres jugadores está concentrado en Los Ángeles de San Rafael. El único delantero del primer equipo que cuenta para el argentino es Mario Mandžukić, puesto que a Leo Baptistão se le busca salida.