Simeone trata de organizar prioridades ante la locura del calendario

Este viernes se incorporaban a los entrenamientos los dos internacionales uruguayos del Atlético, Rodríguez y Giménez, un día después que el resto de jugadores que viajaron con sus selecciones. Apenas 24 horas después de poder reunirse al fin toda la plantilla, los rojiblancos reciben al Almería a las cuatro de la tarde en la reanudación de la Liga. Comienza así una fase loca del calendario, que obliga al club del Manzanares a disputar siete encuentros en 21 días, algunos tan importantes como dos de Liga de Campeones o un derbi en el Santiago Bernabéu.

El técnico atlético Diego Pablo Simeone y su equipo de colaboradores tienen preparado al milímetro el trabajo de estas tres semanas que les separan hasta el próximo parón internacional. Su plantilla no es ni la del Madrid ni la del Barça, pero todos a su alrededor quieren que sigan acercándose a los dos Grandes y que en Champions se busque lo máximo.

Estos días casi no habrá tiempo de entrenar, se trata de preparar partidos y jugarlos. Todo lo que por ejemplo se decida hoy está en parte condicionado por el partido del miércoles ante el Zenit ruso, que será el regreso a la Champions casi cuatro años después del último partido disputado por el Atlético en la máxima competición continental.

Muchas son las expectativas levantadas por los de Simeone para esta temporada, muchas las ilusiones. Pero ante el derecho de soñar o imaginar que tienen los aficionados, Simeone trata de organizar prioridades para que su vestuario no pierda en ningún momento el norte ante tanta disparidad de objetivos diferentes. El más que manido ‘partido a partido’ sigue siendo usado en público y en privado por el argentino, pero él es el único que se permite otear el horizonte para ir proyectando el trabajo a medio plazo, tal y como explicaban a este diario desde el club colchonero.

El Atlético va regresando a la senda de los grandes de Europa, y eso conlleva sobreponerse a tanta expectativa creada cada tres días. Simeone dijo esta semana que “el club necesita seguir ganando”, y por ello él no para de devanarse los sesos en busca de fórmulas que permitan alargar el gran rendimiento colectivo actual para que dure toda la temporada sin apenas decaer. Si su plan funciona, las mieles del éxito esperan en primavera. Aunque si pasados los meses de competición aparecen las dudas, acabará primando la Liga. Y esto está grabado a fuego en el jefe del vestuario rojiblanco. En definitiva, el torneo doméstico es la competición que puede seguir dando suculentos millones (a través de la estabilidad de participar en la Champions) a una entidad que de momento los necesita aún más que los títulos.